El acuerdo comercial del Brexit excluye expresamente a Gibraltar de sus efectos
España ultima un pacto sobre el Peñón que “facilite la movilidad de los ciudadanos”
Gibraltar, para previsible alivio del Gobierno español, solo aparece una vez mencionado en el acuerdo comercial alcanzado este jueves por Bruselas y Londres. El texto, al que ha tenido acceso EL PAÍS, solo se refiere al Peñón para señalar que “este acuerdo no se aplicará en Gibraltar ni tendrá efectos en ese territorio”. A diferencia del acuerdo del Brexit, cuando España encontró referencias como mínimo ambiguas a la futura relación de la UE con Londres en relación con el Peñón, en esta ocasión el texto es meridianamente claro y tajante.
La cláusula confirma que el Brexit ha supuesto un antes y un después en la relación del Peñón con la Unión Europea y, por ende, con España y con su metrópoli londinense.
El cambio es consecuencia del acuerdo de salida del Reino Unido de la UE en el que España, tras amenazar con vetarlo, logró incorporar sendas declaraciones del Consejo Europeo y de la Comisión Europea dando por sentado que “Gibraltar no será incluido en el ámbito territorial de los acuerdos que se concluyan entre la Unión y el Reino Unido”.
Bruselas reconocía así que, a partir del Brexit consumado el pasado 31 de enero, el Reino Unido y Gibraltar tendrían que negociar acuerdos por separado con la UE. Y España tendría siempre la última palabra sobre lo que se pactase con el Peñón. De hecho, el acuerdo comercial entre Bruselas y Londres se ha alcanzado sin que las negociaciones en paralelo entre Madrid y Londres sobre el encaje de Gibraltar en la nueva situación hayan concluido.
La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha señalado este viernes desde San Sebastián que España va a buscar “hasta el último segundo” un acuerdo sobre Gibraltar, porque “construir una zona de prosperidad compartida que facilite la movilidad” es “la mejor opción”.
La ministra ha señalado que lograr un acuerdo “que facilite la movilidad de los ciudadanos es la mejor opción, tanto para España como para los ciudadanos de Gibraltar”. Pero ha advertido que “cada vez queda menos tiempo” para cerrarlo. Según fuentes cercanas a la negociación, los contactos están siendo tensos, en particular del lado británico.
Si se cierran con éxito estas conversaciones, Gibraltar se beneficiaría por vez primera y de la mano de España de las ventajas del acuerdo de fronteras de Schengen, que permite la libre circulación de personas por 26 países europeos (22 de la UE, más Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein) y del que nunca formó parte el Reino Unido. Curiosamente, los llanitos disfrutarían de mayor libertad de movimiento por territorio europeo después del Brexit que durante los 47 años de pertenencia del Reino Unido a la UE.
Pero el acuerdo que ultiman España y el Reino Unido supondría de facto que Gibraltar pasaría a ser frontera exterior de la UE bajo control tácito o real de España. De hecho, los británicos que viajen a Gibraltar deberán someterse a un control de pasaportes para visitar el Peñón, mientras que los españoles podrán entrar libremente en ese territorio dependiente de Londres.
Ese punto provoca el último escollo para alcanzar un acuerdo, porque se negocia el papel que jugará en el pacto la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Las autoridades gibraltareñas prefieren que sea ese organismo comunitario el que participe en el control de sus fronteras, para no incorporar la presencia de fuerzas de seguridad españolas. Pero, en todo caso, España es miembro de Frontex y, por tanto parte implicada, mientras que el Reino Unido ya está fuera de las estructuras comunitarias.
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