Un frigorífico, el origen del incendio de la torre Grenfell de Londres
El revestimiento exterior del edificio no ha superado las pruebas de seguridad
La policía estudia presentar cargos por homicidio involuntario contra las empresas que hicieron o reformaron la torre Grenfell, en el centro de Londres, devorada la madrugada del pasado 14 de junio por un devastador incendio que dejó 79 muertos o desaparecidos. El incendio fue accidental, según confirmó ayer la policía, y comenzó en una nevera defectuosa. El revestimiento exterior del edificio y el aislamiento, colocados en la reforma de la torre el año pasado, no superaron las pruebas de seguridad a las que han sido sometidos durante la investigación.
El incendio lo causó "la explosión de un frigorífico", que se incendió de forma accidental en uno de los apartamentos de la parte inferior del bloque. Así lo confirmó ayer la superintendente Fiona McCormack, de la Policía Metropolitana de Londres, que dio a conocer las principales conclusiones que arrojado hasta la fecha la investigación, en la que participan 250 especialistas.
El apartamento donde se originó el fuego, según la reconstrucción realizada en diversos medios británicos, estaba en la cuarta planta, de un total de 24. En él vivía Behailu Kebede, un taxista etíope de 44 años. La responsable policial precisó que la nevera era una Hotpoint FF175BP y que no es un producto que se haya retirado nunca del mercado por una alerta de seguridad.
McCormack aseguró que los investigadores tratan de averiguar cómo pudo el fuego expandirse tan rápido. Las pruebas realizadas, explicó, señalan al revestimiento con planchas de aluminio y al material aislante detrás de el mismo, instalados durante una reforma de la torre el año pasado. Ambos materiales mostraron una combustión fácil en las pruebas realizadas en el transcurso de la investigación, en especial el material aislante. Ahora los investigadores deben determinar si el uso de dichos productos era o no legal. “Los exámenes preliminares indican que las muestras del aislamiento ardieron en poco tiempo. Las planchas del revestimiento también suspendieron las pruebas”, aseguró McCormack.
Como parte de la investigación, informó McCormack, la policía estudia presentar cargos de homicidio involuntario. Se han confiscado, añadió, documentos y materiales a varias empresas. "Estamos contemplando delitos criminales, incluido el homicidio, y de seguridad y salud y estamos revisando en este momento a todas las compañías implicadas en la construcción y remodelación de la torre", dijo la superintendente.
La prioridad sigue siendo, no obstante, identificar a los muertos. En el bloque, de 120 apartamentos de protección oficial y ubicado en el barrio de North Kensington, al oeste de la capital, vivían cerca de 600 personas. La policía confirmó que hay hasta la fecha nueve fallecidos identificados, pero que la presunción sigue siendo que la cifra de muertos es de al menos 79. Los investigadores no conocen con certeza el número de personas que se encontraban dentro del edifico en el momento de la tragedia. "No quiero que haya víctimas de la tragedia que no conozcamos", indicó McCormack. "Hay una terrible realidad y es que puede que no encontremos o logremos identificar a todos los fallecidos".
La primera ministra británica, Theresa May, informó ayer de que el Gobierno está entregando 500 libras (565 euros) en efectivo a cada uno de los adultos que vivían en la torre, aportaciones que los damnificados no tendrán que devolver. Se han puesto a disposición de los afectados hoteles y apartamentos en la zona, a la espera de su reubicación definitiva. Algunas familias ya están siendo realojadas en pisos similares en el mismo distrito, pero ninguna estará obligada a ir a un lugar que no quiera.
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