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La apertura de la embajada en Jerusalén divide a Europa y Latinoamérica

Checos, rumanos, húngaros y austriacos rompen filas en la Unión Europea

Federica Mogherini, este lunes en Bruselas.
Federica Mogherini, este lunes en Bruselas.OLIVIER HOSLET (EFE)

Israel ha querido celebrar por todo lo alto el traslado de la embajada de EE UU a Jerusalén y para ello organizó una recepción diplomática a la que fueron invitados 86 de los 161 países con los que mantiene relaciones. Una treintena respondieron a la invitación oficial para acudir en la noche del domingo a un acto celebrado en la sede del Ministerio de Exteriores. Se trata de 10 países africanos, siete latinoamericanos, cuatro asiáticos y tres europeos no comunitarios. Entre los que boicotearon la recepción se encuentran los miembros de la Unión Europea, con la excepción de cuatro que se negaron a acatar la disciplina —pactada anteriormente— de no dar apoyo al traslado de la embajada estadounidense desde Tel Aviv.

Europa evidencia fisuras en la posición respecto a Israel en plena tensión con EE UU por la retirada de Washington del acuerdo nuclear con Irán. Los embajadores de Hungría, Rumania, Austria y República Checa acudieron a la cita en Jerusalén. Esa disonancia diplomática impidió que la UE expresara una posición común y enérgica frente al polémico giro estadounidense. Las reticencias de Hungría, Rumania y República Checa (no así de Austria, según las fuentes consultadas) bloquearon una declaración común de los 28 Estados miembros. Aunque el texto no pretendía reprobar directamente la decisión de Donald Trump, sí dejaba claro que Bruselas no compartía en absoluto la medida. Una vez se conocieron los fallecimientos de palestinos abatidos por las fuerzas israelíes, la alta representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, sí emitió un comunicado que exigía a todas las partes “la máxima contención”. A Israel particularmente le instaba a “respetar el derecho a la protesta pacífica y el principio de proporcionalidad en el uso de la fuerza”.

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Las protestas en Gaza por la inauguración de la Embajada de EE UU en Jerusalén, en imágenes

La reacción europea —de menor rango diplomático que si se hubiese expresado en nombre de sus 28 miembros— lamentaba indirectamente al traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén al aludir al “consenso internacional sobre Jerusalén”, territorio disputado por israelíes y palestinos. Mogherini recordó que ese consenso afecta también “a la ubicación de las representaciones diplomáticas”.

La UE sigue abogando oficialmente por la creación de dos Estados, con Jerusalén como capital común. El desmarque de varios países del Este obedece más a un deseo de no exhibir una confrontación con Trump que a las divergencias con la postura oficial de la UE en este terreno.

La división también es patente entre los Estados latinoamericanos. Mientras Guatemala —el día 16y Paraguay —el 21— tienen previsto trasladar sus sedes diplomáticas este mes a la Ciudad Santa, Honduras ultima los trámites legales para seguir sus pasos. Diplomáticos de Perú, República Dominicana, El Salvador y Panamá acudieron también a la recepción, en la que no figuraban representantes de los grandes de la región, como Brasil, México, Colombia o Argentina.

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