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Argentina condena a prisión perpetua al asesino de un empresario español

La justicia resuelve que Roberto Fernández Montes fue asesinado por su yerno

Santiago Corona, mirando a cámara, condenado a prisión perpetua por matar a su suegro.
Santiago Corona, mirando a cámara, condenado a prisión perpetua por matar a su suegro.Télam

En enero pasado, un automóvil Susuki Fan apareció quemado en el barrio de Almirante Brown, en el extrarradio de Buenos Aires. Poco tiempo después, la policía halló un cuerpo calcinado en Cañuelas, a 70 kilómetros de Buenos Aires. El cadáver y el auto correspondían a Roberto Fernández Montes, un español de 67 años que vivía en el coqueto barrio de Caballito y había montado una empresa de excavación para obras en construcción. El deceso era una incógnita para los investigadores hasta que aparecieron los videos de seguridad del edificio donde vivía.

La primera cinta mostraba al yerno de la víctima, Santiago Corona, y a un carnicero de nacionalidad paraguaya llamado Raúl Fernández Torres, exempleado de Fernández Montes, en el ascensor del edificio donde vivía con una de sus hijas, y llevando en andas un bulto envuelto en mantas. El otro video muestra como lo meten en el baúl del auto siniestrado. Las evidencias fueron suficientes para que la policía detenga a Corona, aunque no pudo aprehender a Fernández Torres, de 51 años, quien todavía se encuentra prófugo. Este lunes, Corona fue condenado a prisión perpetua. “Lo planearon, lo pensaron y lo hicieron”, consideraron los jueces que avalaron la carátula de “homicidio agravado por alevosía”.

Fernández Montes tenía dos hijas y era viudo. Según la pesquisa, fue asesinado el 21 de enero entre las 12.09 y las 13.31. Al parecer, sucedió luego de que María del Carmen, pareja de la víctima desde hacía 13 años, se fuera de la casa a pasar el día a una finca. A las 8.42, el empresario salió con su Susuki Fan para regresar a las 12.09. Los asesinos ya estaban dentro del edificio. A las 9.05 ingresó por la cochera el carnicero Fernández Montes y subió hasta el quinto piso. A las 12.54 ingresó Santiago Corona. Llevaba puesto un guante para no dejar huellas, aunque la torpeza de ambos los condenaria. A las 13.28 las cámaras de la cochera registraron cómo uno de los sospechosos abrió el baúl del auto del empresario para meter el cuerpo.

María del Carmen relató que el propio Corona se apersonó en el edificio de Caballito con una fingida preocupación, una vez que se conoció el deceso del ciudadano español. “Este individuo, esta mala persona, aparece con la hija mayor de la víctima como si no hubiese pasado nada. Nos decía ‘cálmense, estén tranquilas’ y a mí me dijo ‘Maru, seguime con tu auto que hacemos el camino hasta el galpón’” de la empresa familiar.

Según María del Carmen, “El (por la víctima) confió en este tipo, que se llama Santiago. Le dejó todo en sus manos. Y esta mala persona empezó a hacer de todo, a sacar créditos y a no pagarlos. Había deudas por todos lados, yo le hice un apoyo administrativo para entender qué pasaba y encontré que era una estafa de al menos un millón de pesos (unos 57.000 dólares)”.

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El cuerpo de Fernández Montes fue encontrado en un camino vecinal de una zona semi rural por un baqueano y fue reconocido por un rosario metálico que siempre usaba el español. El hallazgo era el único elemento que le faltaba al juzgado para condenar a Corona y Fernández Montes. Las cámaras de seguridad ya habían resuelto el caso.

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