Grecia amenaza con bloquear el acuerdo con Reino Unido
No está claro que Atenas vaya a ejercer su amenaza, pero sí quiere usarla como arma de negociación
La crisis migratoria acaba de cruzarse con la amenaza del Brexit (la salida de Reino Unido de la UE). El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha amenazado al resto de socios, durante el segundo día de cumbre de jefes de Estado y Gobierno en Bruselas, con bloquear el acuerdo hasta el 6 de marzo si no se garantiza que el código Schengen (la libre circulación de personas) sigue en pie, informa France Presse y confirman fuentes diplomáticas. "Grecia no tiene fronteras con otros paíse Schengen", explican fuentes helenas, "y es necesario que las fronteras internas estén abiertas para que el proceso de reubicación [de refugiados] avance", sostienen.
No está del todo claro que Grecia vaya a ejercer su amenaza de veto. Pero fuentes diplomáticas explican que Atenas sí quiere usar esa posibilidad como arma de negociación. Hace justo un año, Tsipras ya amenazó con vetar la ampliación de sanciones a Rusia por el conflicto en Ucrania. Al final, la prórroga se aprobó por unanimidad: Grecia dio su brazo a torcer.
Los socios llevan semanas amenazando al Gobierno heleno con aislar a Grecia si no es capaz de controlar sus fronteras. El Gobierno griego no acepta el texto de conclusiones de la cumbre si no se mantienen abiertas todas las fronteras de Schengen. "Grecia apoya la unidad europea en el norte pero pide lo mismo para el sur” en relación con las fronteras tanto marítimas en el Egeo como terrestres, especialmnete con Macedonia, según las mismas fuentes. Atenas trata así de darle la vuelta al ultimátum que Bruselas puso encima de la mesa hace justo una semana. Los Veintiocho aprobaron hace siete días —con el voto en contra griego y las abstenciones chipriota y búlgara— las recomendaciones lanzadas a las autoridades helenas para que solventen las "graves deficiencias" que la Comisión Europea ha detectado en varios de sus pasos fronterizos con Turquía.
Atenas deberá ahora presentar un plan de acción y aplicar esas instrucciones en un plazo de tres meses, que empezó a correr el viernes pasado. Si no lo hace, los países se reservan el derecho de extender hasta dos años la suspensión temporal de Schengen que rige ahora, de manera limitada y con fecha de caducidad, pues Alemania y Austria deberían abrir sus límites en mayo.
Grecia queda aislada
La polémica decisión de Austria de imponer duros controles y cuotas diarias a la inmigración no sólo ha generado revuelo en los demás socios europeos, sino que ha dejado de lado a Grecia. Según una carta conjunta firmada por altos cargos de la Policía de los países de la ruta de los Balcanes —Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia— a la que ha tenido acceso EL PAÍS, las autoridades fronterizas de estos cinco países han acordado tomar "nuevas medidas urgentes" para frenar la migración al margen del foco principal: Grecia.
Entre otras medidas de coordinación, los cinco países se comprometen a informarse mutuamente de los movimientos migratorios y los cierres de fronteras con "cinco días de antelación" a su aplicación, a apoyar a Frontex (la agencia de control de fronteras exteriores de la UE) en los límites entre Grecia y Macedonia y Turquía y a trasladar de manera bilateral a los inmigrantes entre los países afectados. Pero en ninguna de las medidas entra la colaboración de Grecia.
Estas autoridades policiales, según la carta de tres páginas fechada ayer jueves, han acordado estandarizar las formas de registro entre los países y han establecido que Macedonia —donde aseguran que la presencia de policía extranjera está surtiendo efecto para rebajar el flujo de migrantes— sí es válida para ellos como primer país de entrada, aunque no forme parte de la Unión Europea. No obstante, aquellos migrantes que posean el certificado de registro de las autoridades griegas también estarán autorizadas a entrar, según el documento.
Grecia, pues, pasa a un segundo plano en el desarrollo de la actividad policial y la responsabilidad del funcionamiento de las operaciones recaerá, según el documento, en Macedonia. "Los jefes de Policía [de Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia] han acordado ofrecer la ayuda necesaria a las autoridades macedonias para frenar la crisis migratoria". Y para ello quieren cumplir con las peticiones de Skopje: más vigilancia en sus fronteras, más controles y más registros de migrantes.
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