Más de mil detenidos en EE UU en “la mayor redada” contra las bandas
La policía de inmigración lidera una mega operación en la que solo el 15% de los criminales detenidos son inmigrantes
El Gobierno de Estados Unidos anunció este jueves “la mayor redada contra bandas” realizada hasta ahora, en la que han sido detenidas 1.378 personas a lo largo de seis semanas en cuatro Estados diferentes. Solo el 15% de los detenidos por crímenes en la operación son inmigrantes. Las cifras suponen un contraste con la retórica del presidente Donald Trump y el fiscal general Jeff Sessions, que llevan meses insistiendo en relacionar la violencia de las bandas con la inmigración irregular.
De los arrestados, 1.098 lo fueron por delitos federales o estatales (21 de ellos tenían cargos por homicidio y 7 por violación). Del total de detenidos, 933 eran ciudadanos de Estados Unidos y 445 eran extranjeros de 21 países de Latinoamérica, Asia, África, Europa y el Caribe. De entre los extranjeros, 280 fueron detenidos por faltas administrativas relacionadas con su estatus migratorio (la inmigración sin papeles no es delito). Es decir, los extranjeros son el 32% de todos los detenidos, pero si se descuentan los arrestados por cuestiones migratorias, son solo el 15% de los criminales relacionados con bandas (165 personas).
La operación fue presentada como un esfuerzo conjunto de varias agencias, bajo el paraguas de la unidad de Investigación de Seguridad Nacional (HSI) y el liderazgo de la policía de inmigración (ICE), a pesar de que la mayoría de los detenidos no son inmigrantes. La redada se realizó en cuatro estados (Washington DC, Texas, California y Nueva Jersey) entre el 26 de marzo y el 6 de mayo.
Las cifras revelan también que en la operación de ICE han sido detenidos 165 extranjeros que no tenían ningún problema con su situación migratoria. Entre ellos, el Departamento de Seguridad Nacional reveló que ha detenido a tres personas que tenían el programa DACA. Se trata de la protección contra la deportación que aprobó el presidente Barack Obama para los inmigrantes indocumentados que hubieran sido traídos al país por sus padres siendo menores.
Más de 750.000 personas se benefician de esta protección en la actualidad, que les permite trabajar y estudiar. Los que se acogen al programa pasan un examen de antecedentes. La protección DACA se puede retirar si el individuo supone “una amenaza para la seguridad”. Desde 2012, han perdido la protección 1.500 personas, según cifras de Seguridad Nacional, el 0,2% de los beneficiados por DACA.
Según las cifras publicadas por ICE, diez de los detenidos habían cruzado la frontera como menores. De ellos, nueve son miembros de bandas. La nota de prensa del departamento destaca este dato, pero no dice cuál es la relación causal entre cruzar la frontera como menor indocumentado y acabar en una banda.
Un total de 1.095 detenidos han sido “confirmados” como miembros de bandas (es decir, tres fueron detenidos por otros delitos). El Gobierno considera “confirmado” que alguien pertenece a una banda si tiene antecedentes por crímenes relacionados con la actividad de pandillas, pero también si tiene tatuajes o si “ha sido identificado como miembro de una banda por una fuente creíble”. De ellos, 137 son considerados miembros de los Bloods, 118 de los Sureños, 104 de la MS-13 y 104 de los Crips. El Gobierno no detalla la afiliación de los otros 632 detenidos y supuestamente “confirmados” como miembros de pandillas.
Tanto el presidente Donald Trump como el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, han relacionado en varias ocasiones a los inmigrantes indocumentados con el fenómenos de las bandas en el país. Sessions ha utilizado este argumento para atacar a las llamadas ciudades santuario (básicamente, todas las grandes ciudades de EE UU), cuyas policías locales no colaboran con la policía de inmigración en la localización y detención de inmigrantes sin papeles.
“Debido a las fronteras abiertas y a años de dejadez en el control de la inmigración, la banda M-13 ha enviado reclutadores y miembros para regenerar bandas que habían sido diezmadas, y ha pasado ilegalmente por la frontera a pandilleros como menores acompañados”, dijo Sessions el pasado 18 de abril. “Las ciudades santuario están ayudando a estos carteles a llenar sus filas y a poner en peligro vidas inocentes, incluyendo la vida de innumerables inmigrantes que respetan la ley", añadió.
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