Manuel Camacho Solís, el hombre que negoció la paz con el EZLN
El senador mexicano fallece a los 69 años. Fue precandidato a la presidencia y una figura clave en la política de los años noventa
El senador mexicano Manuel Camacho Solís ha fallecido en la Ciudad de México a los 69 años, víctima de un cáncer. Su nombre está vinculado a hitos clave de la política de su país en la última década del siglo pasado. En 1994, tras el levantamiento en Chiapas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), fue el coordinador de los diálogos que llevaron a un alto el fuego.
Hace dos años definió aquel episodio como el mayor reto de su carrera: "Desde mi punto de vista iba a traer muchos muertos en el Ejército y en las comunidades indígenas. Iba a ser como el 68 [la matanza estudiantil de Tlatelolco] pero mucho peor", afirmó.
En 1993 fue precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de la República, pero finalmente el elegido fue Luis Donaldo Colosio, asesinado en 1994 durante un acto de campaña. Aquella disputa interna por la sucesión en el PRI y el magnicidio marcaron el declive de la hegemonía del partido, en el poder desde 1929. Tras la muerte de Colosio el candidato escogido fue Ernesto Zedillo, presidente de 1994 a 2000, año en que el PRI fue apeado del gobierno.
Esta mañana, el historiador Lorenzo Meyer destacaba en la trayectoria de Camacho Solís el interés político genuino que acompañaba su ambición de gobernar: "En él había un conocimiento y una propuesta teórica de cómo hacer frente a los nudos de poder que se habían formado en México. Era uno de los pocos miembros de la élite del PRI con los que se podía dialogar".
“No hay voluntad de hacer el cambio de régimen”, dijo Camacho Solís cuando abandonó el PRI
Camacho Solís, de familia acomodada y licenciado en Economía, desarrolló la parte más relevante de su carrera política en el PRI, al que se afilió con 19 años. En la presidencia de Miguel de la Madrid (1982-1988) fue secretario de Desarrollo Urbano, época en la que afrontó la reconstrucción de la capital después del terremoto de 1985.
En 1988 fue nombrado regente de la Ciudad de México por el nuevo presidente, Carlos Salinas, en un tiempo en el que el alcalde capitalino aún no era elegido por votación popular. Camacho Solís fue un hombre muy cercano a Salinas, pero este terminó apostando por Colosio para la candidatura presidencial, lo que empezó a distanciar a Camacho de la nomenklatura del partido.
Después de perder la pugna por la cima del poder, en 1993, abandonó la regencia de la capital. Si bien Salinas no respaldó su aspiración sucesoria, una vez abandonó la alcaldía lo nombró canciller, y con la crisis insurgente de 1994 lo puso a cargo de los diálogos con el EZLN.
Su papel central en Chiapas le devolvió protagonismo y sus reclamos de democratización institucional y electoral en México fueron un aguijón para la campaña del ya candidato Colosio. Pasado el turbulento proceso de sucesión de Salinas, en 1995, Camacho Solís se desligó del PRI, acusando al partido de querer aferrarse al control gubernamental: “No hay voluntad de hacer el cambio de régimen”.
En el año 2000 se presentó a las presidenciales por el Partido del Centro Democrático. Solo consiguió un 0,5% de los votos y el partido se extinguió. A partir de ahí siguió su carrera política en el Partido de la Revolución Democrática, con el que fue diputado federal de 2003 a 2006 y senador desde 2012 hasta su fallecimiento.
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