Trump pide un muro “imponente” y que sea imposible de escalar
El Gobierno establece los requisitos básicos para las empresas que vayan a presentar propuestas de prototipo para cerrar la frontera
El Departamento de Seguridad Nacional publicó el viernes por la noche los requisitos básicos que debe cumplir el muro que el presidente Donald Trump ha ordenado levantar en la frontera de Estados Unidos con México. Las empresas que quieran presentar una propuesta deberán atenerse a las siguientes concidiones: que el muro tenga una altura ideal de nueve metros o al menos de 5,5 metros; que sea imposible de escalar para una persona; y que su aspecto sea "físicamente imponente".
Consecuente con su controvertida promesa electoral, que repitió machaconamente en cada mitin y se convirtió incluso en un lema coreado por sus seguidores, "¡Construye el muro!, ¡construye el muro!", Trump quiere una barrera infranqueable contra la inmigración clandestina y el tráfico de droga. Seguridad Nacional especifica con celo cuál debe ser su capacidad de resistencia a posibles intentos de atravesarlo: "Debería impedir o frenar por un mínimo de una hora la generación de una brecha física (por ejemplo, abrir un hueco en el muro) superior a los 30 centímetros de diámetro o cuadrados usando martillos, gatos hidráulicos, picos, cinceles, herramientas de impacto operadas con batería, herramientas de corte operadas con batería, soldadores de oxiacetileno u otras herramientas manuales similares".
El muro debe incorporar elementos que impidan que sea escalado "con apoyos de escalada primarios o más sofisticados" y que se pueda superar con una escalera. También tiene que prevenir intentos de pasar por debajo excavando o a través de un túnel. Los canales subterráneos vienen siendo durante años una especialidad de los traficantes de droga para contrabandear sus alijos.
Llama la atención la advertencia de que en el lado que mira hacia Estados Unidos se requiere que la divisoria sea "de un color agradable esteticamente". Para el lado que mire a México no se pide que se cumpla requisito estético alguno. Seguridad Nacional ha publicado dos modelos de requisitos: uno pide que el muro sea de "hormigón" sólido y otro contempla la posibilidad de que se pueda ver a través. La constructoras tienen de plazo hasta el 29 de marzo para presentar prototipos.
El documento ha sido emitido por la Oficina de Aduanas y Protección Fronterizas (CBP en sus siglas en inglés), integrada en el Departamento de Seguridad Nacional. La oficina pretende contar con "múltiples prototipos" de muro, tal vez para poder usar uno u otro según las condiciones del tramo fronterizo. En el borrador presupuestario que presentó esta semana, Trump solicitó 1.500 millones de dólares para iniciar la construcción del muro en 2017 y otros 2.600 para 2018.
Ya existe un muro físico que cubre 1.100 de los 3.200 kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México, pero Trump quiere extenderlo a toda la franja y fortalecerlo. Washington prevé comenzar los trabajos en puntos fronterizos clave como El Paso (Texas), Tucson (Arizona) y El Centro (California).
Unas 700 empresas se han interesado en participar en la construcción del muro. Una de tantas, Ecovelocity, especializada en iluminación industrial, es mexicana. Trump ha afirmado siempre que exigirá a México que asuma el coste del proyecto, pues responsabiliza al vecino de la inmigración ilegal y el narcotráfico, y México ha repetido que jamás lo hará. El controvertido muro del presidente ha llevado las relaciones diplomáticas entre ambos países a un estado de tensión permanente. No existe una fecha estimada para su realización, pero sí un presupuesto preliminar del propio Gobierno de Estados Unidos: alrededor de 21.000 millones de dólares en total.
En la oposición, el Partido Demócrata ha anunciado que tratará de vetar un presupuesto que incluya una partida para la construcción del muro, y hasta en el Partido Republicano, el del presidente, ha habido voces abiertamente escépticas con la idoneidad del proyecto. "Si lo vamos a pagar nosotros, me preocupa mucho", ha afirmado por ejemplo el republicano Jeff Flake, senador por Arizona (650 kilómetros de frontera). Otro senador republicano por ese estado, John McCain, crítico de Trump, ha respondido con concisión cuando se le ha preguntado si apoya el proyecto del muro: "No". El elevado coste de su construcción genera rechazo entre los republicanos, cuyo dogma general es la reducción de gasto de la Administración.
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