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El Kremlin entrega a Kiev una oferta de negociación en plena ofensiva de Donbás

Rusia prueba un nuevo misil balístico intercontinental con capacidad para portar hasta 15 cabezas nucleares

Los servicios de emergencia trabajan en un edificio destruido, este martes en Mariupol.Foto: ALEXANDER ERMOCHENKO (REUTERS) | Vídeo: EPV

Rusia ha anunciado este miércoles haber entregado por escrito sus nuevas propuestas de negociación a Ucrania. El portavoz de Vladímir Putin, Dmitri Peskov, ha señalado que los documentos entregados a Kiev contienen “formulaciones absolutamente claras y desarrolladas”. “La pelota está en su campo, esperamos una respuesta”, ha agregado el representante del presidente ruso. Sin embargo, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha negado horas más tarde haber recibido el documento. La oferta de Moscú se ha producido el mismo día en que Rusia ha llevado a cabo con éxito una prueba con un nuevo misil balístico intercontinental con capacidad para portar cabezas nucleares y alcanzar un objetivo a miles de kilómetros. Un armamento, en palabras de Putin, que “va a ser único en el mundo durante mucho tiempo” y dará que pensar a quienes, “al calor de una retórica frenética y agresiva, intenten amenazar” a su país.

Pese a las desavenencias mantenidas tras el efímero éxito del encuentro de Estambul de finales de marzo, los contactos entre ambas partes continúan con la ofensiva de Donbás de trasfondo. También este miércoles, la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, ha hecho un repaso a las principales exigencias de Moscú . “Las conversaciones para asegurar el estatus neutral de Ucrania, fuera de cualquier bloque y sin armas nucleares, continúan”, ha dicho Zajárova antes de mencionar otros puntos de la agenda, entre los que incluyó la desmilitarización del país, la restauración del ruso como idioma oficial y el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia. Sin embargo, para la región de Donbás ha exigido solo su independencia y no su integración en la Federación Rusa.

En la tarde de este miércoles, Zelenski ha asegurado no haber recibido ninguna propuesta de Moscú. “No he oído nada de esto ni, seguro, visto nada. Estoy convencido de que no nos han hecho llegar nada”, ha señalado al ser preguntado al respecto en una rueda de prensa en Kiev junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Zelenski ha recurrido a una metáfora futbolística para responder a la afirmación del portavoz de Putin de que la pelota está ahora en el campo de Kiev. “Para jugar un partido hacen falta dos equipos y un balón. Y me parece que el señor Peskov está jugando al fútbol consigo mismo. Tiene que haber una actitud muy seria y seguro que marcaremos en cuanto tengamos el balón”, ha asegurado.

Horas antes de que se pronunciara Zelenski, su principal asesor, Mijaílo Podoliak, aseguró a medios ucranios que la parte rusa ya había estudiado sus propuestas y expresado su posición. “Ahora es nuestro turno para analizar, comparar y sacar conclusiones, incluidas las de carácter político y legal”, comentó, sin mencionar expresamente el nuevo documento. Podoliak recordó que Kiev envió sus propuestas tras el encuentro de la ciudad turca, “incluidas las que atañen a las garantías de seguridad de que no habrá futuras agresiones” contra su país, , y ahora ha llegado el turno de valorar la contraoferta rusa.

Por su parte, Moscú no ha aclarado si ha dado algún plazo para recibir la respuesta de Kiev. “Eso depende de la parte ucrania”, se ha limitado a señalar Peskov, que ha reiterado una vez más las acusaciones del Kremlin de que su rival retrasa adrede las conversaciones. “Lo hemos dicho en varias ocasiones, la dinámica de trabajo de la parte ucrania deja mucho que desear; los ucranios no muestran una gran inclinación a intensificar el diálogo”, ha criticado el portavoz del presidente ruso.

