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Triunfo socialista en medio de una abstención récord en Portugal

El Bloco de Esquerda da el 'sorpasso' al Partido Comunista

El primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, vota en Lisboa el 26 de mayo de 2019.
El primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, vota en Lisboa el 26 de mayo de 2019. Inacio Rosa (EFE)

El Partido Socialista de Portugal (PS) se impuso el domingo claramente en las elecciones europeas, confirmando todas las encuestas. El PS, con un 33,4% de los votos, aventajó al socialdemócrata PSD en 11 puntos, ambos seguidos a larga distancia por el Bloco de Esquerda (9,8%), CDU (PC más Verdes), 6,8%, el derechista CDS (6,2%) y el ecologista PAN (5%), que fue la sorpresa de la jornada y logra un eurodiputado. Sin embargo, Portugal firmó un récord negativo, la menor participación de su historia democrática.

La mayoría absoluta de estas elecciones europeas la logró la abstención. Si en 2014 solo votó el 33,8% del censo, el domingo se batió el récord al votar el 31,4%. Ni siquiera surtió efecto el llamamiento in extremis del popular presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, para que los portugueses fueran a votar. El sábado por la noche, el presidente, previendo lo que podría ocurrir, emitió un mensaje por radio y televisión para que los portugueses hicieran “el pequeño sacrificio de votar”. Rebelo de Sousa afirmó que sería “un error enorme dejar en las manos del 20% o 25% una decisión que es de todos”, y subrayó que una fuerte abstención crea democracias débiles y que, históricamente, ha abierto el camino a poderes absolutos.

La alta abstención empaña la interpretación de los resultados del domingo y de los pronósticos ante las elecciones legislativas que celebrará Portugal el próximo octubre y cuando votará el doble de gente. Aún así, es incontestable la victoria de los socialistas del primer ministro, António Costa, sobre el centroderecha, tal y como pronosticaban todas las encuestas, aunque no por tanta diferencia. Es el mayor triunfo socialista en 20 años.

La victoria es también un refrendo a los cuatro años de Gobierno socialista en minoría, con el apoyo parlamentario del Bloco de Esquerda y el Partido Comunista (PC). Un apoyo, pues, a su forma de gobernar y de salir de la crisis, cumpliendo con la ortodoxia impuesta por Bruselas y, a la vez, con las exigencias de sus aliados antieuropeístas.

Los ecologistas del PAN entran en la eurocámara con el 5% de los votos, la sorpresa de la jornada

Rebaja del triunfalismo

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Sin embargo, una segunda mirada a los resultados de 2019 y 2014 rebajan el triunfalismo socialista. En 2014, con la troika en el país y el PSD en el Gobierno, el PS —entonces dirigido por António Seguro— ganó por cuatro puntos a la coalición formada por el PSD del primer ministro Passos Coelho y el CDS de su vicepresidente, Paulo Portas. Hoy, PSD y CDS han presentado listas separadas y si se sumaran sus votos, la victoria del PS se rebajaría a seis puntos.

Hace cinco años, la tercera fuerza fue el PC, con el 12,7% de los votos. El domingo perdió la mitad (6,8%). Su cabeza de lista, João Ferreira, ha culpado a los medios de comunicación por no prestarle la atención que esperaba.

En 2015, la sorpresa fue una coalición bautizada Movimento Da Terra (7,1% y dos escaños) que ahora ha desaparecido del Europarlamento, y la quinta fuerza fue el Bloco de Esquerda, con el 4,6% de los votos emitidos y un diputado. Ahora suma el 9,5% y dos diputados, en un sorpasso al PC. No es la primera vez que ocurre, pero nunca de forma tan contundente. Son casi tres puntos de diferencia a favor del Bloco de Marisa Matías. “El mapa político de la izquierda está cambiando”, declaró Matías poco después de conocer los resultados. “Ya somos la tercera fuerza política del país”.

Desde la aparición del Bloco, hace veinte años, lleva anunciándose la muerte del PC, pero este mantiene un votante fiel. En las municipales de 2017 superó claramente al Bloco (9,5% contra el 3,3%). Su secretario general, Jerónimo de Sousa, no ha querido esconder el bajón.

La sorpresa de la jornada, sin embargo, es la entrada en la Eurocámara de los ecologistas del PAN (Personas, Animales, Naturaleza). Su líder y único diputado nacional, André Silva, ha conseguido extender el mensaje gracias a su trabajo en el Parlamento portugués, con su solitario pero activo diputado.

La campaña europea ha sido el preludio de las legislativas del 6 de octubre, que Costa espera ganar con relativa comodidad aunque sin mayoría absoluta. El primer partido de la oposición, el PSD, tiene cuatro meses para asentar el liderazgo de Rui Rio, que ha anunciado que no dimite y que se siente con fuerzas para ganar. Aún así, en su habitual trayectoria desconcertante, declaró en la noche electoral: "Subimos, pero poco".

Pero todas las valoraciones quedan empañadas por la abstención. El primer ministro y líder socialista pidió “una reflexión profunda a todos los políticos y a los medios de comunicación” sobre la abstención en Portugal, que empieza a ser endémica. Raramente se vota por encima del 55%.

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