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La hora de las mujeres al frente de Naciones Unidas

Tres candidatas a la secretaría general explican a EL PAÍS qué aportaría su presencia

Ángeles Espinosa
Asamblea general de Naciones Unidas en Nueva York el pasado septiembre.
Asamblea general de Naciones Unidas en Nueva York el pasado septiembre. Mike Segar (REUTERS)

Por primera vez en los 70 años de historia de Naciones Unidas existe la posibilidad real de que el próximo secretario general de la organización sea una mujer. A las habituales quinielas geográficas (según el sistema informal de rotación le tocaría a Europa del Este), se ha añadido la variable de género. Incluso hay una campaña en marcha. De los nueve candidatos propuestos hasta ahora, cinco son mujeres. Tres de ellas, la argentina Susana Malcorra, la moldava Natalia Gherman y la croata Vesna Pusic, han coincidido en Qatar durante la celebración del Foro de Doha.

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EL PAÍS ha hablado con ellas y les ha preguntado:

1) Qué diferencia supondría tener a una secretaria general.

2) Qué aportarían ellas.

3) Cuál ven como el principal problema de la organización.

Todas han coincidido en que ya es hora de que la ONU tenga una mujer al frente. Además de las citadas, también están en la carrera la hasta ahora directora general de la UNESCO, la búlgara Irina Bokova, una de los favoritos, y la ex primera ministra de Nueva Zelanda Helen Clark. He aquí sus respuestas.

Malcorra: “Hay que trabajar en la prevención de conflictos”

Susana Malcorra.
Susana Malcorra.EFE

Susana Malcorra es ministra de Asuntos Exteriores de Argentina desde diciembre de 2015; con anterioridad, esta ingeniera electrónica había trabajado en Naciones Unidas donde llegó a ser secretaria general adjunta y jefa del gabinete de Ban Ki Moon.

1) Las mujeres siempre traemos una perspectiva distinta a cualquier debate; tenemos una visión más trasversal de las cuestiones. Me parece que en este mundo de hoy donde todo es tan trasversal, una mujer puede agregar un valor especial en este sentido. Depende de la mujer y depende de la experiencia de la mujer. Esencialmente, este es un aspecto que tiene un gran valor agregado.

2) Creo en Naciones Unidas fuertemente. Creo en unas Naciones Unidas de acción. Creo en unas Naciones Unidas que tienen que pensar en la gente, en la gente y el planeta como grandes hilos conductores, que concentrarse en los problemas. [Pero] en lugar de pensar en la organización para resolver los problemas, tiene que pensar en los problemas y eventualmente aliñar la organización para resolverlos. Y finalmente [creo] en una visión de los problemas que tenga impacto en la vida real; una organización que esté orientada a hacer, que deje la retórica y vaya a la acción.

3) Claramente todo el mundo se focaliza en Siria como el problema más importante y yo creo que tenemos que trabajar en el problema de Siria, aunque también tenemos que reconocer que después de más de cinco años, el problema se ha agravado demasiado para abordarlo solo desde Naciones Unidas. En lo que tenemos que trabajar en general es en establecer mecanismos de alerta temprana y ser mucho más activos en el rol de facilitador, en el rol de mediador, en el rol de buenos oficios del secretario general o de la secretaria general para evitar que estas cosas pasen porque hay suficientes señales de que hay muchos otros lugares en lo que esto puede pasar.

Gherman: “La ONU tiene que funcionar mejor”

Natalia Gherman.
Natalia Gherman.Cordon press

Natalia Gherman ha sido vice primera ministra y ministra de Exteriores e Integración Europea de Moldavia

1) Sería muy justo tener una secretaria general en esta ocasión porque en los 70 años de existencia de Naciones Unidas no se ha ofrecido a ninguna mujer la posibilidad de dirigir la organización. Sería un excelente ejemplo de equilibrio e igualdad de género porque las mujeres son más del 50 % de la población del mundo. Marcaría un ejemplo para todos los países miembros.

