Estados Unidos y China retoman sus contactos de alto nivel tras el incidente del globo derribado
Los consejeros de Seguridad Nacional de ambos países, Jake Sullivan y Wang Yi, se han reunido durante dos días en Viena para “mantener abiertas líneas de comunicación”
Estados Unidos y China han retomado los contactos de alto nivel, congelados desde que Washington derribara a comienzos de febrero un globo aerostático chino que sobrevolaba el territorio de EE UU y del que denunciaba que cumplía funciones de espionaje. Los consejeros de Seguridad Nacional respectivos, Jake Sullivan y Wang Yi, se han reunido a lo largo de dos días esta semana en Viena, según han informado ambos gobiernos.
La reunión, que sumó ocho horas, se celebró rodeada del más absoluto secreto. No se anunció a la prensa hasta que hubo concluido. Aunque, según una alta funcionaria de la Administración de Joe Biden que habló bajo la condición del anonimato, organizarla no fue difícil: “ambas partes veían valor en celebrarla”.
El mero hecho de haberse llevado a cabo apunta a un inicio de deshielo en las relaciones entre los dos países rivales, frías desde hace años y casi paralizadas a raíz del incidente del globo. El recorrido del artefacto chino por el espacio aéreo estadounidense motivó que el secretario de Estado, Antony Blinken, pospusiera una visita a Pekín que hubiera sido el viaje de mayor nivel de un representante del Gobierno de EE UU a China en tres años y que tenía como objetivo tratar de reactivar los lazos entre los dos Estados.
Aunque Washington insistió entonces en que se trataba de un mero aplazamiento y no una cancelación, no había encontrado respuesta en el Gobierno del presidente Xi Jinping cuando quiso plantear nuevas fechas para el viaje. Aquella visita se había pactado inicialmente en una reunión entre Xi y el presidente estadounidense, Joe Biden, en noviembre pasado en Bali (Indonesia) para volver a encauzar la relación bilateral después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitara Taipéi en agosto en medio de condenas de Pekín.
Las conversaciones entre Sullivan y Wang Yi ―el funcionario de mayor rango en la política exterior china, por encima del ministro de Exteriores, Qin Gang― “forman parte de los esfuerzos para mantener abiertas líneas de comunicación y para gestionar la competencia de manera responsable”, ha asegurado la Casa Blanca en un comunicado. “Ambas partes han acordado mantener este importante canal estratégico de comunicación para impulsar estos objetivos”.
Según la Casa Blanca, el diálogo entre los consejeros fue “franco, sustantivo y constructivo” y abarcó “cuestiones clave” en la relación bilateral, desde la guerra en Ucrania hasta la situación en el estrecho de Formosa que separa la China continental de Taiwán. El consejero estadounidense, según la alta funcionaria, reiteró que Washington se opone a cambios unilaterales en el statu quo actual. La alta funcionaria reveló que Sullivan sacó a relucir también los casos de tres presos de nacionalidad estadounidense retenidos en la República Popular.
El comunicado chino sobre el encuentro, distribuido por la agencia oficial Xinhua, emplea un lenguaje similar al utilizado por Washington. En él, se asegura que Sullivan y Wang mantuvieron conversaciones “sobre la eliminación de obstáculos en las relaciones chino-estadounidenses y la estabilización de la relación para que no se deteriore”.
Aunque el texto chino, a diferencia del estadounidense, menciona por nombre a Taiwán, la isla autogobernada que se alinea ideológicamente con Washington y que Pekín considera parte inalienable de su territorio, sin renunciar a la violencia para lograr la unificación. Según este comunicado, Wang “expuso exhaustivamente la solemne posición china sobre el asunto de Taiwán”, la cuestión que China considera el más primordial de sus intereses en política exterior.
En las últimas semanas, los dos gobiernos habían dado señales de interés en retomar el incipiente deshielo en sus relaciones. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, pronunciaba el mes pasado un discurso en el que enviaba un mensaje conciliador hacia Pekín y aseguraba que entre las prioridades de Washington se encuentra “una relación económica sana con China”.
El mes pasado, dos funcionarios del Departamento de Comercio de Estados Unidos viajaron a Pekín para reunirse con altos cargos del ministerio homólogo chino y comenzar a preparar una posible visita a lo largo de este año de la titular de esa cartera en Washington, Gina Raimondo. El embajador de EE UU en Pekín, William Burns, se vio esta semana con Qin Gang. “La prioridad principal es estabilizar las relaciones chino-estadounidenses, evitar una espiral descendente y prevenir cualquier accidente entre China y Estados Unidos”, aseguraba entonces Qin.
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