Las periodistas francesas reclaman igualdad en los puestos de dirección

Puede que la jefa de todas las televisiones y radios públicas de Francia sea una mujer, Delphine Ernotte. Lo que debería ser algo normal no deja de ser una excepción en muchos medios franceses. En medio de la oleada feminista desatada por el #MeeToo y en plena reclamación de igualdad bajo el nuevo lema internacional de las mujeres, Time’s up (ha llegado el momento), decenas de mujeres periodistas de toda Francia han empezado a reclamar una mayor presencia en los puestos directivos de sus medios.

Las primeras fueron las redactoras de Le Parisien. Indignadas por la ausencia de mujeres en la toma de decisiones de la redacción, 77 periodistas femeninas decidieron el 11 de enero mandar una candidatura conjunta a un puesto de redactor en jefe, justo después del nombramiento de otro hombre para este puesto. Bajo el principio de que “ser una mujer no constituye una aptitud, pero ser un hombre tampoco”, enviaron una carta a la dirección de recursos humanos recordando que “numerosas mujeres” del diario tienen “plenas cualificaciones” para asumir ese puesto. “¿Cómo se puede mantener un debate saludable en el corazón mismo de una redacción si no hay una pluralidad de perfiles en su jefatura?”, se preguntaban.

Si bien es cierto que Le Parisien tiene a una mujer, Sophie Gourmelen, como directora general, este puesto, creado tras la compra del diario por parte del grupo LVMH, no tiene función editorial alguna. En la redacción por tanto, la ausencia femenina es marcada: cinco hombres dirigen la sección de Nacional, otros cinco las departamentales y otros dos hombres más están al frente de la edición de fin de semana. También son hombres los responsables de Economía y suplementos. La única sección dirigida por una mujer es La Parisienne, el suplemento femenino del diario. El recuento de puestos directivos, por cierto, lo hizo un grupo de hombres del diario, quienes un día más tarde enviaron un mensaje de apoyo a sus colegas femeninas.

No han sido los únicos. La rebelión de las redactoras de Le Parisien ha provocado una reacción en cadena entre periodistas de toda Francia. El 15 de enero, 62 redactoras de la revista L’Obs publicaron una tribuna en la web de France Info en apoyo de sus “muy queridas compañeras de Le Parisien” y denunciaban una situación similar, acompañada de desigualdad salarial. Aunque la dirección general —como en Le Parisien— está ocupada por una mujer, Dominique Levy, y a nivel de la redacción hay paridad, “nuestra dirección de la redacción es exclusivamente masculina y la jefatura de redacción solo tiene a dos mujeres frente a cuatro hombres”, explicaron. Además, denunciaban, aunque hay más mujeres redactoras que hombres, “sus colegas masculinos tienen en promedio un salario más elevado”.

La oleada de protestas continuó con 60 de las 65 mujeres que forman parte de la redacción del diario regional La Provence (166 periodistas en total), que también denunciaron en su periódico una situación “similar, aunque peor” que la descrita por sus colegas en Le Parisien y L’Obs puesto que no solo ganan menos que sus compañeros, sino que ni siquiera pueden optar a un puesto directivo ya que “jamás se abren a candidaturas”.

Las últimas mujeres en unirse a la protesta han sido las redactoras de Ouest-France, el diario más vendido del país, a cuya dirección le han pedido un mayor esfuerzo hacia la paridad, en una carta enviada a varios sindicatos de periodistas. “En el primer diario de Francia, la situación no es mucho mejor” que la de las colegas de Le Parisien, L’Obs y La Provence, lamentan. “Las responsabilidades más importantes y los salarios más altos del diario van exclusivamente, o casi, a hombres”, aseguran y piden “¡un esfuerzo, [monsieur señor] Ouest-France!”

“Las mujeres del Siglo XXI son ingenieras, agricultoras, electricistas, astronautas, deportistas de alto nivel… ¿pero no sabrían participar en la dirección de un periódico?”, ironizan.

Como en otros países, el periodismo es una profesión que se ha ido feminizando en los últimos años. Si en 1965 solo el 15,3% de los informadores galos eran mujeres, en 2016 sumaban ya el 46,7%. Entre los periodistas más jóvenes, sobre todo entre la franja de 26 a 34 años, las mujeres ya son mayoría, al igual que entre los menores de 26. Un avance que, claramente, no ha llegado aún a los puestos directivos.