2) Estoy convencida de que las mujeres son pacificadoras natas, que casi de forma instintiva buscan la estabilidad, un entorno pacífico, lo que trae sostenibilidad a todas las áreas de actividad de Naciones Unidas. También daré prioridad la puesta en práctica de la agenda para la paz y la seguridad para las mujeres, de acuerdo con las resoluciones de la ONU, porque creo que el potencial de las mujeres en todas las fases (prevención de conflictos, gestión de crisis, rehabilitación posconflicto) no se ha explorado todavía con éxito. Además, si soy elegida la próxima secretaria general, pondré en práctica una política de contratación que sea equilibrada respecto al género. Estoy convencida de que se puede combinar meritocracia, profesionalidad y experiencia que tienen las mujeres con una agenda adecuada de equilibrio de género y con representación geográfica justa. Pienso que el secretario general debiera dar ejemplo en esto, también en los altos cargos de la organización.

3) La ONU tiene que funcionar mejor y tiene que inspirar los miembros para poner a los seres humanos y su dignidad en el centro de sus actividades. En el siglo XXI la gente sigue muriendo a causa de los genocidios y los crímenes de guerra, continúan cometiéndose atrocidades. Si estamos guiados por el principio de proteger la vida humana en todos nuestros proyectos, obtendremos mejores resultados, como organización y como personas.

Pusic: “Potenciaré los negociadores”

Vesna Pusi.
Vesna Pusi.Cordon press

Vesna Pusic es vicepresidenta del Parlamento de Croacia; con anterioridad fue vice primera ministra y ministra de Exteriores

1) Para entender al ser humano hay que entender tanto a las mujeres como a los hombres. Durante los últimos 70 años, la ONU ha tenido la experiencia masculina, y ha llegado el momento de que tenga la de la otra mitad [de la población], especialmente en un mundo en el que muchos de los problemas que aborda tienen como objetivo y solución a la mujer. Entre ellos, el acceso a la educación, el acceso al trabajo, la violencia sexual, el tráfico de seres humanos, la esclavitud, la mutilación genital y otros que están en el centro de los conflictos. También la pobreza. Las mujeres son la mayoría entre los más pobres. Para hacer frente a estos problemas hay que centrarse en la mujer y creo que [una mujer al frente] ayudará.

2) Cierta actitud rompedora, experiencia en las tres cosas que la ONU utiliza (el mundo académico, la sociedad civil y la política), ya que he estado en los tres ámbitos. Siempre he aportado una perspectiva diferente en derechos humanos, derechos de la mujer, conflictos, donde desgraciadamente tengo experiencia personal debido a de dónde procedo, y desarrollo. Otro factor es que vengo de un pequeño país miembro de la Unión Europea, lo que habitualmente se considera primer mundo, pero tengo mucha experiencia personal en lo que pasan países pobres o en conflicto. Vengo de Croacia que cuando yo estaba en la treintena y al principio de la cuarentena pasó por una guerra, reconciliación, reconstrucción. He vivido la experiencia de tener cascos azules en mi propio país; he visto de primera mano lo que pueden y no pueden hacer. Todo esto me ha curado de la arrogancia.

3) Sé que muchos países esperarían que diga algo relativo a la gestión porque es un asunto importante y cualquiera que sea elegido tendrá que abordarlo. Sin embargo, estoy convencida de que nadie que vaya a ser un buen secretario general está motivado para ello por el deseo de gestionar la ONU. Si tengo que elegir una prioridad serían los negociadores. La ONU aún es el intermediario en el que más se confía en caso de conflicto. En segundo lugar, cuando tiene buenos negociadores pueden hacer mucho más que las tropas de mantenimiento de la paz sobre el terreno; estos son necesarios cuando se tiene que mantener a dos partes físicamente separadas, pero para todo lo demás, prevención, encontrar una solución, alto el fuego, paz sostenible, rehacer las instituciones, reconstruir la sociedad, se necesitan negociadores. Y buenos negociadores, como Lakhdar Brahimi, Stefan de Mistura, Nickolay Mladenov, en el área de paz y seguridad, que es esencial a su mandato, es probablemente donde la ONU puede ofrecer más y en la que tiene más posibilidades de avanzar.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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