“Tengo la misma edad de la guerra en Colombia, no sé qué es pasar un día sin lamentar sus horrores”
Margarita Rosa de Francisco, una de las actrices colombianas más representativas de su país reflexiona sobre el acuerdo de paz con las FARC
Margarita Rosa de Francisco aparece en los televisores de los colombianos desde los años ochenta. Es de esas figuras que nunca pasaron de moda. Desde su célebre personaje en la famosa telenovela Café con aroma de mujer su nombre se convirtió en un referente de Colombia. Ha sido cantante, presentadora y en los últimos años su opinión sobre el país se ha consolidado en una columna en El Tiempo, el diario nacional de mayor circulación.
La paz, de la que nadie se escapa de debatir en Colombia, no es un tema ajeno para ella. Dice que no intenta promover ninguna posición, pero está segura de que la paz es la oportunidad para que los jóvenes en lugar de cargarse un fusil para ir a la guerra, tengan la posibilidad de estudiar, de disfrutar de su juventud.
Pregunta. ¿Cómo se imagina a Colombia después del 2 de octubre?
Respuesta. Si gana el sí” creo que habrá un país muy vigilante de las consecuencias del acuerdo. También temo que los saboteadores se preparen para obstruir su implementación y hagan lo posible para demostrarnos a los que confiamos, que el ‘no’ tenía razón. Si gana el ‘no’, me imagino que el país se demorará mucho en volver a tener semejante oportunidad. Volvería la zozobra en los campos.
P. ¿Cuál es su mayor recuerdo de vivir en un país marcado por el conflicto?
R. Tengo la misma edad de nuestra guerra. Aunque no he vivido su crudeza en carne propia, no sé cómo es pasar un día sin lamentar sus horrores.
P. ¿Cómo cree que los colombianos podrán cambiar su historia tras tantos años de violencia?
R. Es un trabajo de mucho esfuerzo espiritual, perdonar es nuestra misión y construir paz en la vida diaria, ser conscientes de nuestro odio para poderlo transformar y quitarnos todo tipo de fanatismos.
P. ¿Por qué cree que hay que participar en el plebiscito por la paz?
R. No le hago campaña a ninguna de las dos (el sí o el no). Yo también tengo miedo, pero cuando pienso en los muchachos humildes que van a pelear una guerra que no es de ellos, voto para que no vayan y se queden estudiando y disfrutando su juventud.
P. ¿Se imaginó que alguna vez los colombianos tendrían en sus manos decidir el futuro del país como lo tienen ahora con el plebiscito?
R. Jamás. Este momento es privilegiado para nosotros. Tenemos voz y voto, ojalá sepamos aprovecharlo para cambiar nuestra mentalidad.
P. ¿Cuál cree que es el desafío de la sociedad colombiana ante ese nuevo país que parece asomarse?
R. De pronto es una manera que escandaliza a los ‘godos’, pero la más conveniente para obligarnos a todos a cambiar y a formar parte de la construcción de un país más incluyente. Nuestra sociedad es adolescente y quizás con este acuerdo por fin pasemos a la adultez.
P. ¿Cómo ve la posibilidad de las FARC hagan política?
R. Significa la entrada a la madurez como sociedad. Las balas, aunque tengan jerarquía en las guerras que tanto fascinan a la humanidad, son infantiles herramientas para quienes no quieren pensar y expresar esos pensamientos con palabras que signifiquen algo.
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