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Donald Trump altera (de nuevo) la historia

Su versión de la Guerra Civil es otro ejemplo de su tendencia a las afirmaciones falsas

"Trump miente", reza una pancarta en una protesta frente a la Casa Blanca, el pasado miércoles
"Trump miente", reza una pancarta en una protesta frente a la Casa Blanca, el pasado miércolesJIM WATSON (AFP)

Donald Trump asegura que “miles” de personas celebraron en Nueva Jersey los atentados del 11 de septiembre, que él se opuso desde el principio a la invasión de Irak en 2003, que “millones” de personas votaron ilegalmente en las elecciones presidenciales del pasado noviembre y que fue el candidato que obtuvo más votos electorales desde finales de los años ochenta.

Todas son afirmaciones falsas.

Como candidato electoral y presidente de Estados Unidos, Trump ha mantenido una tendencia a alterar la realidad según le convenía. La profesión de fact checking, los periodistas que revisan la veracidad de los hechos, está en auge gracias al republicano. También el debate sobre la llamada posverdad. Ante las críticas, por ejemplo por mentir sobre el número de asistentes a la investidura presidencial de enero, el equipo de Trump ha acuñado un término: “Hechos alternativos”.

El último ejemplo afecta a uno de los periodos más relevantes de la historia estadounidense. Trump sugirió en una entrevista a principios de mayo que el expresidente Andrew Jackson estuvo “realmente enfadado” sobre la Guerra Civil y se preguntó por qué no se evitó el conflicto. La realidad, sin embargo, es que Jackson murió 16 años antes, en 1845, de que estallara la guerra entre la Unión y los estados sureños esclavistas de la Confederación que querían independizarse.

El comentario desató burlas, análisis históricos y una tímida rectificación de Trump. Es posible que el magnate neoyorquino estuviera pensando en la amenaza en 1832 del presidente Jackson de mandar tropas a Carolina del Sur después de que ese Estado anulara unos impuestos del Gobierno federal y amenazara con la secesión.

También es probable que Trump viera una oportunidad para volver a exhibir su admiración por Jackson, presidente entre 1829 y 1837. Ha colocado un cuadro suyo en el Despacho Oval y ha visitado su finca. Trump ve en Jackson un espejo de su mensaje populista y rupturista. Jackson también era rico, pero gracias a la esclavitud. Y también denostaba a la élite de Washington pero, a diferencia de Trump, tenía experiencia política antes de su desembarco en la Casa Blanca.

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