México, a la cabeza del reciclaje de plástico en América
El país recuperó en 2017 el 58% del total de envases PET que utiliza su población, según datos de la asociación civil ambiental ECOCE
El reciclaje es una muestra de cómo en México ser “verde” ha pasado de ser una moda a convertirse “en un estilo de vida”, considera Jorge Treviño Aguado, director general de ECOCE, una asociación civil ambiental sin fines de lucro creada y auspiciada por la industria de bebidas y alimentos para encargarse de la recuperación de envases y empaques para su reciclaje. Cuando inició la organización, hace poco más de 15 años, solo se recuperaba el 2% de los envases PET, en 2017 ese número alcanzó el 58%. “Eso nos coloca como el país de América Latina que más recupera este plástico para reciclar”, asegura.
Esto significa que de las 768.000 toneladas de consumo nacional aparente de PET para envases, se recuperaron 445.000 toneladas, según datos de la propia asociación. En 2002 el acopio era de poco más de 8.000 toneladas. Con estos números México se coloca por encima de Brasil y Canadá, que oscilan entre el 40% y el 42%, y Estados Unidos que recupera el 30%. “Estamos al nivel de países europeos”, dice Treviño Aguado.
En México, el 10,9% de los 53,1 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos que se generan al año son plásticos, según datos de 2015 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. Al ser un material que puede ser reciclado, y generalmente utilizado para envases y embalajes, no es de extrañar que ECOCE naciera de la unión de grupos y marcas de la industria refresquera, de agua purificada y aguas minerales del país como Unilever, Industria Mexicana de Coca-Cola, Jumex, Nestlé, Bonafont, entre otras, que se unieron para atender los problemas que representaban los residuos de los envases.
Educación, comunicación y el acopio masivo son las estrategias que han utilizado para lograr dar impulso al reciclaje en el país. Por un lado trabajan en la concientización de la sociedad a través de campañas de comunicación y programas educativos, y por otro gestionan el acopio masivo, donde “a través del sistema de limpia, el sistema de recolección, el sistema de pepena, los particulares, plantas de separación, y gente que se quiere dedicar a esto, se ha venido fomentando la valorización de este material y su canalización”, explica Treviño. Ahora, según sus datos, el reciclaje es una industria que representa una capacidad de procesamiento de 313.000 toneladas por año, con una inversión de más de 340 millones de dólares y la creación de más de 2.900 empleos directos y 35.000 indirectos.
En su programa de acopio educativo participan más de 6.000 escuelas con 1,6 millones de alumnos en las 67 ciudades más grandes del país, lo que afirman lo convierte en “el más grande del mundo”, pero a pesar de esto reconocen que “canaliza una parte muy pequeña de los envases” que provienen directamente del consumo de productos, pero lo hacen porque ayuda a educar y concientizar a los consumidores.
La industria misma también se ha ido educando y ha cambiado la forma de hacer las cosas. Cuando inició ECOCE, la mayoría del plástico recuperado se exportaba a China y Estados Unidos, “en el 2008, 2009, cuando fue la crisis económica mundial vimos la afectación y cómo se paraba el mercado mundial del reciclaje y entonces se decidió empezar a impulsar empresas nacionales que consumieran este material y empezaran a reciclar en México y a darle un valor agregado mayor aquí mismo”, cuenta Treviño. Actualmente existen 16 empresas recicladoras en el país que consumen el 60,1% de los plásticos reciclados y solo se exporta el 39%.
La elaboración de los envases es otra de las cosas en las que se refleja el cambio en sus procesos. El 20% de los envases de PET ya son de material reciclado, y cada vez se utiliza menos PET virgen para fabricar un solo contenedor. “Hace cinco años una botella de 500 mililitros pesaba alrededor de 35 gramos, y hoy pesa unos 28 gramos. Es parte del avance tecnológico, usar menos materiales”.
Leyes para reciclar más
Con 15 años operando, ECOCE es una asociación en plena adolescencia, consciente de que queda mucho trabajo por hacer en la materia. “Seguimos insistiendo en que la información y la educación son buenas, pero siempre tiene que ser la pinza con la aplicación de la ley”, responde Treviño cuando es preguntado sobre las acciones que se deberían implementar para que en México se recicle más.
Para él, la norma de separación de la basura que se implementó en la Ciudad de México el verano pasado ha venido a ayudar a tratar de educar a la gente, pero como no es un proceso obligatorio y no hay una sanción si no se cumple, sigue siendo voluntario. “Yo creo que probablemente en todo este año nos lleve todavía un proceso como de tipo voluntario, de que la gente le entienda, que sepa cómo se separa y sigan difundiendo esto, y a lo mejor el año que entra ya sería necesario que dijeran ‘si no hay una separación, pues entonces te quedas con tu basura o te va a empezar a costar la recolección’, ya imponer una sanción al ciudadano”, concluye.
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