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Jimmy Morales viaja a Israel para inaugurar la nueva Embajada de Guatemala en Jerusalén

El traslado de la legación desde Tel Aviv provoca reacciones de rechazo en el país latinoamericano

El presidente guatemalteco, Jimmy Morales, con la embajadora de EE UU ante la ONU, Nikki Haley, en febrero en Ciudad de Guatemala.
El presidente guatemalteco, Jimmy Morales, con la embajadora de EE UU ante la ONU, Nikki Haley, en febrero en Ciudad de Guatemala.JOHAN ORDONEZ (AFP)

El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, viaja este lunes hacia Israel para inaugurar el miércoles la nueva sede de la Embajada guatemalteca en Jerusalén, en medio del rechazo de importantes sectores del país latinoamericano por un traslado de la legación de Tel Aviv a Jerusalén que consideran políticamente inoportuno y fruto de una decisión personal inspirada en las creencias religiosas del mandatario –seguidor de una iglesia neopentecostal–. El viaje se produce en un día en que el Ejército israelí ha abatido a tiros al menos a 52 manifestantes palestinos que protestaban por el traslado de la Embajada de Estados Unidos también de Tel Aviv a Jerusalén. 

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El traslado de la legación guatemalteca supone un riesgo para el país, que podría sufrir un aislamiento internacional como el padecido en la década de los 80 tras el salvaje asalto de la policía a la sede de la Embajada de España, según el exministro de Exteriores Edgar Gutiérrez. En su opinión, con esta medida Guatemala rompe con un marco de actuación de 30 años: "Viola un acuerdo de las Naciones Unidas, violenta los principios de las relaciones internacionales establecidas en la Constitución y no persigue más que intentar lograr el apoyo del presidente Donald Trump con el objetivo último de expulsar del país a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y a su jefe, Iván Velásquez".

El contexto internacional preocupa al excanciller. "Es una acción continuada de autoaislamiento internacional del régimen", comenta, y recuerda que apenas la semana anterior Morales pretendió expulsar al embajador de Suecia, Anders Kompass –uno de los diplomáticos más respetados en Guatemala–, y a su homóloga venezolana, Elena Salcedo. En el primer caso, justificándose en unas declaraciones de Kompass vertidas en diciembre pasado y, en el segundo, por supuestas intromisiones en la política interna.

Para el analista independiente Héctor Rosada, como presidente de Guatemala Jimmy Morales tiene la potestad constitucional de manejar las relaciones internacionales del país. Pero Morales no consultó con nadie esa decisión. "Morales metió la pata, porque coloca a Guatemala en una controversia con los países que no están de acuerdo con lo que ocurre en estos momentos. Esto coloca a Guatemala muy cerca de la confrontación que Jerusalén significa. Algo absolutamente innecesario", subraya.

En el campo económico, este traslado puede traer consecuencias graves para el país. Guatemala es el mayor productor en el mundo de cardamomo y los únicos compradores son los países árabes. Más de 1,5 millones de pequeños productores, indígenas mayas en su mayoría, dependen de esta actividad para su subsistencia.

A lo anterior se suma la molestia causada por la numerosa delegación que acompaña a Morales, compuesta por tres ministros y tres secretarios de Estado. Viaja, además, con uno de sus hijos y su hermano, con licencia especial, pues se encuentran guardando prisión domiciliar por estafa al Fisco, y 22 diputados del partido oficial.

Amigos históricos

Guatemala fue uno de los primeros países en reconocer al Estado de Israel, tras su fundación en 1948 y el primero en establecer una Embajada en el naciente Estado.

Un diplomático guatemalteco, Jorge García-Granados, fue quien recomendó la partición del territorio donde ahora se ubica Israel y, el 14 de mayo de 1948, anunció ante la ONU que Guatemala reconocía plenamente al Estado de Israel, algo que le valió que una calle lleve su nombre en Jerusalén.

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