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Bruselas amplía el suministro de la rusa Gazprom en pleno conflicto sirio

La compañía podrá utilizar casi plenamente un gasoducto suyo que atraviesa Alemania

Lucía Abellán
El presidente ruso, Vladímir Putin, habla con el de Gazprom, Alexei Miller.
El presidente ruso, Vladímir Putin, habla con el de Gazprom, Alexei Miller.Alexei Druzhinin (AP)

Bruselas da un respiro a Rusia en un sector estratégico –la energía- en un momento de confrontación entre ambos territorios por la guerra en Siria. La Comisión Europea permitirá al gigante energético Gazprom (controlado por el Estado) transportar un mayor volumen de gas por un gasoducto situado en Alemania que hasta ahora solo podía utilizar en un 50%. Aunque se trata de un antiguo litigio que debía resolverse antes de noviembre, la decisión supone un espaldarazo al negocio gasístico ruso en un contexto de reprobación europea al papel de Moscú en el conflicto sirio.

Gazprom posee un gasoducto, denominado Opal, que comunica la costa báltica de Alemania con la República Checa y que permite transportar el gas directamente a Europa desde Rusia (a través del gasoducto submarino Nord Stream), sin pagar peajes de tránsito. El caso adquiere aún más trascendencia política porque la ruta alternativa atravesaría Ucrania, que cobraría las tarifas de tránsito de ese gas. Así que la decisión del Ejecutivo comunitario, comunicada este viernes, favorece el negocio de Gazprom al tiempo que priva a Kiev de algunos de sus ingresos futuros (una vez expirados los contratos actuales).

Para evitar monopolios, Bruselas limitó en 2009 la capacidad que tenía Gazprom de explotar la conexión Opal, que es de su propiedad y funciona desde 2011. La compañía solo podía emplear el 50% de su capacidad y el resto debía quedar abierto a otros suministradores. Esos competidores nunca llegaron y el gasoducto está infrautilizado desde entonces. La firma rusa se quejó a la autoridad de competencia alemana y llegaron a hilvanar un acuerdo en 2013. Pero entonces estalló el conflicto ucranio, agravado con la anexión que hizo Rusia de la península de Crimea en 2014, y Moscú renunció a seguir adelante con el caso.

Malestar en Ucrania

Gazprom volvió a insistir para revitalizar este pacto más favorable en mayo pasado. Y Bruselas lo ofrece ahora a través de una decisión que es vinculante y que deberá aplicar inmediatamente Alemania. El gigante ruso seguirá explotando la mitad de la tubería y tendrá derechos como mínimo sobre otro 30%. El 20% restante se reserva a la competencia, pero, si no hay ofertas, Gazprom podría utilizar el conector en su totalidad.

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El asunto irrita a Polonia, que amenaza con llevar al Tribunal de Justicia de la UE la decisión, y también a Ucrania, por donde transita la mitad del gas ruso que llega a Europa. Fuentes comunitarias admiten la “innegable dimensión política” que adquiere esta resolución, pero insisten en que es técnica.

Aunque en un primer momento favorezca a Rusia, el movimiento de Bruselas podría contrarrestarse más tarde con una decisión desfavorable en un asunto de más envergadura: la viabilidad del gasoducto Nord Stream 2, con el que Moscú espera suministrar su gas por vía marítima directamente a Alemania. El proyecto ha despertado muchas críticas en Europa. Y Berlín, inicialmente favorable porque le beneficia, muestra mayores cautelas. “Ahora [con la decisión sobre Opal] hay capacidad más que suficiente, no hay necesidad de construir Nord Stream 2”, aseguran fuentes comunitarias que exigen anonimato.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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