Un herido a tiros en una manifestación antirracista en Albuquerque, Nuevo México

En la ola de protestas que recorre Estados Unidos desde hace un mes, se han oído disparos por primera vez. Una pequeña protesta ante la estatua de un explorador español del siglo XVII en Albuquerque, Nuevo México, derivó este domingo en un enfrentamiento en el que un miembro de una supuesta milicia armada disparó al aire. Una persona resultó herida. El incidente, aún confuso, fue captado por teléfonos móviles y recorrió las redes sociales. La policía local investiga las circunstancias y la gobernadora de Nuevo México ha prometido la máxima contundencia contra los “instigadores” del incidente.

La manifestación en Albuquerque se ha convertido en las últimas horas en la versión más extrema de la deriva que puede tomar la tensión callejera iniciada con la muerte de George Floyd. Las masivas protestas habían dejado pocas escenas de violencia para lo que han sido. Algunos saqueos a comercios en los primeros días, algunas actuaciones violentas de la policía, quemas de coches y, en la mayor desgracia hasta ahora, un hombre muerto a manos de la policía en Atlanta. Lo de Albuquerque, aunque pequeño como incidente y sin consecuencias, es un enfrentamiento entre civiles en el que alguien saca una pistola.

La información sobre lo que ocurrió es aún confusa. Unas decenas de personas se manifestaban el domingo por la tarde para pedir la retirada de la estatua del español Juan de Oñate en la ciudad. La animadversión de algunos grupos contra la estatua no es nueva. Según el relato del Albuquerque Journal, cuando la manifestación había alcanzado la estatua, una persona comenzó a dañar la base con un pico. Entonces apareció un grupo que se autodenomina New Mexico Civil Guard, una especie de milicia armada, que se enfrentó físicamente a los manifestantes.

En los vídeos publicados en redes se puede ver a un hombre con una camiseta azul que se enfrenta a los manifestantes y en un momento dado arroja al suelo a una mujer violentamente. Otras personas le persiguen y se dan cuenta de que va armado. Cuando tratan de desarmarlo, se oyen cuatro tiros y la gente sale corriendo aterrorizada.

La víctima se llama Scott Williams. Recibió varios disparos en el torso y se encuentra en situación crítica pero estable, según informó la policía el lunes por la noche. La policía detuvo a un hombre llamado Steven Ray Baca, de 31 años, como supuesto autor de los disparos. La policía tenía prevista una rueda de prensa el martes para informar del incidente.

La gobernadora de Nuevo México, la demócrata Michelle Luján Grisham, se declaró “horrorizada y asqueada más allá de las palabras por la violencia” y cargó contra la autodenominada milicia por acosar a los manifestantes. “Voy a ser muy clara: no hay sitio en Nuevo México para una supuesta milicia violenta que busca aterrorizar a sus ciudadanos”, dijo en un comunicado. “Los instigadores serán erradicados, investigados, y responderán de sus actos con todo el peso de la ley”.

Las protestas por la brutalidad policial y el racismo institucional se extendió a las estatuas que simbolizan tiempos de esclavitud, como las de los líderes confederados, y se ha mezclado en los últimos días con el rechazo a la herencia española. Las manifestaciones se dirigen por todo Estados Unidos contra estatuas de Cristóbal Colón, al que consideran un símbolo de racismo y cuyos monumentos públicos son objeto de polémica desde hace años. En Albuquerque, la exploración española de Norteamérica la simboliza Juan de Oñate (nacido en México en 1550), fundó Santa Fe y lideró la exploración del río Colorado en el siglo XVII. Aunque es el fundador de Nuevo México, los episodios de crueldad de Oñate con los nativos están documentados y pesaron en su caída en desgracia. El lunes, la estatua del conquistador español fue retirada por razones de seguridad.