Tailandia deporta a Hong Kong al líder de la ‘revolución de los paraguas’
El activista prodemocracia acusa a Bangkok de detención ilegal en colaboración con China
El activista hongkonés Joshua Wong ha acusado a China y Tailandia de “detención ilegal”, tras haber permanecido confinado en solitario y con el pasaporte confiscado durante más de diez horas en el aeropuerto de Bangkok.
“Los funcionarios tailandeses no supieron decirme bajo qué ley estaba siendo arrestado, solo mencionaron una ´lista negra´”, explicó el líder prodemocrático en rueda de prensa horas más tarde de ser deportado a Hong Kong. Según aseguró Wong, un agente tailandés le amenazó asegurando que “esto es Tailandia, que es como China, no como Hong Kong, donde podemos ser amables o ya sabes hasta dónde podemos llegar”.
Wong, fundador del partido Demosisto, aterrizó la noche pasada en la capital tailandesa, donde tenía previsto participar en unas charlas en la Universidad Chulalongkorn. Según explicó, a su llegada "me enviaron a una de las comisarías de policía del aeropuerto y me obligaron a estar dentro de la celda durante doce horas", sin posibilidad de contactar con un abogado ni con su familia.
Las autoridades tailandesas informaron a posteriori que habían actuado en cooperación con el gobierno chino, quien habría solicitado por escrito que se le denegara la entrada al país con el fin de evitar su participación en dicho acto. Pekín “comparte una lista negra con sus países amigos”, indicó un joven Wong que en mayo de 2015 fue deportado desde Malasia cuando las autoridades locales le impidieron entrar para participar en un foro, alegando el temor a que su estancia pudiera perjudicar los lazos entre Kuala Lumpur y Pekín.
“Creo que este incidente muestra claramente que el gobierno chino está intentando usar todas las vías posibles para silenciar la voz de la democracia y para impedir que los hongkoneses difundan sus ideas en otros países y sociedades”, aseguró su colega de partido Agnes Chow. “No hay manera de evitar que la gente piense", agregó.
Wong, de 19 años y que saltó a la fama mundial por su papel en las movilizaciones prodemocracia en Hong Kong hace dos años, había sido invitado por el líder universitario tailandés Netiwit Chotipatpaisai a hablar sobre la revolución de los paraguas en el territorio autónomo chino hace dos años. La comparecencia de Wong iba a tener lugar durante los actos de conmemoración del 40 aniversario de las manifestaciones estudiantiles en Tailandia de 1976, cuya brutal represión por parte de paramilitares de ultraderecha acabó dando en un golpe de Estado.
Chotipatpaisal aguardó cerca de tres horas en el aeropuerto, hasta que se le comunicó que el líder estudiantil hongkonés había sido arrestado. En ningún momento se le permitió verlo. El partido, fundado este año para exigir un referéndum sobre el futuro de la antigua colonia británica y su relación con China, condenó firmemente al Gobierno tailandés “por limitar de manera irrazonable el derecho de entrada y la libertad de Wong”.
Precisamente, Nathan Law, compañero de partido de Wong y quien en las elecciones del 4 de septiembre se hizo con un escaño en el Parlamento hongkonés, añadió que pedirán explicaciones al gobierno de Hong Kong acerca de por qué el pasaporte del activista no ha sido reconocido en el extranjero. "La alianza de los Estados autoritarios no podrán detener el surgimiento de las sociedades civiles y los movimientos democráticos", añadió Law.
Para Wong el apoyo recibido desde Hong Kong fue fundamental para ejercer presión sobre la Junta Militar de Tailandia y lograr su salida del país.
Uno de los grandes temores de Demosisto era que Tailandia pudiera entregar a Wong a las autoridades chinas, algo que ha venido ocurriendo con frecuencia desde que los militares se hicieron con el poder en ese país en 2014 y han estrechado las relaciones económicas y comerciales con el gigante asiático.
El año pasado el librero hongkonés especializado en la venta de libros prohibidos en China Gui Minhai desapareció mientras pasaba unas vacaciones en su apartamento playero, para reaparecer meses después en la China continental. En la misma época en la que Gui se esfumó, Tailandia también detuvo, aparentemente para entregarlos al país vecino, a otros dos disidentes, Jiang Yifei, y Dong Guanying. La ONU había concedido a ambos el estatuto de refugiados y estaban a punto de ser asignados a un tercer país.
Este agosto, Wong fue condenado a 80 días de trabajo comunitario tras ser encontrado culpable de haber entrado de manera indebida en terrenos de la sede del gobierno autónomo hongkonés en septiembre de 2014, en una protesta contra el rechazo de China a mayores libertades democráticas en el territorio. El uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía para desalojar a los estudiantes desencadenó las manifestaciones masivas que paralizaron el centro de la antigua colonia durante cerca de dos meses.
“La detención por parte de Tailandia de Joshua Wong, un conocido activista prodemocracia de Hong Kong, sugiere tristemente que Bangkok está dispuesto a hacer lo que Pekín quiera”, indicó Sophie Richardson, directora para China de la organización pro derechos humanos Human Rights Watch.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.