Una bomba mata a 15 civiles, la mayoría niños, en una ceremonia de recitación del Corán en Afganistán
Los talibanes atribuyen la explosión en la provincia de Ghazni a “munición sin explotar” mientras aumentan los ataques del Estado Islámico
Al menos 15 civiles, la mayoría de ellos niños, han muerto en Afganistán este viernes al estallar una bomba durante una ceremonia de recitación del Corán. El atentado, en la provincia central de Ghazni, es un nuevo golpe a las esperanzas de los afganos de que las negociaciones de su Gobierno con los talibanes pongan fin a la violencia. Esta milicia ha atribuido la explosión a “munición sin explotar” y ofrecido sus condolencias a las familias, pero la matanza encaja con el estilo de la rama local del Estado Islámico, otro grupo insurgente que compite por el control del territorio.
De acuerdo con la información oficial, los explosivos se encontraban escondidos en un motocarro aparcado junto a la vivienda de una aldea de la comarca de Gilan, donde se procedía a recitar el Corán. Al menos 15 personas han resultado muertas y una veintena de ellas heridas, ha informado el portavoz de Interior, Tariq Arian, en su Twitter. Pero como es habitual en este tipo de ataques, es previsible que aumente el número de muertos.
انفجار در مراسم ختم قرآن
— Tariq Arian 🇦🇫 (@TariqArian3) December 18, 2020
حوالی ساعت۲ امروز یکعراده زرنج مملو از مواد انفجاری در یکباب منزل واقع منطقه آغوجان ولسوالی گیلان غزنی که ختم قرآن شریف در آن جریان داشت انفجار نمود. با تاسف ۱۵ تن از هموطنان ملکی ما شهید و ۲۰ تن دیگر مجروح گردیدند. جزییات تکمیل را بعداً شریک میسازیم.
La mayoría de las víctimas tenían menos de 18 años, según Wahidullah Jumazada, portavoz del gobernador de Ghazni, citado por Reuters, quien también se refirió a lo ocurrido como un atentado. Sin embargo, el portavoz talibán, Zabibullah Mujahid, ha atribuido la explosión a “munición sin explotar” en un tuit en el que cifra en 12 los niños muertos y da el pésame a sus familias.
#تسلیت:
— Zabihullah (..ذبـــــیح الله م ) (@Zabehulah_M33) December 18, 2020
درمنطقه اغوجان ولسوالی گیلان غزنی درنتیجه انفجاریک سرگلوله که اطفال آن رامی فروخت،۱۲طفل شهید وتعدادزیادزخمی شدند.
امارت اسلامی بابت وقوع این حادثه تأثرعمیق خودراابرازمی نماید.
به خانواده های شهداتسلیت میگوید وبه مردم توصیه میکند،که دراینده ازچیزهای منفجرناشده اجتناب ورزند
El incidente de este viernes se produce en medio de un aumento generalizado de la violencia en todo el país, a pesar de los esfuerzos para buscar una salida política a varias décadas de sucesivos conflictos. En las últimas semanas, una decena de altos funcionarios han muerto a causa de bombas lapa adosadas a los bajos de sus vehículos, en una campaña que portavoces oficiales, activistas y periodistas afganos atribuyen a los talibanes.
Aunque esa milicia parece haber renunciado a los ataques en las grandes ciudades, ha continuado atacando a las fuerzas gubernamentales. Además, no es el único grupo armado al que se enfrenta el Gobierno de Kabul. De hecho, los talibanes y los miembros del Estado Islámico chocan a menudo, en especial en el este de Afganistán, donde estos últimos tienen más apoyos. Pero para muchos afganos, no hay diferencia entre unos y otros, ya que todos siembran el terror y aprovechan la ausencia del Estado en las zonas rurales para hacerse fuertes.
Deseoso de retirarse de Afganistán, Estados Unidos alcanzó el pasado febrero un acuerdo con los talibanes que aseguraba la salida de todas sus tropas para mayo de 2021 a cambio de que esos insurgentes dejaran de cooperar con Al Qaeda y otros grupos terroristas que atentan contra los intereses occidentales. Además, les pedía que emprendieran un diálogo con el Gobierno de Kabul para acabar con la guerra civil.
A trancas y barrancas, las conversaciones se iniciaron el pasado septiembre en Doha (Qatar), pero tres meses después sólo han logrado acordar una agenda de temas antes de tomarse un receso hasta el próximo 5 de enero. Tanto el Gobierno afgano como muchos observadores tienen la impresión de que la milicia trata de ganar tiempo mientras se completa la retirada de las tropas extranjeras. De momento, la Administración Trump ha anunciado su voluntad de reducir sus soldados a 2.500 para mediados de enero frente a los 4.500 actuales.
La provincia de Ghazni, situada al sur de Kabul, en la carretera que une la capital con Kandahar, es frecuente escenario de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad afganas y los talibanes. A principios de este mes, las autoridades aseguraron haber matado en un bombardeo al responsable de organizar el ataque con coche bomba contra un cuartel que una semana antes dejó 31 muertos y 24 heridos.
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