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Polémica en Portugal por comprar ropas antiincendios inflamables

Miles de chalecos y bragas antihumos fueron distribuidos en 1.900 aldeas lusas por empresas ligadas al partido socialista

Un bombero trata de apagar un fuego el pasado 22 de julio en Casais de São Bento, en el centro de Portugal.
Un bombero trata de apagar un fuego el pasado 22 de julio en Casais de São Bento, en el centro de Portugal.PATRICIA DE MELO MOREIRA (AFP)

Incendio en Portugal por la campaña contra incendios. Un adjunto del secretario de Estado de Protección Civil ha dimitido por la compra de lotes antiincendios, que además de ser inflamables y caros, existen intereses comerciales entre los fabricantes y destacados dirigentes socialistas regionales.

La trama, desatada por el diario Público, comenzó con el descubrimiento de que las bragas, o bufandas para colocarse en la boca con el fin de no tragar humo, estaban fabricadas con material inflamable. A esta primera contradicción le sucedió que, además, el precio del contrato fue superior a los precios normales que el Gobierno, en un primer momento, justificó por la urgencia del encargo.  Finalmente, se ha descubierto que el responsable del encargo fue un adjunto al secretario de Estado de Protección Civil, Artur Neves. Más aún, su hijo, Nuno Neves, ha firmado varios contratos con organismos públicos, algo que prohíbe la ley de incompatibilidades.

Fueron más de 15.000 lotes de chalecos reflectantes y 70.000 bragas de cuello antihumo, que se repartieron por las aldeas con riesgo de incendios. El reparto forma parte de la campaña Aldeas Seguras, Personas Seguras, cuyos folletos también fueron impresos por otra empresa ligada al Partido Socialista portugués. Todo, sin concurso público alguno, ya que el Gobierno argumentó circunstancias urgentes para obviar este mecanismo obligatorio.

La política contraincendios es el punto débil para la reedición del Gobierno socialista en octubre

El dimisionario, Francisco José Ferreira, era adjunto del secretario de Estado de Protección Civil y líder del Partido Socialista en Arouca, Artur Neves, que trabajó de pastelero hasta ser fichado para “ejercer funciones de técnico especialista” de Protección Civil en 2017. Ferreira ha declarado que fue él quien adjudicó los contratos de las bragas antiincendios inflamables.

Los contratos fueron adjudicados a empresas ligadas al Partido Socialista de Portugal, la mayoría de ellos a Brain One, una compañía que tiene varios acuerdos con el Ayuntamiento de Arouca, municipio que fue gobernado por Neves entre 2015 y 2017. La otra empresa es Foxtrot Aventura, propiedad del marido de una alcaldesa socialista en Guimarães.

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La polémica ha saltado en plena temporada de incendios, en vísperas electorales, lo que aventa las críticas contra el Ejecutivo socialista y sus dirigentes, que culpan a todos de los fuegos excepto a su Administración. En los recientes incendios de Mação, el ministro de Interior, Eduardo Cabrita, acusó a su alcalde de no haber activado el plan de emergencia, lo que provocó la crítica de las autoridades municipales.

En 2017, 112 personas fallecieron en grandes incendios, principalmente en Pedrógao, en el mes de junio, y en Penacova, en octubre. La tragedia no dañó electoralmente al Partido Socialista gobernante, que cosechó resultados históricos en las municipales y en las recientes europeas. Pero   otra tragedia forestal podría dañar las perspectivas de reedición del Gobierno socialista, como pronostican todas las encuestas. Es su punto débil —junto a los servicios públicos en salud y transporte— y la oposición intenta sacar partido de esos fallos.

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