Una negociación encallada

La reunión de Estambul del pasado 29 de marzo logró ciertos avances en las negociaciones que mantienen las delegaciones de Rusia y Ucrania desde que estalló el conflicto. En aquella reunión, Kiev ofreció a Moscú su renuncia definitiva a la adhesión a la OTAN a cambio de obtener garantías de seguridad sobre su territorio, y se mostró abierta a negociar el futuro de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia en 2014, y de la región de Donbás, en guerra desde aquel mismo año.

Las negociaciones en Turquía, valoradas en su momento como positivas por la delegación rusa, recibieron críticas muy duras por parte de los sectores más nacionalistas del gigante euroasiático. Según su borrador, Kiev obtendría la garantía de que varios países le proporcionarían armas en pocos días si es atacada, aunque esta protección excluiría cualquier conflicto tanto en Crimea como en Donbás. El Gobierno ucranio ofreció al Kremlin abordar en un plazo de 15 años el estatus de la península del mar Negro, y en otras reuniones independientes la situación de la zona oriental del país.

El Gobierno de Zelenski ha recibido el borrador de Moscú dos días después de que el Ejército ruso comenzase lo que ha denominado “la segunda fase de la operación”. Putin justificó hace más de una semana que la retirada de tropas de otras zonas, como Kiev, fue una “concesión” por el progreso de las negociaciones de Estambul y no por el estancamiento del conflicto. Ahora estas fuerzas han sido redirigidas al frente de Donbás, según el espionaje occidental, donde se han unido a la ofensiva por el control de la región oriental de Ucrania.

Ensayo del misil RS-28 ‘Sarmat’

El Ministerio de Defensa ruso, mientras, ha anunciado este miércoles el éxito de la primera prueba completa del misil RS-28 Sarmat, que fue disparado desde Plesetsk, en el noroeste del país, y alcanzó su objetivo 5.000 kilómetros más al este, en la región de Kamchatka. Las pruebas concluirán este año y el destino de este armamento es inicialmente un regimiento de Krasnoyarsk, en la zona central de Rusia, y posteriormente en Orenburgo, en la parte europea más cercana a Asia.

La prueba ha tenido lugar una semana después de que el vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, amenazase a Occidente con reforzar el despliegue nuclear ruso junto a Europa si Finlandia y Suecia entran en la OTAN. Por su parte, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró ayer que el Kremlin no ha considerado el uso de armas nucleares “en esta fase” del conflicto de Ucrania. “Ni creo ni quiero creer en ello. Permítame poner su atención en el hecho de que el tema de las armas nucleares en el contexto de la situación de Ucrania de los últimos años ha sido movido solo por personalidades occidentales, especialmente la OTAN”, dijo el jefe de la diplomacia rusa.

Según la agencia Reuters, el Pentágono ha informado de que Rusia había advertido de antemano de la prueba del misil. Moscú “notificó debidamente” a Washington sobre el ensayo en virtud de las obligaciones que le impone el tratado nuclear, por lo que “no fue una sorpresa”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby. El Pentágono “no ha considerado que la prueba sea una amenaza para Estados Unidos o sus aliados”, dijo en Washington a los periodistas.

A finales de febrero, al inicio de las negociaciones con Kiev, Putin ordenó a su Estado Mayor la activación de sus fuerzas de disuasión nuclear en un “modo especial de combate”. Asimismo, los presidentes ruso y bielorruso presenciaron una prueba masiva de todos los misiles de nueva generación rusos días antes de que entrasen sus tropas en Ucrania.

El Sarmat tiene un alcance de 11.000 kilómetros y puede portar entre 10 y 15 cabezas nucleares. Esta es una de las armas de nueva generación que Putin presentó ante el Parlamento en 2018. Otra, el misil hipersónico Avangard, ya entró en servicio en 2019 y tiene la capacidad de cambiar de improviso de dirección para eludir los escudos antimisiles.

Según fuentes militares, el Sarmat lleva en desarrollo desde 2016. El nombre del sistema de misiles también tiene un componente simbólico. Los sármatas eran un pueblo de la antigüedad que, en el siglo III antes de Cristo, invadió desde el Cáucaso las llanuras de la actual Ucrania.

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