El cura africano que ya no puede dar misa por predicar a ritmo de rap
La iglesia católica de Kenia ha asegurado que el estilo del sacerdote Paul Ogalo va en contra de la formación litúrgica de la Iglesia y le suspende durante un año. La parroquia ha protestado la decisión
Al escuchar las palabras del padre Paul Ogalo, los fieles de la Iglesia católica de Santa Monica, en Kenia, mueven las caderas. Este sacerdote de 45 años no solo repite las sagradas escrituras, también canta y baila al ritmo de rap. Ogalo, que oficia misa en Rapogi, en el condado de Migoria, al suroeste de Kenia, se hizo famoso entre los feligreses por la peculiar forma con la que intentaba hacer la palabra de Dios más amena y atraer a más jóvenes. Pero la Iglesia Católica del país africano no toleró su heterodoxa forma de promulgar el mensaje divino. El pasado 3 de junio la diócesis de Homa Bay lo suspendió por supuesta mala conducta. El vicario judicial del tribunal interdiocesano de Kisumu, Charles Kochiel, confirmó al periódico local Daily Nation su suspensión.
"Utilizo el rap para traer los jóvenes a la Iglesia. Después de eso, los llevo a Cristo", aseguró Ogalo, conocido como Swit Paul, en una entrevista al medio local y precisó que, gracias a esta música, instaba a los jóvenes a abandonar "las malas acciones del mundo y regresar a Cristo". El padre busca persuadir a los jóvenes para que cambien las drogas por acciones en defensa de la justicia ambiental y social.
La Iglesia que lo suspendió por un año busca que reconsidere su forma de predicar. "Acabamos de poner fin a su forma de predicar utilizando el rap para darle tiempo de cambiar sus caminos", aseguró el obispo Philip Anyolo, quien dirige la diócesis de Homa Bay. Anyolo confirmó la suspensión del sacerdote de las actividades litúrgicas públicas, pero precisó que Ogalo no ha sido excluido de asistir a los servicios de la iglesia.
Sin embargo, la suspensión del sacerdote ha causado revuelo entre los fieles. La parroquia ha manifestado su voluntad de boicotear el culto hasta que regrese Swit Paul y recupere el altar y el micrófono para volver a predicar la palabra divina al ritmo de las percusiones.
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