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Trump advierte de una “invasión” de inmigrantes y pide deportaciones extrajudiciales

El Gobierno de EE UU asegura que sabe dónde están todos los niños migrantes separados de sus padres

Trump saluda a la prensa, la noche del sábado en la Casa Blanca. En vídeo, entrevista a Donald Trump.Vídeo: MIKE THEILER (EFE) | TBN
Pablo Ximénez de Sandoval

En medio de la crisis de imagen más grave a la que se ha enfrentado Donald Trump, el Gobierno de Estados Unidos facilitó por primera vez el sábado por la noche el estado de situación de más de 2.300 niños migrantes que fueron separados de sus padres al cruzar la frontera de forma irregular. Washington asegura que “sabe la localización de todos los niños que están bajo su custodia y está trabajando para reunirlos con sus familias”.

En el plano político, Trump se mantuvo prudente hasta el domingo al mediodía. Entonces tuiteó: “No podemos permitir que toda esta gente invada nuestro país. Cuando alguien entre, debemos inmediatamente, sin jueces ni casos en los tribunales, llevarles de vuelta de dónde vinieron. Nuestro sistema es una broma en lo que se refiere a buena política de inmigración y ley y orden". Es la primera vez que pide deportaciones extrajudiciales. "Nuestra política de inmigración, de la que se ríe el mundo entero, es muy injusta para la gente que ha pasado por el sistema legalmente y pasan años esperando su turno”, agregó.

En plena crisis a mediados de la semana pasada, Trump tuiteó que los inmigrantes “infestan” Estados Unidos. Y después de pedir a los republicanos que hicieran algo en el plano legislativo sobre inmigración, Trump hundió una propuesta en ese sentido. Mientras, culpa a los demócratas de las actuales leyes migratorias y a los medios de montar un escándalo con “falsas” historias sobre la tragedia de las familias separadas. Del otro lado, legisladores demócratas de todo el país han aprovechado el fin de semana para visitar localidades fronterizas en Texas y mostrar su solidaridad con los migrantes.

Entre el 5 de mayo y el 9 de junio, 2.342 menores inmigrantes fueron separados de sus padres al ser detenidos cruzando la frontera sur de EE UU con México. La noticia de las separaciones y los testimonios del trauma de niños y padres han desatado una fenomenal tormenta política en EE UU, tanto como para hacer rectificar a Trump, que el miércoles firmó un decreto para detener esta práctica y reunir a los que habían sido separados.

Pero deshacer el entuerto no es fácil. Algunos de los padres ya han sido deportados por procedimiento exprés, mientras sus hijos han pasado al sistema de albergues para huérfanos de Estados Unidos. Otros, son muy pequeños para saber el nombre de sus padres o de dónde vienen. Los padres están en el sistema penal, mientras los niños están en el sistema de servicios sociales. Hasta el sábado por la noche, el Gobierno no había dicho oficialmente que está en condiciones de reunirlos en “un proceso bien coordinado”.

En un comunicado, el Departamento de Salud y Servicios Sociales, dijo que 522 de esos niños ya han sido devueltos a sus padres y 16 más serían reunificados el domingo. Algunos de los segregados, “permanecerán separados”. La razón es que la relación familiar no se puede confirmar (una razón que siempre se ha aplicado para separar a niños de adultos en la frontera, cuando hay sospechas de que se trata de tráfico de niños), o bien se entiende que el adulto es una amenaza para el niño, o el adulto tiene delitos por los que va a ir a la cárcel. La policía migratoria ha centralizado la operación de reunificación en el centro de detención de Port Isabel, en la costa de Texas.

La política de “tolerancia cero” con la inmigración irregular se comenzó a aplicar a finales de 2017 pero fue anunciada oficialmente y puesta en marcha en toda su capacidad a partir de abril. Formalmente, supone acusar de un delito a todo aquel que cruza la frontera irregularmente. En la práctica, obliga a mandar a todos los adultos a la cárcel. Al no poder internar a menores de edad en la prisión, estos son separados y pasan al mismo sistema que atiende a los menores no acompañados, es decir, albergues y familias de acogida. Entre abril y mayo de este año entraron por la frontera sur 20.000 personas que formaban parte de “unidades familiares”, entendido como al menos un adulto acompañado por al menos un menor que dicen ser familia.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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