El ‘Braxit’ de Bolsonaro
Un análisis de la actualidad internacional a través de artículos publicados en medios globales seleccionados y comentados por la revista 'CTXT'
Ya diseccionada la victoria de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de Brasil, los analistas dejan a un lado el escapelo para concentrarse ahora en lo que depara el futuro al país. El director del Instituto de Estudios Sociales Tricontinental, Vijay Prashad, intenta responder en un artículo para el medio indio NewsClick a la pregunta de qué consecuencias geopolíticas tendrá la presidencia de Bolsonaro, sobre todo la posibilidad de que Brasil abandone el grupo BRICS —un posible Braxit— y busque su integración en la OCDE, un objetivo que ya había expresado su predecesor en el cargo, Michel Temer.
Según Prashad, los diplomáticos brasileños creen que Brasil no puede permitirse abandonar de manera precipitada el grupo que forma junto a Rusia, India, China y Sudáfrica sin sufrir daños económicos o políticos, incluso si Bolsonaro otorga más importancia a lo ideológico y no oculta su interés en que el país regrese a la órbita estadounidense. Además, el analista indio señala que el Brasil de Bolsonaro se convertirá con toda seguridad en una base para librar una "guerra híbrida contra Venezuela y Bolivia".
Desde las páginas de La Vanguardia, el corresponsal volante del periódico, Andy Robinson, intenta desentrañar las claves del fenómeno Bolsonaro con una entrevista a Luiz Eduardo Soareas, el autor de Elite da Tropa, el libro en que se basó la conocida película Tropa de Elite (José Padilha, 2007). “La retórica de Bolsonaro permitirá una intensificación de la violencia policial; los policías están esperando ese momento para sentirse totalmente libres para actuar”, lamenta Soareas, que teme que la relajación de las leyes que ha prometido el nuevo presidente brasileño acabe produciendo "un baño de sangre". Cabe recordar que entre los años 2013 y 2017 unas 13.387 personas murieron a manos de la policía en el estado de Río, unas siete al día, principalmente en las favelas. Ese mismo día supimos por los medios brasileños que en la nueva Cámara de Diputados de Brasil cae el número de médicos y profesores entre los diputados y aumenta el de líderes evangélicos (de 11 a 19) y el de policías y militares (de 19 a 28), aunque la mayoría de los 513 parlamentarios son empresarios o administradores de empresas (135) y abogados (102). El dato lo difundió Folha de S. Paulo, uno de los medios que se encuentra en el punto de mira de Bolsonaro, que ya ha declarado que piensa retirarle les ayudas públicas, con lo que el diario "está acabado".
El legado de Merkel
Mucho ha dado de que hablar el anuncio de Angela Merkel de no presentarse a la reelección en 2021 y abandonar la dirección de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Detrás de los retratos con demasiada frecuencia beatíficos de la canciller —una excepción es el que hizo Rafael Poch-de-Feliu para CTXT— se esconde una realidad muy diferente. El semanario Der Spiegel se hacía eco por ejemplo un estudio del Instituto de Investigación Económica y Social (WSI) de la Fundación Hans Böckler, perteneciente a la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), realizado a 11.000 hogares desde 1991 y según el cual la pobreza persistente ha pasado del 3,1% en la década de los noventa al 5,4% y la tasa de pobreza, del 11,19% al 16,79%. "La pobreza es un veneno cuyos efectos se dejan notar a largo plazo y son para largo, y quien cae en la pobreza es marginado de inmediato de la sociedad", se afirma en el semanario. La DGB reclama medidas para cerrar la creciente brecha social, entre ellas reducir el desempleo de larga duración, ofrecer más y mejores oportunidades educativas a los niños de las familias afectadas y facilitar medidas de conciliación familiar.
El 9 de noviembre es una fecha muy especial en Alemania. Un 9 de noviembre de 1989 se abrió el tránsito entre las dos Alemanias y comenzó la caída del Muro de Berlín. Otro 9 de noviembre, en 1938, los nazis llevaron a cabo la noche de los cristales rotos (Kristallnacht). El diario Junge Welt reivindica otro 9 de noviembre, del que este año se cumplen cien: el de la insurrección de los marineros en Kiel. El motín comenzó en el puerto de Wilhelmshaven el 3 de noviembre, le siguió la formación de consejos de soldados y desencadenó en una serie de acontecimientos que desenvocó en la llamada Revolución de noviembre y la proclamación de la república. Por partida doble: a las 14:00 el socialdemócrata Philipp Scheidemann proclamaba la República alemana desde un balcón del Reichstag, y dos horas más tarde el espartaquista Karl Liebknecht hacía lo propio unos centenares de metros más allá con el nombre de República Socialista de Alemania. Del aniversario de 1989, por cierto, nos enteramos por una investigación de Radio Berlin Brandenburg (RBB) que la cifra real de muertos a causa del Muro de Berlín es inferior a la oficial. De las 327 víctimas del informe comisionado por el Gobierno alemán en 2012, al menos 50 personas podrían haberse incluido de manera incorrecta, entre ellas los de varios agentes de la guardia fronteriza de la RDA que se suicidaron por diferentes motivos y el de un antiguo miembro de las Waffen-SS que fue ejecutado en Moscú después de intentar huir a Alemania occidental para evitar ser juzgado por crímenes de guerra.
