EEUU señala a Irán como presunto culpable del ataque a dos petroleros en el estrecho de Ormuz
La Quinta Flota asegura que los restos del artefacto tienen un "parecido sorprendente" con explosivos de fabricación iraní y afirma tener huellas de los posibles sospechosos de la colocación de las minas
Los explosivos utilizados para atacar un petrolero japonés la pasada semana en el estrecho de Ormuz tienen "un sorprendente parecido" con las minas utilizadas por Irán, según ha dicho este miércoles un experto del Ejército de EE UU.
El comandante Sean Kido, de la Quinta Flota de Estados Unidos, ha mostrado un imán y otros restos del artefacto de origen presuntamente iraní en la base cercana a Fujairah (Emiratos Árabes Unidos) a los reporteros. Según Kido, el daño causado al barco no concuerda con un objeto lanzado a distancia, sino con un explosivo adherido al casco del buque. Los materiales recuperados, aluminio y otros metales, concuerdan, dice EE UU, con una bomba de fabricación iraní. El comandante ha precisado que "la mina magnética" era "reconocible" y que se "parecía en todos los aspectos a las minas iraníes visibles en los desfiles militares" en este país y producidas por una compañía con vínculos con la Guardia Revolucionaria.
El incidente, que también afectó a otro petrolero noruego, fue calificado desde un primer momento por EE UU como un ataque procedente de Irán. El Mando Central del Ejército incluso publicó un vídeo en el que se observa un barco de pequeñas dimensiones junto a uno de los buques atacados. El incidente se produjo justo cuando el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se encontraba en Teherán tratando de mediar entre Irán y Estados Unidos tras la reciente escalada entre estos dos países.
El petrolero noruego Front Altair, procedente de Ruwais (Emiratos Árabes Unidos) con destino a Taiwán y cargado con 75.000 toneladas de nafta (un destilado del crudo), se incendió a las 4.05 (GMT), después de que sus tripulantes oyeran una “fortísima explosión”. El japonés Kokuka Courageous, que transportaba metanol a Singapur desde el puerto saudí de Jubail, sufrió dos impactos en el plazo de tres horas, según informó la empresa propietaria, Kokuka Sangyo, lo que le produjo un boquete sobre la línea de flotación en uno de sus costados. Las tripulaciones fueron evacuadas indemnes, aunque un miembro del Kokuka Courageous resultó herido leve. El lugar donde se colocaron los explosivos hace pensar que "la intención no parece que fuera hundir el barco", ha asegurado Kido. Este, además, ha asegurado que han logrado huellas de los posibles sospechosos de haber colocado el artefacto.
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