“Un impago al FMI haría muy difícil seguir trabajando con Grecia”

La crisis ha cambiado principios y estatus que parecían inquebrantables. El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) se creó en 1991 para ayudar a las antiguas economías comunistas en su transición hacia el capitalismo. Hoy dos países del euro, Chipre y Grecia, forman parte de las economías que reciben ayuda del BERD. Su presidente, Suma Chakrabarti (Jalpaiguri, India, 1959) advierte de visita en Madrid que la incertidumbre política está minando la economía griega. “En estas condiciones, no puedo persuadir a nadie para que invierta en Grecia”, asegura.

Pregunta. ¿Cuál es el papel del BERD en Grecia?

Respuesta. El programa de ayuda fue solicitado por el anterior Gobierno de Grecia, presidido por Andonis Samarás, y fue aprobado en febrero, ya con el Gobierno actual, que apoyó el plan pero sin especificar para qué proyectos. Hemos retrasado la presentación de nuestros planes estratégicos para Grecia porque necesitamos saber cuál va a ser la política del actual Gobierno.

P. ¿En qué sentido?

R. El anterior Gobierno nos pidió ayuda, por ejemplo, con el proceso de privatizaciones pero nadie sabe cuál es la posición del actual equipo en ese sentido; si quiere que trabajemos en esos temas o no. Hay muchos otros temas en los que podemos trabajar juntos, como la financiación para el comercio exterior, la reforma del sector financiero, las pymes o los servicios que prestan los ayuntamientos. Pero el alcance de la financiación del Banco depende de las políticas del Gobierno.

P. ¿Porque tienen que cofinanciar los proyectos o por seguir una determinada política?

En este momento no puedo persuadir a nadie de que invierta en Grecia"

R. En parte porque tenemos que asegurarnos de que las políticas que se pongan en marcha permitan que la inversión funcione. Por ejemplo, si la legislación impide que las energías renovables tengan un precio de mercado no vamos a poder atraer inversores extranjeros a esos proyectos. Lo mismo pasa con los servicios municipales o el sector financiero. No sabemos qué enfoque tiene el Gobierno de Syriza en estas cuestiones y hasta entonces no podremos definir nuestro programa.

P. ¿Qué sucede si Grecia suspende pagos?

R. Formalmente podemos seguir trabajando con un país aunque haya declarado la suspensión de pagos. La cuestión es si debemos hacerlo si no hay un plan para corregir ese impago. El impacto directo de nuestra inversión en Grecia es insignificante pero si hay una quiebra y Grecia sale del euro, eso tiene consecuencias. Los bancos y las empresas griegos son muy importantes en los Balcanes y tenemos inversiones conjuntas con ellos en esa región, que podrían verse afectadas. Lo mismo sucede con el mercado de bonos. Nosotros nos financiamos en el mercado y si uno de nuestros socios sufre un impago eso puede afectar al coste de nuestra financiación.

P. ¿Qué pasa si el impago es con el Fondo Monetario Internacional (FMI)?

R. Si el impago es con el Fondo es muy difícil que ningún otro organismo multilateral siga involucrado con el país. Si un país empieza a declarar impagos con el FMI o el Banco Mundial debemos preguntarnos de inmediato si debemos seguir trabajando con ese país.