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El Congreso estudia si Trump descuidó amenazas rusas contra sus militares

Los presuntos pagos de Moscú a talibanes para matar a soldados de EE UU agitan el Capitolio

Yolanda Monge
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.Jonathan Ernst (Reuters)

El caso de los supuestos pagos a talibanes por parte de Rusia para matar soldados estadounidenses ha llegado al Capitolio. Los líderes del Congreso de Estados Unidos han pedido a los jefes de inteligencia información sobre estos presuntos incentivos de los que, según han publicado distintos medios locales, Donald Trump estuvo informado. Los demócratas acusan al presidente de no haberse tomado suficientemente en serio una situación tan amenazante para los militares, mientras que el republicano alega que las sospechas no resultaban creíbles para las agencias de espionaje y, por tanto, nadie le alertó.

El conflicto comenzó el pasado domingo, cuando The New York Times publicó un primer artículo en el que sostenía, citando fuentes anónimas de los servicios de inteligencia, que Moscú tuvo a sueldo a los talibanes para que acabaran con la vida de soldados estadounidenses en Afganistán. El objetivo era desestabilizar la situación allí mientras Washington negociaba con la guerrilla talibán un acuerdo de paz tras casi dos décadas de interminable guerra. La Casa Blanca lo negó con rotundidad, al igual que el Kremlin, que acusó al periódico de estar poniendo en riesgo las vidas de sus trabajadores en la Embajada de Rusia en Afganistán. El grupo talibán también rechazó el contenido de esta publicación.

Sin embargo, otros funcionarios estadounidenses insistieron en estas informaciones en los días siguientes, asegurando, además, que Trump las conocía, que el asunto formaba parte de los informes diarios que recibe y que nadie tiene claro que lea. El republicano lo negó de nuevo el miércoles. “Inteligencia acaba de informarme de que no consideraron creíble esta información”, escribió en su cuenta de Twitter. “Probablemente se trata de otra farsa fabricada sobre Rusia, tal vez por las noticias falsas de The New York Times, buscando hacer quedar mal a los republicanos”, insistió. De confirmarse, el caso supondría una escalada en las tormentosas relaciones entre Rusia y EE UU y dejaría al presidente estadounidense, de nuevo, en una situación complicada, la de seguir justificando sus simpatías hacia Vladímir Putin cuando se acusa al Gobierno ruso de algo tan grave, como ocurrió con la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, pidió sanciones inmediatas contra Rusia. En declaraciones a la cadena MSNBC recogidas por Reuters el miércoles por la noche, Pelosi consideró que “tratar con esta ligereza esta posible amenaza, estas recompensas sobre tus soldados es muy inapropiado, es negligente”.

Para este jueves estaba programada la comparecencia de los jefes de inteligencia a puerta cerrada en el Capitolio. Una de la directora de la CIA, Gina Haspel, y otra del director de la Agencia de Seguridad Nacional, Paul Nakasone, informará a la llamada banda de los ocho, formada por líderes republicanos y demócratas del Senado y de la Cámara baja, así como a los presidentes de los comités de Inteligencia de cada Cámara.

Según The New York Times, una unidad de los servicios secretos de Rusia habría ofrecido una recompensa económica a un grupo talibán para asesinar a efectivos de la coalición que Washington lidera en Afganistán. Según el reportaje, el presidente estadounidense sabía desde hace meses que se había producido esa oferta, pero al parecer no hubo una respuesta concreta. Las fuentes que maneja el diario neoyorquino señalaban que la unidad 29.155 de la Dirección General de Inteligencia (GRU, en sus siglas en ruso) fue la que ofreció estas recompensas, la misma unidad que estaría implicada en el intento de asesinato del exagente ruso Sergei Skripal en el sur de Inglaterra el 4 de marzo de 2018, en un intento de golpe de Estado en Montenegro, con el envenenamiento de un fabricante de armas búlgaro, y con un intento subversivo en Moldavia.

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De lo que ahora se trata es de averiguar es si el presidente o alguien de su Administración —Trump llegó a invitar a representantes de la guerrilla talibán a un encuentro en Camp David el año pasado— supo de esos sobornos hace meses y nadie en Washington hizo nada para frenar a Moscú. En total, 20 estadounidenses murieron en Afganistán el pasado año, pero no está claro si algún caso podría haber estado vinculado con esta supuesta trama. Hasta la fecha han muerto en combate en Afganistán más de 2.350 soldados estadounidenses.Quien también se ha pronunciado es el nuevo director nacional de Inteligencia, John Ratcliffe, quien aseguró que él nunca informó de esos sobornos al presidente. Ratcliffe, sin embargo, lleva en el cargo desde finales de mayo.

Medios como Associated Press o el Times señalan que Trump tuvo la información por escrito en febrero. Sin embargo, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert C. O’Brien, corroboró la versión de Trump de que no había sido informado por la persona que le comenta los informes de inteligencia a diario. Otras fuentes de la Administración han señalado en el pasado que el mandatario no lee los documentos y solo atiende los resúmenes orales.Las acusaciones contra Rusia no son nuevas en Afganistán, donde durante los últimos años funcionarios afganos han culpado a Moscú de apoyar a los talibanes para socavar la misión de EE UU y de la OTAN en el país asiático —coalición en la que participa España, como miembro de la Alianza Atlántica—. Lo que sí sería nuevo es la responsabilidad del presidente y la inacción de la Administración, que habrían puesto en peligro la vida de las tropas y los socios de coalición.

Por ahora, el Pentágono también se alinea con lo expresado desde la Casa Blanca. Según ha explicado su portavoz, Jonathan Hoffman, Defensa está evaluando la información de Inteligencia sobre la presunta implicación del GRU, y que este llevase a cabo una “actividad maliciosa contra las fuerzas de Estados Unidos y de la coalición en Afganistán”. El Pentágono ha asegurado que hasta el momento no ha hallado ninguna prueba que corrobore que Rusia ofreció dinero a los talibanes para que mataran a soldados estadounidenses y aliados en Afganistán.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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