Los países nórdicos instan a la población a prepararse para una posible guerra
Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca publican guías con instrucciones a la ciudadanía para protegerse en caso de crisis
Los países nórdicos, en medio de una creciente tensión con Rusia, renuevan sus recomendaciones a la población sobre cómo prepararse para un hipotético escenario de guerra. El Gobierno sueco comenzó este lunes a distribuir por todos los hogares del país —por quinta vez desde la II Guerra Mundial— un folleto con decenas de consejos, como tener reservas de alimentos no perecederos y almacenar agua embotellada, mientras que el de Finlandia lanzó una web que recopila todas las advertencias en caso de crisis o conflicto. Noruega, por su parte, envió a principios de mes a todos los ciudadanos unos folletos que incluyen una especie de inventario doméstico, con elementos como velas o cerillas, para situaciones de emergencia. Y el Gobierno de Dinamarca publicó este verano por primera vez este tipo de recomendaciones, que contemplan la hipótesis de escenarios “sin electricidad ni agua potable”.
Las guías difundidas por los cuatro países nórdicos no se refieren exclusivamente a situaciones de guerra. Los consejos abarcan también la preparación para desastres naturales, con especial hincapié en las inundaciones, pandemias, ciberataques o actos de sabotaje. Y en ningún caso citan a Rusia, aunque sí inciden en la necesidad de abastecerse de pastillas de yoduro de potasio por si hubiera un accidente o ataque nuclear (Moscú posee armamento nuclear y acaba de renovar la doctrina que regula su uso para ampliar los supuestos en los que puede emplearse).
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, las autoridades en Estocolmo han alertado reiteradamente a su población de que no puede descartarse una eventual situación de guerra en su territorio. Micael Bydén, el comandante supremo de las Fuerzas Armadas Suecas, instó en enero a la ciudadanía a “prepararse mentalmente” para esa posibilidad. Los folletos de 32 páginas que recibirán los más de cinco millones de hogares suecos durante las próximas dos semanas recalcan: “En caso de ataque, todos debemos contribuir a la defensa de la independencia de Suecia y de nuestra democracia”.
El folleto distribuido en Suecia, titulado Om krisen eller kriget kommer (En caso de crisis o guerra), es una actualización del que ya se envió en 2018, y anteriormente en 1943, 1952 y 1961. El prólogo reza: “Vivimos tiempos inciertos. En nuestro rincón del mundo se libran actualmente conflictos armados. El terrorismo, los ciberataques y las campañas de desinformación se utilizan para minar nuestra moral”. Viktoria Asp, analista sénior en la Academia Superior de Defensa Nacional en Estocolmo, subraya en un correo electrónico que “la situación de seguridad en Suecia es hoy más grave que en 2018, los políticos suecos la describen como la más preocupante desde la II Guerra Mundial″. Asp destaca que prueba de ello es que el tono del folleto de este año es “más serio” que en el de hace seis años, y está “más centrado en una posible guerra”. En la edición de 2024 se incluyen nuevos consejos para una evacuación, dónde refugiarse en caso de bombardeo, cómo detener una hemorragia, sugerencias para afrontar la ansiedad o para proteger a los animales domésticos, y recomendaciones para comunicarse con los niños sobre una hipotética crisis o guerra y para ayudar a los grupos de población especialmente vulnerables.
En el caso de Finlandia, que, como Suecia, se ha incorporado recientemente a la OTAN, el Gobierno lanzó el lunes una página web que compila todas las recomendaciones para casos de crisis o guerra. En una entrevista reciente con el diario Helsingin Sanomat, Erikka Koistinen, directora de Comunicación en el Ministerio del Interior, declaró: “Si hubiera una crisis grave, las autoridades no van a llegar a todos los lugares y a ayudar a toda la población en todo momento, por eso necesitamos que los ciudadanos tengan la capacidad de cuidar de sí mismos durante al menos unos días”. A diferencia de Suecia o Noruega, Finlandia ha optado por difundir las recomendaciones digitalmente. “Imprimirlas costaría millones, y no se podrían actualizar tan fácilmente”, sostuvo Koistinen. Matti Pesu, investigador del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales, desarrolla por teléfono que en Finlandia “el esfuerzo ha sido más discreto” que en Suecia, donde la campaña informativa tendrá un mayor impacto. Pesu incide en que, a pesar de que la nueva web ha sido anunciada a través de la radio y otros medios de comunicación, las recomendaciones llegarán a una menor parte de la población que en Suecia.
El caso de Noruega guarda bastantes similitudes con el sueco. El Gobierno optó por enviar este mes a todos los hogares un folleto con las indicaciones a seguir para estar preparado en caso de guerra, y la última vez que lo había hecho fue en 2018. Entre las sugerencias destaca una lista con todo lo que debe almacenarse en casa, por si “se produjera el peor escenario posible, una guerra”, que incluye desde velas y cerillas, a un kit de primeros auxilios o una radio que funcione con pilas. Y como en Suecia, distintos altos cargos del ejército de Noruega han alertado recientemente del riesgo de que el conflicto en Ucrania se extienda hasta su territorio. Entre ellos, el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Eirik Kristoffersen, quien en junio sostuvo que “en dos o tres años Rusia tendrá la capacidad de atacar de algún modo a miembros de la OTAN”.
En Dinamarca, donde las autoridades no habían emitido ningún tipo de recomendaciones para una posible guerra desde los años sesenta, la Agencia de Gestión de Emergencias creó una web en julio y empezó a enviar correos electrónicos a la población adulta en los que se recogen los consejos básicos para una situación crítica. “Todos debemos estar preparados para la posibilidad de que, durante un período breve de tiempo, no tengamos electricidad ni agua potable, ni la posibilidad de comprar productos básicos”, declaró Troels Lund Poulsen, el ministro de Defensa.
Creciente tensión con Rusia
Pesu, del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales, subraya “la feliz coincidencia de que todos los países nórdicos hayan publicado sus recomendaciones casi al mismo tiempo”, poco antes de que la tensión con Rusia se haya disparado aún más —con la aprobación de la nueva doctrina militar rusa que permite responder a un ataque convencional con armas nucleares, y con la luz verde del Gobierno de Estados Unidos a que Ucrania use sus misiles de largo alcance en territorio ruso— aunque destaca que no ha habido ningún tipo de coordinación y que también hay amplias diferencias entre cada caso.
En Lituania, Letonia y Estonia, tres antiguas repúblicas soviéticas integradas en la UE y la OTAN, y fronterizas con Rusia, las recomendaciones de este tipo se difundieron poco después de la anexión rusa de la península ucrania de Crimea, en 2014. Y en el Reino Unido, en junio se creó una web con instrucciones en caso de catástrofe y consejos para resistir al menos tres días sin agua ni electricidad.
Las recomendaciones publicadas en los países nórdicos y bálticos no han estado exentas de críticas, sobre todo por la posibilidad de que asusten a parte de la ciudadanía. Asp, de la Academia Superior de Defensa Nacional en Estocolmo, sostiene que varias encuestas realizadas desde 2018 demuestran que esa no fue la reacción general de la ciudadanía tras recibir los folletos. “El Estado tiene la obligación de comunicar y tratar de preparar a la población lo más posible para una situación crítica, tanto mentalmente como de modo práctico”, sentencia la experta.
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