Al menos 15 muertos en Puerto Rico por los efectos del huracán María
La isla permanece prácticamente incomunicada un día después del paso del ciclón
Al menos 15 personas han muerto en Puerto Rico por los efectos del huracán María, según el recuento del diario local El Nuevo Día con base en reportes de las autoridades. Ocho vecinos se han ahogado en el pueblo deToa Baja (norte de la isla, por donde el ciclón pasó de lleno), ha confirmado el alcalde de la localidad, Benito Márquez. Tres hermanas de edad avanzada han quedado sepultadas por un alud de tierra en el municipio de Utuado (centro de la isla). Otras cuatro personas han fallecido en distintos municipios en episodios relacionados con el paso del huracán.
La situación en la isla es catastrófica. Todo el país está prácticamente incomunicado. Las carreteras están cortadas y decenas de municipios permanencen asilados. Los equipos de rescatistas apenas empiezan a recorrer las zonas devastadas, la población estará bajo el toque de queda al menos hasta el sábado y, sin que cesen las lluvias torrenciales, la isla se mantiene en alerta roja por la amenaza de inundaciones súbitas. Pueblos de los que no se sabe nada, el sistema eléctrico de la isla arruinado, sin agua corriente, la exhuberante vegetación de la isla destrozada como si le hubiese pasado por encima una gigantesca máquina excavadora, decenas de miles de viviendas arrasadas por los vientos de más de 200 kilómetros por hora de María, ríos y presas desbordándose. Un día después del ciclón, Puerto Rico, noqueado, apenas es capaz de atisbar la dimensión de su tragedia.
EE UU –del que Puerto Rico es Estado Libre Asociado– ha declarado el territorio "zona de desastre". Este jueves por la tarde la Junta de Supervisión Fiscal, creada por el Congreso de EE UU para dirigir el proceso de liquidación de deuda de la isla, ha dado permiso para liberar mil millones de dólares para subsanar problemas creados por el ciclón en salud, seguridad, vivienda e infraestructura.
"Puerto Rico ha quedado absolutamente arrasado. Muy, muy golpeado", ha dicho en la ONU el presidente de EE UU, Donald Trump, que sin dar fecha añadió que visitará la isla. Por la tarde el jefe de la Casa Blanca llamó al gobernador Ricardo Rosselló, que informó de la conversación en Twitter: "Hablé con Trump y manda su amor y apoyo a todos en Puerto Rico. Le agadezco su fuerte liderazgo. Saldremos de esto más fuertes". Con Puerto Rico sumido en una bancarrota con 120.000 millones de dólares de deuda, a la que se añaden los incalculables daños del ciclón, a corto plazo la opción más realista para que la isla pueda salir del atolladero sería un rescate multimillonario de EE UU, que requeriría la aprobación del Congreso federal. Políticos de la élite americana como el republicano Jeb Bush o la líder demócrata Nancy Pelosi han manifestado la urgencia de que Washington brinde pleno apoyo a la isla.
Por ahora, EE UU ha empezado a enviar ayuda y equipos de su Guardia Nacional trabajan ya sobre el terreno. Desde Florida llegará este viernes un barco cargado con toneladas de alimentos, medicamentos y material de primeros auxilios.
Pasado el ojo del huracán pero a merced aún de la tormenta, el Gobierno de Puerto Rico intenta recomponer las primeras piezas del rompecabezas del desastre causado por María, el mayor huracán que ha golpeado la isla desde 1928. Las condiciones son terribles. Los organismos oficiales a duras penas pueden mantenerse en contacto entre sí. El grueso de los 3.500.000 de habitantes de la isla está incomunicado, con infinidad de gente desesperada por conseguir saber cómo se encuentran sus familiares y amigos. El gobernador Rosselló acompañó este jueves los primeros operativos de rescate en inundaciones y desde la dirección de Emergencias se ha pedido a la población "prepararse para por lo menos 72 horas de no tener un gobierno funcionando".
Rosselló ha insistido en que la situación se puede agravar más: "Esto se puede poner peor, porque la parte que provoca más muertes en este tipo de eventos es la lluvia", ha dicho a una radio local. En la costa oriental se esperan inundaciones de más de medio metro.
El joven gobernador, de 38 años, ha comentado que él tampoco ha podido comunicarse con sus padres y ha contado también que la fuerza del ciclón fue tal que sintió moverse los muros de La Fortaleza, el fortín construido en la época de la colonia española y que alberga su residencia oficial en San Juan.
El diario local El Nuevo Día ofrece detalles que ilustran lo malo de la situación. La alcaldesa del municipio de Ponce comunicando por teléfono satelital que su zona está "devastada". La alcaldesa de Loaíza informando de que la alcaldía está "destrozada". Policías a los que por la calle les salen al paso ciudadanos que piden ayuda para contactar con conocidos y a los que no pueden más que responderles: "No tenemos sistema de radio. No hay comunicación". En el municipio de Caguas una fila de vecinos esperando para comprar "una libra de pan".
La zona sur de la isla, por donde entró con más fuerza el ciclón, es la parte más aislada y se presume que la más damnificada. Desde allí hasta el centro de Puerto Rico, el tramo recorrido con más furia por el huracán, todo está desolado según los primeros informes. En San Juan, el aeropuerto estuvo cerrado el jueves para vuelos comerciales e irá retomando operaciones este viernes. "María nos ha dado duro", ha resumido la alcaldesa de la capital, San Juan (390.000 habitantes), Carmen Yulín. "El San Juan y el Puerto Rico de hoy es otro. Pero vamos a reconstruirlos".
El huracán, que entró al Caribe el martes por la isla de Dominica (que reportaba ayer 15 muertos y 20 desaparecidos) y por Guadalupe (dos muertos), sigue avanzando hacia el noroeste y con categoría 3 ha azotado este jueves la costa oriental de República Dominicana, dejando unas 140.000 personas sin electricidad, 2.900 viviendas afectadas y alrededor de 17.000 evacuados. En Haití, libre del paso del ojo del huracán, han fallecido aún así tres personas por los efectos colaterales del temporal. Sumando las 15 víctimas mortales de Puerto Rico, María ha dejado ya 35 fallecidos en el Caribe.
El Centro Nacional de Huracanes de EE UU prevé que María pase también por Islas Turcas y Caicos y por las Bahamas, y que no afecte a Cuba ni Florida, estas dos últimas área muy dañadas por el reciente huracán Irma, que dejó más de 80 muertos en toda la región y una estela de destrucción a la que se añade ahora el efecto de María.
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