El PP conecta las “filtraciones” del fiscal general del Estado con La Moncloa: “Tenían como epicentro a Sánchez”
Los populares piden el cese de Álvaro García Ortiz por “cometer delitos para perseguir a un ciudadano particular para que Pedro Sánchez pueda debilitar a un adversario político”
El PP suma más artillería a su estrategia de confrontación total contra el Gobierno de Sánchez tras las revelaciones del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) que atribuye al fiscal general un papel “preeminente” en los “en los hechos que, finalmente, derivaron en la filtración investigada sobre Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. El Partido Popular ha reiterado, como viene haciendo desde hace meses, la petición de cese del fiscal general del Estado por presuntamente “cometer delitos para perseguir a un ciudadano particular, para que Pedro Sánchez pueda debilitar a un adversario político”, según ha expresado Cuca Gamarra este lunes. Pero, además de criticar su papel, la secretaria general del PP ha utilizado estas últimas informaciones sobre la cuausa abierta en el Tribunal Supremo contra Álvaro García Ortiz para ligarlas al terremoto provocado por el empresario Víctor de Aldama, que el jueves hizo acusaciones gravísimas contra miembros del Gobierno y del PSOE.
“Todo esto se produce en un contexto donde la corrupción tiene siempre un epicentro, y es Moncloa. Todo lo que estamos conociendo, también en relación al fiscal general del Estado (...) todas esas filtraciones no solo cumplían ese objetivo político, sino que también se conocían perfectamente en La Moncloa y parece que también tenían como epicentro a Sánchez”, ha señalado Gamarra en una comparecencia en Burgos. “[El fiscal general] no puede seguir un minuto más en el cargo, y Pedro Sánchez solo le protege por dos motivos: porque cumple los estándares de decencia de su partido, de su Gobierno y de su familia; y porque todo lo que ha hecho García Ortiz ha contado con el beneplácito del Palacio de la Moncloa”, abundan fuentes de la dirección popular en un comunicado distribuido a los medios.
El PP insiste desde el jueves en exigir al presidente que dimita y convoque elecciones, pero sin la intención de recabar apoyos para registrar una moción de censura a la vez que sigue redoblando la presión sobre los socios de investidura —“encubridores o cómplices”, los tachó el líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, el sábado—. Pese a los duros ataques, los populares no pretenden sin embargo iniciar contactos por ahora ni con Junts ni con el PNV aunque Gamarra ha subrayado este lunes que el informe de la UCO incrementa un “nivel de corrupción que no es aceptable” para la sociedad española y que “no hay hora en la que no haya uno haya una noticia que no esté relacionada con la corrupción del Gobierno, del partido o de las instituciones en las que ha puesto al frente. “El Partido Popular trabaja para que España pueda tener otro futuro político”, ha asegurado Gamarra.
La secretaria general se ha desplazado hasta Burgos para dar el pistoletazo de salida a una semana en la que el PP impulsará diversos actos de carácter municipal en distintos puntos de Castilla y León. Y cuyo plato fuerte tendrá lugar el próximo fin de semana en Valladolid, con la celebración de su 27 cumbre Intermunicipal, convocada en paralelo al Congreso Federal del PSOE, que estará ocurriendo al mismo tiempo en Sevilla. En el caso de los populares, Feijóo clausurará el domingo los simposios con una intervención en la que volverá a cargar sin paliativos contra el Ejecutivo central. “Bien es cierto que [el fiscal] cumple los estándares de decencia que exige Pedro Sánchez en su Gobierno, partido y entorno: estar investigado e imputado”, ha ironizado la secretaria general este lunes. “Parece ser que eso es lo que te avala, pero esto no es lo que necesita nuestra democracia, estamos ante un fiscal señalado por la Guardia Civil como demuestra ese informe y absolutamente desacreditado para servir a los españoles”, ha remacado.
