El ministro de Transparencia de Brasil dimite por criticar la investigación del caso Petrobras
El Gobierno interino de Temer sufre su segunda baja por la filtración de una conversación sobre corrupción
El nuevo ministro de Transparencia de Brasil, Fabiano Silveira, ha presentado este lunes su dimisión del Gobierno después de la filtración de una charla en la que critica las investigaciones anticorrupción del caso Petrobras.
Silveira fue grabado en la casa del presidente del Senado, Renan Calheiros, unos tres meses antes de asumir la cartera de ministro, según el programa Fantástico de TV Globo. Entonces aún formaba parte del Consejo Nacional de Justicia, una institución pública. En ese encuentro, Silveira les da orientaciones para la defensa a Calheiros y al exsenador Sérgio Machado, ambos investigados en la operación Lava Jato. Según Globo, fue Machado (expresidente de Transpetro, una subsidiaria de Petrobras) quien grabó la conversación. El ejecutivo ha llegado a un acuerdo para confesar detalles sobre la trama corrupta de la estatal a cambio de ventajas en la Justicia.
El mismo lunes, el Gobierno interino de Michel Temer anunció que el ministro conservaría su puesto a pesar de las filtraciones, reveladas el domingo. El anuncio no cayó bien. Una veintena de funcionarios de Transparencia en varios Estados entregaron sus puestos como protesta y, en Brasilia, trabajadores del ministerio barrieron simbólicamente la puerta del despacho de Silveira. La dimisión tardó unas horas en llegar, a última hora de la tarde. No obstante, en su carta de dimisión Silveira insiste en que hizo "comentarios genéricos, simples opiniones" que han sido "amplificadas por el clima de exasperación política del que somos testigos".
La baja de Silveira, la segunda de un ministro del equipo de Temer, se produce en circunstancias muy parecidas a la anterior, y a manos del mismo delator. Hace una semana, estalló un escándalo cuando el diario Folha de S. Paulo publicó otra grabación realizada por Machado. En ella, el ministro de Planificación, Romero Jucá, insinuaba que la salida del poder de Dilma Rousseff -apartada de la presidencia el pasado 12 de mayo- ayudaría a frenar las investigaciones anticorrupción de la petrolera estatal, que salpican a muchos partidos, incluido al del presidente Temer. Muchos vieron en las palabras de Romero Jucá indicios de que pretendía minimizar el escándalo de corrupción. Tras intentar justificarse y negar que fuera a dimitir, Jucá anunció que abandonaba el cargo.
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