En la vecina Austria, mientras tanto, continúa el debate en torno a la decisión del Gobierno de coalición entre conservadores y derecha radical de abandonar el Pacto Mundial para la Migración de la ONU. La medida no solamente ha sido rechazada por socialdemócratas y verdes, que sostienen que perjudica la imagen internacional de Austria —Viena es una de las cuatro sedes de Naciones Unidas junto con Nueva York, Ginebra y Nairobi—, sino también por políticos del Partido Popular Austriaco (ÖVP) del canciller Sebastian Kurz, como el ex vicecanciller Erhard Busek o el eurodiputado Othmar Karas, como informaba el diario Kurier. El FPÖ y los grupos que están a su derecha, como los llamados Identitarios, celebran en cambio la decisión como una victoria, según consignaba Petra Stuiber para Der Standard. El miércoles hubo en Viena marchas de protesta contra el ministro de Interior, Herbert Kickl, y el jueves, contra el Gobierno.
Francia: a vueltas con el laicismo
Francia fue noticia esta semana por varios motivos, como la llamada de Macron a crear un "verdadero Ejército europeo" con el que protegerse de "China, Rusia e incluso EE UU", el arresto de seis personas vinculadas a la extrema derecha que planeaban llevar a cabo un atentado contra el presidente francés o la polémica inclusión del mariscal Philippe Pétain en un homenaje a los militares que llevaron a Francia a la "victoria" en la Primera Guerra Mundial. Pero ha habido mucho más.
Macron prometió reformas a su llegada al Palacio del Elíseo y el lunes Le Monde informó de la posibilidad de una de ellas, que consistiría en la modificación de la ley de separación de la Iglesia y el Estado de 1905. Según reveló un asesor del presidente, el objetivo de la reforma de esta ley, considerada uno de los pilares del laicismo del Estado francés, es "hacer conscientes a los administradores de los lugares de culto de sus responsabilidades, prevenir las derivas [extremistas] y reducir la influencia extranjera" de determinados Estados, actores paraestatales e incluso privados, concediendo más autonomía a las asociaciones locales, a las que se demandará no obstante una mayor transparencia financiera, obligándolas a notificar las aportaciones de más de 10.000 euros y reservándose el Estado el derecho a veto.
La presidenta de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, respondió casi de inmediato. "Para satisfacer las reivindicaciones del islam radical, el Gobierno quiere la piel de la ley de 1905 sobre el laicismo, ¡nos encontrarán en el camino!", escribió Le Pen en su cuenta de Twitter. Si el proyecto de ley avanza, Macron podría enzarzarse en un debate que amenaza con lastrar sus pronósticos de intención de voto. La semana comenzó con la noticia de que Agrupación Nacional supera por un punto a La República En Marcha en los sondeos para las próximas europeas.
El presidente de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, se desmarcó por el momento de este debate y puso el acento en lo social con una visita a Marsella, donde dos edificios se desplomaron debido a su mal estado acabando con la vida de al menos cinco personas. Varios vecinos declararon a los medios que la situación de los edificios era de sobra conocida desde hacía tiempo sin que las autoridades hiciesen nada. Según Mélenchon, que visitó el barrio y habló con los afectados, en toda Francia hay tres millones de edificios en mal estado, de los cuales 400.000 presentan defectos y fallas severas.
El socialismo democrático se abre paso en EE UU
Las Midterms (legislativas) de 2018 estaban consideradas como un referendo sobre Trump e incluso como un referendo sobre la democracia misma, como llegó a titular Vox. Además del enfrentamiento entre el Partido Republicano y el Demócrata, este año convenía poner la lupa sobre este último por las transformaciones que se están produciendo en su seno. En este sentido, el día anterior a las elecciones The Intercept dedicó un reportaje a los intentos de la maquinaria del Partido Demócrata por atajar el ascenso de candidatos socialistas en su partido, de manera destacada la neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez.
El editor de Jacobin, Bhaskar Sunkara, propone crear un caucus de socialistas democráticos para evitar que los candidatos elegidos que representan a esta corriente terminen siendo cooptados por lo que denomina "demócratas corporativos" por sus estrechos vínculos con el mundo empresarial. "Hoy día la mayoría de políticos procede de la élite, están financiados por las grandes corporaciones y escogen sus ideas de lobbies con intereses empresariales", escribe Sunkara, quien mantiene que con un caucus socialista "podremos elegir a políticos de clase obrera, reunirlos, encontrar canales de financiación alternativos, fundar institutos de investigación que les ayuden a diseñar políticas y empoderar a la sociedad civil para efectuar un cambio real". El editor de Jacobin cree incluso que "eventualmente, será necesario formar un partido independiente, con raíces en los puestos de trabajo y las calles, que sea capaz de amenazar al capital en sus fundamentos".
"América votó y el clima perdió". Así titulaba The New Republic un artículo que lamentaba los resultados de las elecciones desde una perspectiva ecologista. "Los demócratas no consiguieron la marea azul que querían, pero fue incluso peor para los ecologistas. No hubo ninguna marea verde. Y esto se debe, en parte, a las sumas récord invertidas por la industria de combustibles fósiles para oponerse a las iniciativas medioambientales, pero también al fracaso del Partido Demócrata a la hora de llamar la atención sobre el fenómeno", señalaba Emily Atkin. La autora recordaba cómo, además de la reelección de varios negacionistas del cambio climático, los votantes de Colorado rechazaron limitar el fracking, los de Arizona, incrementar las energías renovables, y los de Washington, crear un impuesto sobre el carbono que hubiese sido pionero en el país.
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