A la ofensiva de Génova se ha incorporado desde otro flanco este lunes el expresidente Mariano Rajoy, que durante su participación en el Curso Superior de Talento y Liderazgo Político impulsado por el Goethe Institut de Madrid, ha rememorado la moción de censura planteada contra él en 2018 por Sánchez. “Puso en marcha una moción de censura amparándose en unos renglones de una sentencia luego censurada por el Tribuna Supremo”, ha asegurado el dirigente popular. El alto tribunal confirmó hace diez días la condena del PP como responsable civil subsidiario por el pago en negro de la obra millonaria que acometió hace dos décadas en su sede de la madrileña calle de Génova. Los magistrados también ratificaron la culpabilidad de su extesorero Luis Bárcenas, que gestionaba la caja b del partido, y de los dos administradores de la empresa Unifica, el arquitecto Gonzalo Urquijo y su socia Belén García. Sin embargo, aunque los jueces respaldaron sustancialmente el fallo emitido en 2021 por la Audiencia Nacional, rebajaron las penas impuestas a los tres procesados por motivos “técnicos”. “El argumento que se dio a los españoles fue la corrupción, pero no había ningún miembro del Gobierno del PP en una causa de corrupción. La explicación fue la corrupción. ¿Qué les parece?”, ha interpelado Rajoy a los alumnos.
Feijóo, primer president del PP en un Congreso federal de UGT
Unas horas antes de la intervención de Gamarra, Feijóo ha intervenido en el 44 Congreso Confederal de UGT, donde se ha encontrado con otros miembros del Gobierno, como la vicepresidenta primera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
—Quizá algunos de los presentes se pregunte, ¿Qué hace el presidente del Partido Popular en este Congreso?—.
Con ironía ha arrancado el líder del PP su comparecencia este lunes en el 44 Congreso Confederal de UGT, en Barcelona, como invitado, provocando las risas y aplausos del público. Feijóo ha explicado que su participación en el acto se debe no solo a la invitación del secretario general, Pepe Álvarez, con quien ya ha mantenido otros encuentros, incluso en la sede del partido de Génova, sino por otras tres razones. “Respeto la responsabilidad de los agentes sociales; creo que los Gobiernos del PP han sembrado y recogido frutos del diálogo social y me he dedicado a la gestión de las cosas públicas y he tenido una relación intensa con este sindicato, compleja a veces”, ha explicado antes de hacer un pequeño repaso de su vida y experiencias con el sindicalismo.
“Pudiera parecer que estar en un congreso de la UGT es jugar fuera de casa, pero yo no concibo España así”, ha expresado el presidente de los populares, el primero de su formación en acudir a un congreso de este sindicato, y en la línea con la pretendida estrategia de moderación que arrancó este otoño poniendo el foco en asuntos como la conciliación, y en cuyos pasos se entrevistó en el camino con Álvarez. “Vengo a defender que un partido como el que milito y presido, con ocho millones de votos, tenemos la mayoría de ellos de trabajadores. Vamos a seguir representando lo que entendemos como mejor fórmula para la dignidad del trabjo”, ha concluido su discurso, de unos diez minutos, en el que ha expuesto diez claves de lo que a su juicio son algunos de los problemas de la economía española, como dejar las “políticas en manos de las minorías”, no respetar la “igualdad” entre españoles por territorios o el aumento de la presión fiscal, en alusión a la última reforma aprobada por el bloque de investidura del año pasado.
“Espero que los militantes del partido popilar afiliados a la UGT vayan convenciendo a este sindicato de nuestras politicas laborales”, ha ironizado. “Y, sino lo hacen, cuando nos encontremos trabajando juntos, voy a seguir persiguiendo entendernos”, ha añadido sobre el eventual escenario en el que ganara unas futuras elecciones generales. De hecho, Feijóo se ha presentado ante el auditorio como el “candidato” de su partido. “Mi única ambición es defender los intereses generales compromiso es acertar en las decisiones, necesitamos políticas de Estado y estar a la altura de nuestra gente”, ha abundado con un recado directo al Ejecutivo de Pedro Sánchez. La coyuntura del acto no daba pie a ataques tan aguerridos como los lanzados durante los últimos días tras la declaración del empresario Víctor de Aldama, pero en cualquier caso ha dejado un pequeño mensaje. “Los Gobiernos están para servir y no para servirse”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.