Una morgue sudafricana descubre que una mujer dada por muerta estaba viva
Los trabajadores de la ambulancia certificaron su fallecimiento tras sufrir un accidente de tráfico
Los trabajadores de una morgue de la ciudad de Carletonville, 80 kilómetros al oeste de Johannesburgo, en Sudáfrica, se sorprendieron a finales del mes de junio cuando la víctima de un accidente de circulación a la que daban por muerta todavía respiraba. Según han informado algunos periódicos locales, una empleada se acercó al cuerpo para rellenar los últimos formularios antes de introducirla en la cámara frigorífica cuando detectó que la mujer estaba todavía viva. Los trabajadores de la ambulancia que la trasladaron a la morgue habían certificado su muerte en el trayecto.
La mujer, de la que no han trascendido datos personales, se encuentra ahora ingresada en un hospital de Johannesburgo para recuperarse de las heridas sufridas en el accidente de circulación ocurrido en las afueras de la ciudad el pasado 24 de junio y en el que fallecieron varias personas. Además, las autoridades sanitarias de la región de Gauteng, donde se encuentra la localidad, han puesto en marcha una investigación para esclarecer qué ha pasado.
La empresa encargada de gestionar el servicio de ambulancia, Distress Alert, ha confirmado la versión publicada en la prensa local, aunque ha negado que la compañía o sus trabajadores hayan cometido ninguna negligencia. El gerente de la empresa, Gerrit Bradnick, ha negado en declaraciones a la agencia France Press que el suceso esté relacionado con la falta de preparación del personal sanitario. Bradnick aseguró que se siguió el protocolo estipulado para estos casos y que el equipo empleado "no encontró atisbo alguno de vida en la mujer".
Un portavoz de la familia, que también ha querido mantener el anonimato, ha explicado a la BBC que se encuentran "en estado de shock". Este portavoz ha pedido a todos los actores implicados en este hecho que aclaren lo ocurrido. "Necesitamos respuestas", ha sentenciado.
No es la primera vez que un suceso así tiene lugar en Sudáfrica. En 2016, los familiares que iban a reconocer el supuesto cadáver de un hombre que había sido declarado muerto el día anterior descubrieron que todavía respiraba. El hombre, sin embargo, falleció cinco horas después de que se supiera que continuaba vivo.
En España, tres médicos del Centro Penitenciario de VIllabona, en Asturias, certificaron la muerte de Gonzalo Montoya, un preso de 29 años, en enero de 2018. Al ser trasladado a la morgue del Instituto Anatómico Forense de Oviedo los trabajadores escucharon que el interno comenzó a moverse y a roncar, según publicaron algunos diarios locales. Montoya, que fue después trasladado al Hospital Universitario de Asturias, pidió el alta voluntaria dos semanas después del incidente para reingresar en la cárcel, ya que aseguraba que allí se sentía "peor que encerrado".
Síguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
