“Nos tomaremos unas semanas de preparación y reflexión”
Mientras los Veintisiete exigen a Londres claridad, David Lidington pide tiempo
David Lidington (Londres, 1956) es el secretario de Estado británico para Europa y por lo tanto la persona clave en las negociaciones que se abren con Bruselas después del referéndum. Los 27 exigen a Londres claridad, pero Lidington pide tiempo. En una entrevista con EL PAÍS, el secretario de Estado asegura que no habrá ninguna decisión hasta que los conservadores no tengan nuevo líder en otoño, después de que David Cameron anunciara su dimisión como consecuencia de su fracaso en la consulta. No considera que fuera un error preguntar a los británicos, pero cree que la integridad de Reino Unido corre ahora peligro.
Pregunta. ¿Cuáles van a ser sus siguientes pasos en la negociación con Bruselas?
Respuesta. El referéndum ha sido una gran decepción. No es el resultado que queríamos, pero estamos en una democracia y hay que respetar la voluntad de los votantes. Ahora debemos establecer una nueva relación con los 27, aún nuestros vecinos y amigos. Será una relación distinta, pero vamos a la negociación con actitud abierta y constructiva.
P. ¿Piensan invocar el famoso artículo 50 para iniciar cuanto antes, como piden los socios, el proceso de salida?
R. Cameron no puede comprometer a su sucesor tomando una decisión ahora. La negociación le corresponderá al nuevo primer ministro británico. El artículo 50 será precisamente uno de los asuntos que tendremos en cuenta a la hora de elegir un nuevo líder para los tories. Sería deseable que tuviéramos distintas posiciones entre los candidatos. Es sensato que nos tomemos unas semanas de preparación y reflexión. Lo importante es hacerlo bien. Entiendo que nuestros socios europeos necesiten claridad, pero no debemos apresurarnos.
P. ¿Por qué la clase política británica ha sido incapaz de ver que había tanta gente dispuesta a abandonar la UE?
R. En la campaña quedó claro que el resultado estaría muy ajustado y nadie dio por sentado el resultado, pero confiamos en que en la última semana cambiarían las tornas. Pero no sucedió.
P. ¿Por qué tantos británicos quieren irse de la UE?
R. A la gente le preocupa la inmigración y las consecuencias de la libertad de movimiento. Hay mucho resentimiento y frustración con la globalización y el cambio social; los trabajos ya no son para toda la vida, en los pueblos hay más mezcla étnica. Mucha gente mayor siente que su ciudad no es como antes y ven en la UE la fuente de todas sus ansiedades y de la velocidad de los cambios.
P. ¿Fue un error convocar el referéndum?
R. Los Gobiernos en una democracia tienen que contar con el consentimiento de los ciudadanos. Yo discutí con Cameron este asunto, pero estaba claro que las dudas sobre la pertenencia a la UE no iban a acabarse y la preocupación de los ciudadanos por la falta de una consulta iba en aumento. El resentimiento no dejaba de crecer desde la firma del Tratado de Lisboa.
P. La ministra principal de Escocia piensa negociar con la UE. ¿Hasta qué punto peligra la integridad territorial del país?
R. Hay claramente un riesgo. La ministra principal ya habla de un segundo referéndum.
P. ¿Cuáles serán las consecuencias inmediatas de la consulta?
R. Ya estamos asistiendo a turbulencias financieras. Veremos lo que pasa en las próximas semanas, qué pasa con las inversiones que estaban paradas a la espera del resultado del referéndum. El impacto a largo plazo dependerá principalmente del resultado de las negociaciones con Bruselas.
P. ¿Es el Brexit el inicio de referéndums por toda Europa?
R. Lo que está claro es que lo que hemos visto en Reino Unido es parte de un fenómeno más amplio, del auge de los populismos también en otros países.
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