Trump anuncia que investigará su desacreditada teoría sobre el fraude electoral
El presidente recupera datos falsos para alegar que perdió el voto popular porque millones de personas votaron ilegalmente a Hillary Clinton
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este miércoles que pedirá una "importante" investigación sobre el supuesto caso de fraude electoral que, según el máximo dirigente norteamericano, se produjo en los pasados comicios. El mandatario republicano ha reiterado desde la Casa Blanca la misma teoría que defendió durante la pasada campaña acerca de la existencia de fraude en las elecciones. Ahora añade, sin citar pruebas que lo demuestren, que entre tres y cinco millones de personas votaron ilegalmente el pasado 8 de noviembre.
"Dependiendo de los resultados, vamos a fortalecer los procedimientos de votación", ha escrito Trump esta mañana en su cuenta de Twitter. Su anuncio llega apenas unas horas después de que su portavoz en la Casa Blanca, Sean Spicer, reiterara que el presidente hace tales acusaciones “basándose en datos propios”, sin citar los informes ni las investigaciones que respaldan tan grave acusación. De ser cierto el dato que menciona Trump, EE UU se encontraría ante el mayor fraude de su historia sin que ningún comité electoral haya encontrado pruebas.
Trump afirma que hubo votantes registrados en dos Estados, personas "ilegales" que participaron en las elecciones, en referencia a inmigrantes indocumentados e, incluso, fallecidos que aparecían en los registros. La cifra de votos a la que se refiere estaría por encima de los casi tres millones de papeletas con los que que su rival, Hillary Clinton, le superó en el recuento del voto popular.
El mandatario contradice una y otra vez al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, declaró este martes que “no tengo pruebas a tal efecto”, en referencia al supuesto fraude. “Ya lo he dejado muy claro”. Trump se apoya, según su portavoz, en un estudio del Pew Center for Research realizado en 2008 pero se trata de una interpretación errónea de las conclusiones:
El estudio de Pew citado por Spicer fue realizado en 2012, no en 2008, por lo que su resultado no se puede aplicar a los comicios de 2016
Una encuesta realizada en 2008 y 2010 concluyó que el 14% de participantes indocumentados en el sondeo aseguraron que estaban registrados para votar
Posteriormente se demostró que esa encuesta, cuyos datos fueron difundidos en 2014, se basó en datos erróneos y ha sido duramente criticada
El informe de Pew de 2012 sí encontró que el censo electoral cuenta con 24 millones de registros erróneos y que 1,8 millones de personas fallecidas seguían constando como votantes
En contra de lo que alega Spicer, Pew no detectó que esos 24 millones de registros erróneos se convirtieran después en la misma cantidad de votos fraudulentos
El Brennan Center for Justice de la Universidad de Nueva York, la organización con más experiencia en investigaciones de fraude electoral, asegura que la evidencia que encontraron los responsables de las elecciones de 2016, los líderes de los partidos políticos y todas las investigaciones hechas hasta ahora concluyen lo mismo: el fraude “no ocurrió”. Sus datos apuntan a que las instancias de fraude están entre un 0.00004% y un 0.0009%. Sin embargo, Spicer insistió este miércoles en su argumento sin presentar más pruebas y anunció que la investigación irá más allá de los comicios de 2016.
“Que el presidente y el portavoz de la Casa Blanca difundan una mentira de esta magnitud sobre las elecciones carece de precedentes en nuestro país”, afirmó en un comunicado el presidente del centro Brennan, Michael Waldman. “No estamos hablando de autores de teorías de la conspiración que circulan por Internet. Se trata de las máximas autoridades de este país”.
A pesar de haber ganado las elecciones y ya sentado en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Trump recuperó estas alegaciones infundadas de fraude en una reunión con los principales líderes del Congreso. “Yo no estaba ahí, pero si el presidente de EE UU está asegurando que 3,5 millones de personas votaron ilegalmente, eso daña la confianza en nuestra democracia, debe revelar por qué cree que es cierto”, afirmó el senador republicano Lindsey Graham a CNN.
“El presidente tiene que darse cuenta de que es presidente”, añadió el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer. “Cuando se difunden estas falsedades, los republicanos tienen la obligación de negarlas. No se puede liderar un gobierno, ayudar a los ciudadanos y mantener este país seguro si no puedes aceptar los hechos”.
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