Ferrer, sobre la elección de Nadal para el individual: “Nunca es fácil, tenía otras opciones como Bautista”

Después de que España perdiera este martes en el dobles el tercer punto de la eliminatoria ante Países Bajos y quedara eliminada de la Copa Davis, el capitán del equipo nacional, David Ferrer, Carlos Alcaraz y Marcel Granollers valoraron en rueda de prensa el cruce ante los neerlandeses, donde los españoles se quedaron ya al principio contra las cuerdas tras la derrota del balear en el primer partido frente a Botic Van de Zandschulp. El campeón de 22 grandes, que lleva más de dos años sin jugar con continuidad y que hoy se ha retirado a los 38 años como profesional, dejó la sensación de que estaba lejos de competir con garantías en el individual en la central del Palacio de los Deportes Martín Carpena. Ferrer tuvo que elegir entre él y Roberto Bautista —clave en septiembre en la clasificación para la fase final— para abrir la eliminatoria, y seleccionó al de Manacor pese a que este había dicho el lunes que no sabía cómo respondería sobre la pista rápida de cemento del recinto malagueño. “Lo decidí el lunes. Rafa estaba mejorando cada día su tenis. Al principio de la semana sabía que Marcel estaba listo para jugar el dobles, el sábado y el domingo lo practicamos, y el domingo sabía que Marcel iba a jugar con Carlos. Y así fue. Nunca es fácil porque tenía otras opciones como Róber Bautista, pero Rafa y Róber estaban igualados y al final decidí jugar los individuales con Carlos y Rafa”, explicó Ferrer esta madrugada.

El alicantino ya había avisado el 23 de septiembre de que apostaría por Nadal si lo veía con garantías. “Si Rafa está bien, me la jugaré con él”, dijo el día en el que el rey de la tierra batida anunció que participaría en la fase final de la Davis si el capitán lo convocaba. Con el mito del deporte español en el equipo, Ferrer tuvo que tomar una decisión complicadísima: apostar por el balear en un torneo absolutamente opacado por su adiós o escoger al castellonense, que a sus 36 años se coronó en Amberes el pasado octubre y regresó al top50 —es 46º— tras fracturarse el peroné hace poco más de un año.

Durante el encuentro, en el que el público se volcó en ovacionar a Nadal más allá de los signos que mostró de que su cuerpo está físicamente al límite, el de Manacor estuvo lejos de hacerle daño a Van de Zandschulp, una viga de 1,91 metros de altura que ocupa la posición 80 del ranking ATP. Después de perder, el balear le agradeció la oportunidad a Ferrer y afirmó: “Las cosas pueden ir bien o mal; por supuesto, ponerme en la pista y jugar el primer partido era un riesgo. Pero es el trabajo del capitán, tiene que tomar decisiones y la ha tomado pensando en lo mejor para el equipo, no en mí, y lo respeto. He tratado de ponérselo fácil diciéndole cómo me sentía. Ha tenido la confianza en ponerme, no he tenido ninguna lesión ni nada importante para decir que no estaba listo. Él ha visto los entrenamientos y ha decidido”.

La retirada de Nadal esta semana ha dejado en un segundo plano el torneo de una forma tan contundente que hasta Alcaraz, cuyo ídolo es el de Manacor, afirmó hace unos días tras quedar eliminado en las ATP Finals: “Es mucho más importante la despedida de Rafa. Copa Davis hay todos los años, pero una leyenda como él, lamentablemente, solo se retira una vez. Por eso, probablemente sea el torneo más especial que vaya a jugar en mi carrera”.

Pasada la 1.00 de la madrugada del miércoles, cuando compareció en rueda de prensa, el murciano explicó qué significa Nadal para él: “Uno de los mejores embajadores del tenis. Su legado será eterno. Ha sido genial para el tenis, para este deporte en general. No quiero pensar que debo continuar con el legado que él dejó porque es casi imposible. Intentaré hacerlo lo mejor que pueda, pero ahora es el momento de decir cosas maravillosas sobre Rafa, de lo que ha hecho durante su carrera: fue uno de los jugadores que puso el tenis en la cima del deporte, en la cima del mundo”. Y añadió: “Si consigo la mitad de lo suyo, me iré contento”.