La principal web del movimiento independentista de Texas fue creada y controlada por ‘trolls’ rusos
El investigador Casey Michel considera que hay paralelismos con las campañas separatistas de California, Escocia o Cataluña
En 2016, la página de Facebook Heart of Texas, el principal espacio del movimiento independentista de Texas, contaba con 250.000 seguidores. A través de mensajes constantes y programados, la web apelaba a sentimientos nacionalistas, acusaba al Gobierno federal de opresión y promovía "identidades estatales" como la bandera confederada, los valores cristianos y la posesión de armas. Detrás de ellos había un equipo de informáticos rusos de Internet Research Agency, una coalición de trolls que opera desde San Petersburgo (Rusia).
"No había información de contacto de sus organizadores, ninguna identificación sobre los creadores, algo que no ocurre en otras páginas de movimientos independentistas similares. El inglés, la gramática y la ortografía siempre eran extraños, con errores frecuentes y usos incorrectos de comas y otros signos de puntuación. Probablemente tradujeron muchas palabras directamente del ruso al inglés", indica en una conversación telefónica el investigador y periodista Casey Michel, que lleva más de dos años analizando la influencia rusa en los movimientos independentistas en EE UU como California, Texas, Hawái o Puerto Rico. Michel es uno de los pocos que estudió la web antes de que Facebook la retirara en agosto de 2017.
Más allá de la secesión, la página se convirtió en otro canal más de interferencia rusa en EE UU, impulsando otras causas políticas y sociales. En una ocasión concreta, “Heart of Texas” convocó a través de un post una manifestación anti-Islámica en Houston. También propagó mensajes xenófobos, en contra de inmigrantes y refugiados. Y, pese a que no hubo mucha información explícitamente a favor de Donald Trump, Michel afirma que sí abundó la propaganda contra la demócrata Hillary Clinton durante la campaña presidencial entre ambos. “No es posible que un texano de verdad vote a esa asesina criminal”, decía un comunicado acompañado con una foto falsa de Clinton con Osama Bin Laden.
“Es parte de una amplia estrategia para provocar caos y tensión en Occidente. Distraer a gobiernos y políticos, ya sea en Washington, Bruselas, Madrid...para exacerbar problemas que ya existen. Pero también es la agenda de algunos líderes rusos que siguen creyendo que Europa y EE UU son responsables de la desintegración de la Unión Soviética. Ahora ven en movimientos independentistas como el de Texas o el de California una oportunidad para la revancha”, dice Michel.
Detrás del aparato propagandístico en favor de los separatistas se encuentra la organización Movimiento Anti-Globalización de Rusia, a la que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha agradecido y elogiado por su trabajo. El grupo también ha recibido dinero y donaciones del Kremlin. En septiembre de 2015, el Movimiento organizó en Moscú una conferencia para congregar a líderes de los principales grupos separatistas del mundo. Entre los asistentes estuvieron políticos de Texas, Puerto Rico, Hawái, Cataluña (Solidaritat Catalana per la independencia), Escocia, Irlanda, Venecia y el Sahara Occidental.
El Kremlin también ha ofrecido otras facilidades a los independentistas. En el caso de California, el gobierno de Rusia ha financiado y sostenido el funcionamiento de una embajada en Moscú. El líder de la iniciativa Calexit (California Exit), se mudó este año a Moscú, según Michel, para operar desde ahí.
Paralelismos en Cataluña
En las últimas semanas, este diario ha desvelado la propagación de noticias falsas a través de las redes por parte de actores rusos en torno al movimiento separatista catalán, tanto por medios estatales como por cuentas automatizadas, conocidas como ‘bots (robots)’. En septiembre, un tuit sobre la independencia catalana de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, al que el director de la CIA ha tildado de “fraude”, alcanzó una viralidad infrecuente en cuestión de horas. Según un análisis de datos facilitados por Twitter, un 59% de los perfiles que compartieron o reaccionaron a su mensaje eran ‘bots’, falsos. Durante la campaña electoral estadounidense ya se descubrió esta táctica rusa que consiste en un ejército de bots que propagan mensajes para alcanzar la viralidad.
“Hay muchos paralelismos”, afirma Michel. “Ya sean los separatistas de Cataluña o Texas, viajando a Rusia en busca de apoyo. O las cuentas que difunden bulos por la Red. O incluso la involucración de personas como Julian Assange: ¿desde cuándo le importa Cataluña? Ahora de repente no parar de tuitear sobre el tema”.
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