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Los militares de Sudán anuncian elecciones en nueve meses

La junta castrense, que tomó las riendas del país tras derrocar a Al Bashir, rompe los acuerdos previos con los manifestantes y desata una represión en la calle con 35 muertos

Un manifestante junto a un neumático ardiendo el 3 de junio durante la represión de la protesta en Jartum. En vídeo, declaraciones del portavoz de la ONU y del jefe del Consejo Militar de Sudán.Vídeo: EBRAHIM HAMID (AFP) / EPV
José Naranjo

La junta militar sudanesa, en el poder tras derrocar a Omar al Bashir el pasado 11 de abril, anunció este martes la ruptura de los acuerdos alcanzados con los manifestantes que forzaron su caída y la convocatoria de elecciones generales en un plazo de nueve meses. Dicho anuncio se produce 24 horas después del violento desalojo de la acampada de protesta que exigía el traspaso del poder a una autoridad civil, operación dirigida por los militares que provocó 35 muertos, según los propios manifestantes.

En un mensaje televisivo a la nación, el presidente del Consejo Militar de Transición, el general Abdelfatá al Burhan, atribuyó al movimiento ciudadano que ha liderado las protestas, la Alianza por la Libertad y el Cambio (ALC), la responsabilidad por la falta de un acuerdo global y anunció la convocatoria de comicios bajo supervisión regional e internacional dentro de nueve meses, así como la formación inmediata de un gobierno para llevar las riendas del país hasta entonces, informa Reuters. “La obtención de la legitimidad y el mandato sólo puede proceder de las urnas”, aseguró Al Burhan.

La composición de este gobierno no está aún clara, pero el líder de los generales deslizó durante su mensaje que estaría presidido por la propia junta militar y que su principal misión, además de organizar los comicios, sería “imponer la paz y permitir las libertades”, informa Efe.

Brutalidad contra los manifestantes

La intervención que ha desencadenado la ruptura de las negociaciones tuvo lugar este lunes cuando miembros de las fuerzas de seguridad fuertemente armados irrumpieron en la protesta que rodea el cuartel general de las Fuerzas Armadas en Jartum, la capital sudanesa, y desalojaron a la fuerza a los manifestantes. Un periodista de France Presse relató que se produjeron disparos. El comité de médicos sudaneses asegura que hubo 35 muertos y 116 heridos.

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El general Al Burhan mostró su pesar por la violencia, que describió como “una operación para limpiar la calle Nilo” y anunció que se abrirá una investigación. Miembros de la junta castrense, que había exigido días atrás la disolución de la protesta para recuperar “la normalidad”, han asegurado que la operación estaba dirigida contra “delincuentes” que se habían infiltrado en la protesta.

La comunidad internacional ha rechazado con firmeza estos asesinatos. Estados Unidos condenó la “brutal represión militar”, mientras que el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, mostró su rechazo al “uso excesivo de la fuerza” y exigió una investigación independiente. Reino Unido y Alemania demandaron una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, que podría celebrarse a puerta cerrada en las próximas horas, avanza France Presse.

Mientras, la Asociación Sudanesa de Profesionales, miembro de la ALC, ha llamado a la población a “manifestarse pacíficamente” este martes para “orar por los mártires”, así como al comienzo de una campaña de “desobediencia civil” que coincide con el fin del Ramadán, el mes santo musulmán. Este movimiento ciudadano asegura que la “masacre” del lunes es sólo responsabilidad de la junta militar y que muestra que los generales representan la continuidad del régimen de Al Bashir.

Los acuerdos que se habían alcanzado y que quedan rotos incluían la creación de un Consejo Soberano de Transición que debía regir el país durante tres años hasta la celebración de elecciones. Sin embargo, militares y manifestantes fueron incapaces de ponerse de acuerdo respecto a la composición de dicho consejo, pues los primeros querían seguir manteniendo el poder mediante la presidencia y una amplia representación mientras que el movimiento ciudadano exigía que fueran civiles quienes encabezaran la transición.

La junta castrense ha recibido fuertes presiones internas de la sociedad civil y partidos de oposición y externas procedentes de la Unión Europea, Estados Unidos y la Unión Africana para que ceda el poder, pero al mismo tiempo ha sabido labrarse los apoyos de países clave del mundo árabe, como Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que le han expresado su sostén para restaurar la paz y la convivencia en Sudán. De igual modo, movimientos islamistas han expresado su respaldo a la junta militar después de que esta anunciara su intención de mantener la sharía o ley islámica como fuente del Derecho en la futura Constitución.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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