May afronta un serio revés en las elecciones municipales
Los conservadores asumen que pagarán la factura por su manejo del Brexit
El Partido Conservador del Reino Unido, liderado por Theresa May, se dispone a comprobar al final de la mañana de este viernes, cuando concluya el recuento de las elecciones municipales celebradas el día anterior, si el torpe manejo del Brexit se traduce en un retroceso en el apoyo de los votantes o en un total descalabro. 8.425 candidatos a concejal, de 248 municipios, se enfrentaron a las urnas en unos comicios que no suelen deparar sorpresas, pero que en el actual clima de incertidumbre son el termómetro del estado de ánimo del votante de derechas.
Los británicos empiezan a acostumbrarse a que sus citas electorales ya no sean ejemplo de estabilidad sino la montaña rusa que experimentan otros países europeos. En 2015, cuando coincidieron elecciones generales y locales, se cumplió la norma, y la inesperada victoria de David Cameron se tradujo en una notable ventaja de concejales conservadores por toda Inglaterra. Desde entonces, el referéndum del Brexit, la dimisión de Cameron, o el fracaso de las elecciones anticipadas forzadas por Theresa May, han hecho trizas cualquier expectativa de inercia del votante medio.
Las previsiones más manejadas en los últimos días anticipan que los conservadores podrían perder hasta 800 concejales. Pero es un cálculo que necesita ser tomado con prudencia. Nadie sabe hasta qué punto el irrespirable clima de la política nacional va a ser determinante en el resultado, o si los ciudadanos acudirán a las urnas con las preocupaciones locales en la cabeza.
La llamada de Johnson
“Piensen lo que piensen sobre lo que está ocurriendo en Westminster [Parlamento del Reino Unido] y nuestro fracaso en el intento de abandonar la UE, los electores son capaces de darse cuenta de que no tiene sentido volcar su frustración en los concejales conservadores que han demostrado su eficacia y su alta capacidad de trabajo”, ha escrito en su columna semanal de The Daily Telegraph el líder euroescéptico Boris Johnson, en un intento preventivo de esquivar cualquier responsabilidad personal de la previsible derrota.
Los dos partidos que han irrumpido con fuerza dispar en la escena política británica, el Brexit Party del ultranacionalista Nigel Farage, y Change UK, una formación proeuropea integrada básicamente por exlaboristas, no participan en estas elecciones locales y concentran todas sus energías en los comicios al Parlamento Europeo de finales de mes. Cualquier retroceso de los conservadores debería, en teoría, beneficiar a los laboristas y a los liberal demócratas. Dado que el descontento con el manejo del Brexit se reparte de modo muy igualado entre los dos principales partidos, la tercera formación confía en ser la gran beneficiada de la jornada.
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