18 Mercedes Benz ponen de acuerdo a los partidos en guerra en Mozambique
El país vive una endeble tregua guerrillera y un caos económico
La compra de 18 Mercedes Benz ha obrado el milagro de poner de acuerdo a todos los partidos del parlamento de Mozambique. El gobernante Frelimo y el opositor Renamo, que mantienen en el país una tregua de su guerra de guerrillas, han enterrado sus diferencias y se han puesto de acuerdo en el reparto de coches de lujo. La compra coincide con el anuncio de que el Gobierno, debido a la grave crisis económica, no va a pagar este semestre los intereses de su deuda soberana.
En las elecciones de 2014, el Frelimo de Filipe Nyusi ganó a escala nacional con el 57% de los votos, frente al 37% del Renamo de Afonso Dhlakama y el 6,4% del MDM de Daviz Simango; sin embargo, el Renamo se impuso en seis provincias que, desde entonces, quiere gobernar. A la negativa del Gobierno siguió un rebrote de la violencia en el centro y el norte del país, donde Dhlakama tiene su mayor apoyo electoral.
Tras una tregua decretada en Navidad, el Gobierno se comprometió a impulsar una ley para que el Renamo pueda gobernar en Sofala, Manica, Zambézia, Tete, Nampula y Niasa, provincias donde se impuso electoralmente. Esos cambios legislativos también permitirán que las Fuerzas Armadas dejen de estar integradas exclusivamente por miembros del partido en el Gobierno. Aunque esas leyes se retrasan, las discrepancias políticas profundas no han impedido llegar un acuerdo para el reparto de los Mercedes.
Los 18 coches van destinados a la Comisión Permanente del Parlamento; aparte del destinado al presidente del órgano, diez son para el Frelimo, seis para el Renamo y uno para el MDM, el único partido que ha protestado un poquito porque su líder, Daviz Simango, ha revelado que ya le habían dado otro.
En un país sin transporte público eficiente, donde los mozambiqueños tienen que subirse a camionetas semiprivadas, los mylove (mi amor), llamados así por lo apretado que se viaja, la compra de estos coches ha soliviantado a una población acostumbrada a todo. La crítica social y de los medios de comunicación no han conmovido a los políticos. El portavoz de la Asamblea ha declarado que todo es legal y para el director del Presupuesto el coste (3,5 millones de euros, a 194.000 euros por automóvil) es solo una gota en el vaso de agua que es el presupuesto anual del país.
La compra de coches de lujo para los políticos choca con una población que se desplaza en los `mylove´, así llamados por lo apretado que se va
El problema es que es la gota que rebosa el vaso. El país está en bancarrota, se han descubierto deudas públicas astronómicas y el Fondo Monetario Internacional ha dicho que no presta más si no hay un plan para reducir el gasto público. En su visita de este mes a Maputo, los representantes del FMI han pedido al Gobierno que deje de gastar en lo que no es imprescindible, desde el aeropuerto de Xai-Xai a los Mercedes de sus señorías.
En su informe de julio, el FMI señala que el excesivo gasto público no es por el dinero que se dedica a sanidad o educación –escasos–, sino al aumento de empleos ficticios para los militantes del partido en el gobierno, especialmente en compañías estatales como la línea aérea LAM, y en cargos extras en la Administración central y en las provincias; un gasto público que aumentará cuando el Gobierno acepte la entrada de miembros del Renamo en el Ejército y la administración de este partido en las provincias donde tiene mayoría. De momento, 18 Mercedes han tenido la virtud de mantener calladas las armas y las bocas de todos los políticos.
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