Rusia anuncia un plan de estímulo económico de 10.000 millones
Aunque el Kremlin no ha dado detalles, sí ha confirmado que se mantendrán las pensiones
Rusia ha anunciado un plan de estímulo de la economía del país golpeada fuertemente por la caída de los precios del petróleo y por las sanciones que Occidente ha impuesto debido al apoyo del Kremlin a los separatistas del este de Ucrania. El ministro de Economía, Alexéi Ulukáyev, ha dicho que se tomarán medidas anticrisis por 750.000 millones de rublos (casi 10.000 millones de euros).
La economía rusa, que se hundió en un 3,7% el año pasado, necesita medidas urgentes para hacer frente a los desafíos de este año, que se vislumbra sumamente problemático debido, ante todo, a los pronósticos nada optimistas de los precios del crudo. Rusia obtiene la mayoría de sus entradas económicas en divisas de la venta de hidrocarburos y el presupuesto estatal se calcula sobre la base de lo que vale el barril de petróleo. Para 2016, el Gobierno de Vladímir Putin calculó el presupuesto, teniendo en cuenta un déficit previsto del 3%, a 50 dólares el barril. Sin embargo, el precio ha llegado a caer por debajo de los 30.
Ulukáyev señaló que las medidas anticrisis, que no ha explicado en detalle, contemplarán casi 310.000 millones de rublos, es decir, un 41% de la suma total, en créditos a las regiones.
La falta de recursos presupuestarios ha obligado al Gobierno a ordenar a todos los ministerios y a otras instituciones estatales que recorten un 10% los gastos previstos para cada una de ellas en 2016. El primer ministro, Dmitri Medvédev, recalcó que no todos los proyectos se debían recortar de forma pareja, pues es necesario apoyar aquellos relacionados con las áreas que tienen buenas perspectivas para competir en los mercados internacionales. Si los organismos estatales no definen ellos mismos qué proyectos sacrificar, será el Gobierno quien lo haga.
Como todavía no se han dado detalles de las medidas anticrisis anunciadas por el ministro de Economía, los especialistas no tienen claro de dónde piensa el Gobierno obtener el dinero. Es verdad que Rusia todavía tiene bastantes reservas gracias a los fondos creados cuando los precios del petróleo eran altos, pero el mantenimiento de las prestaciones sociales, algo en lo que el presidente Vladímir Putin ha insistido, y los esfuerzos de los últimos días para lograr una cierta recuperación del rublo hacen temer a algunos economistas que estas pueden acabarse ya a fin de año.
Lo que sí ha trascendido, es que el plan anticrisis contempla cuatro campos de acción: apoyo a las provincias, ayuda a los sectores clave como la agricultura y la golpeada industria automotriz, medidas sociales y, por último, reformas estructurales.
La negativa del Gobierno a tocar las prestaciones sociales está dictado, según algunos comentaristas, por el hecho de que en septiembre de este año se deben celebrar las elecciones parlamentarias de turno y el Kremlin no desea tomar medidas antipopulares que pueden afectar el apoyo de las masas a los candidatos de los partidos que sostienen al actual régimen.
Putin discutió el miércoles el plan anticrisis con altos funcionarios responsables de la economía y las finanzas rusas, mientras el primer ministro Medvédev analizaba con diversos expertos el informe Una economía de crecimiento, propuesta alternativa entre cuyos autores está el exministro y actual asesor económico del presidente, Sergué Gláziev, que propone disminuir la tasa de interés del Banco Central, introducir un severo control de divisas y aumentar sustancialmente la emisión de moneda nacional para estimular el crecimiento.
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