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El voto por correo abre otro frente en la batalla electoral en EE UU

El servicio postal advierte del riesgo de que una parte significativa de las papeletas no llegue a tiempo y los demócratas acusan a Trump de intentar suprimir sufragios

Sonia Corona
Washington -
Una persona deposita cartas en un buzón del servicio postal en Filadelfia (Pensilvania) el 14 de agosto.
Una persona deposita cartas en un buzón del servicio postal en Filadelfia (Pensilvania) el 14 de agosto.Rachel Wisniewski (Reuters)

El voto por correo ha abierto un nuevo frente en la batalla electoral en Estados Unidos. El servicio postal ha advertido a numerosos Estados de que existe una gran posibilidad de que las papeletas que envíen los ciudadanos no puedan ser procesadas a tiempo para los comicios que se celebrarán el próximo 3 de noviembre. En julio, el servicio postal (USPS, por sus siglas en inglés) envió cartas a 46 de los 50 Estados y al Distrito de Columbia para explicar que esperan que la participación por correo sea considerable y que hay un “riesgo significativo” de que no se pueda cumplir con los plazos establecidos por la ley para entregar y recibir los votos.

Esta modalidad de sufragio ha cobrado relevancia ante la pandemia por el coronavirus y el USPS estima que las peticiones de voto por correo sean 10 veces mayores que en otros procesos electorales. Entre los Estados que han recibido el aviso están territorios decisivos para el resultado final como Florida, Michigan y Pensilvania. La notificación se produce mientras el presidente, Donald Trump, pone en duda la validez del sistema y argumenta, desde hace semanas y sin prueba alguna, que el procedimiento electoral lleva al fraude y facilita la suplantación de identidad.

Trump ha atacado al servicio postal y lo ha calificado como deficiente e incapaz, al tiempo que se ha negado a autorizar 25.000 millones de dólares (unos 21.100 millones de euros) para modernizarlo y 3.600 millones de dólares para un fondo extraordinario dedicado exclusivamente al voto por correo. “Ahora necesitan ese dinero para que la oficina de correos funcione, de modo que pueda aceptar todos estos millones y millones de papeletas. Pero si no obtienen esos recursos, significa que no se puede hacer la votación universal por correo”, dijo el presidente estadounidense el jueves en una entrevista en Fox News. Sin embargo, en el condado de Palm Beach, en Florida, Trump y su esposa Melania ya han pedido el voto por correo en otro proceso electoral.

Las dificultades para el servicio postal estadounidense han aumentado desde mayo, cuando Trump nombró como director general a Louis DeJoy, un republicano que suele hacer cuantiosas donaciones a las campañas. Desde que está en el cargo, DeJoy ha adoptado medidas que afectan a la operatividad del servicio, entre ellas la suspensión de las horas extras para los trabajadores, la disminución del uso del transporte oficial, la restricción en la utilización del equipo electrónico para procesar el correo y la congelación de nuevas contrataciones. Este sábado, un grupo de manifestantes se plantó a las puertas del edificio en el que vive DeJoy en Washington para pedir su dimisión.

Estas acciones y la polémica generada alrededor del servicio de correos también plantean dudas de cara a las próximas elecciones. Aunque el USPS cuenta con un 91% de aprobación entre los estadounidenses, según un sondeo realizado en abril por el Pew Research Center, en los comicios de 2016 un 0,25% de las papeletas fueron rechazadas porque llegaron fuera de los plazos establecidos. Este mismo año, durante las primarias, el voto postal sufrió diversos incidentes: en Georgia algunos votantes nunca recibieron las papeletas y en Nueva York un juez pidió un recuento de miles de votos que habían sido rechazados por llegar tarde, lo que demoró los resultados durante un mes.

Hace unas semanas, el expresidente Barack Obama señalaba, durante el funeral del congresista John Lewis, que el USPS estaba siendo “socavado” antes de las elecciones con “precisión quirúrgica”. El voto por correo se ha convertido en una salida fundamental para evitar contagios por coronavirus. Este viernes, Obama ha vuelto a la carga y ha explicado en un tuit que el deterioro de la oficina postal puede significar un “daño colateral” para millones de estadounidenses que utilizan sus servicios. Además, acusó a la Administración de Trump de estar “más preocupada por suprimir el voto que por suprimir el virus”.

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El aviso del servicio postal de los problemas que prevé en la votación de noviembre se ha convertido en otro argumento de los demócratas contra Trump, al que acusan de intentar suprimir votos. “El presidente dejó claro que manipulará la operatividad de las oficinas de correos para negar el sufragio a los votantes y para favorecer su reelección”, han denunciado en un comunicado los líderes demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer. Uno de los sindicatos del servicio postal, con 300.000 trabajadores afiliados, ha dado en las últimas semanas su respaldo al candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden.

En los últimos días, el servicio postal comenzó la retirada de cientos de buzones postales de las calles de Nueva York, Montana, Pensilvania y Oregón, con el argumento de que estaban reubicándolos en zonas con mayor tráfico postal. El USPS tiene unos 142.000 buzones en todo el país. La remoción se ha detenido después de que cientos de personas en redes sociales denunciaran la desaparición de los buzones.

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Sobre la firma

Sonia Corona
Es la jefa de la redacción de EL PAÍS en México. Cubre temas de Política, Economía, Tecnología y Medio Ambiente. Fue enviada especial para las elecciones presidenciales de 2020 en EE UU. Trabajó en Reforma y El Huffington Post. Es licenciada en Comunicación por la Universidad de las Américas Puebla y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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