Una disputa comercial bloquea el pacto sobre clima entre la UE y China
Bruselas y Pekín pierden una ocasión única para mostrar al mundo que pueden salvar el pacto del clima del golpe estadounidense
Europa y China perdieron este viernes una ocasión única para mostrar al mundo que pueden salvar el pacto del clima del golpe estadounidense. Tras ocho meses de negociaciones fructíferas y una ambiciosa declaración pactada, los líderes de ambos bloques fueron incapaces de aprobar ese plan conjunto de apoyo al Acuerdo de París por divergencias en otros dosieres.
Bruselas y Pekín habían preparado una cumbre bilateral cuyo principal logro era ese espaldarazo al pacto de París, con compromisos adicionales en desarrollo de energías renovables. Pero la agenda de la cumbre contenía otros asuntos más controvertidos. Europa se negó a prometer a China que la catalogará como economía de mercado (lo que impide a la UE adoptar medidas antidumping en caso de que el país adopte prácticas desleales). Así que todos los acuerdos —y en particular el del clima— se convirtieron en rehenes de esas rencillas.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el primer ministro chino, Li Keqiang, comparecieron ante la prensa con tres horas de retraso y sin decir una palabra del acuerdo contra el calentamiento global. Más tarde las instituciones confirmaron que no se había rubricado.
En público, los tres líderes enviaron mensajes de reprobación a la actitud de Trump. “La decisión es un gran error, mayor que el de Kioto. Pero la lucha contra el cambio climático continuará, con o sin Estados Unidos”, enfatizó Tusk. Juncker celebró que Li Keqiang “compartiera la infelicidad” por el abandono estadounidense del marco internacional por el medio ambiente. Y el mandatario chino añadió: “Se han producido cambios en la situación internacional. Son incertidumbres y factores desestabilizadores. Una relación estable entre la UE y China ayudará a contrarrestar las inestabilidades del mundo”.
Ocasión perdida
Pero los líderes europeos han tardado poco tiempo en ver las limitaciones de esa nueva alianza que pretenden forjar con Pekín para suplir las carencias de un Estados Unidos en retirada. Bruselas pretendía presentar al mundo su alianza con China como prueba de que el pacto del clima seguirá vivo. Pero el símbolo no llegó a emerger. Fuentes europeas aseguran que el texto está cerrado y que se retomará más adelante. Por el momento, las divergencias en otros terrenos han impedido enviar al mundo la señal de unidad frente a la incertidumbre que genera Donald Trump.
La decisión de comparecer con el gobernante chino ya suponía un avance respecto a otras cumbres entre ambos bloques. Y del discurso ante los periodistas llamó la atención la encendida defensa que hizo Li Keqiang del libre comercio y del multilateralis
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