Imputado por mentir al FBI un expresidente de la Cámara de EEUU
Dennis Hastert ocupó el puesto entre 1999 y 2007 y habría pagado para ocultar un caso de abuso sexual cuando era profesor en Illinois hace décadas
Dennis Hastert, presidente republicano de la Cámara de Representantes entre 1999 y 2007, ha sido imputado esta semana por el FBI por presuntamente haber pagado 1,7 millones de dólares por un chantaje y esconder la información a la Oficina Federal de Investigación (FBI). Según informa el diario The New York Times, Hastert habría pagado a un antiguo estudiante para evitar que este último dijera públicamente que el político había abusado de él cuando era un profesor en un instituto de Yorkville (Illinois).
Citando a dos fuentes cercanas a la investigación federal, el diario neoyorquino no cita al chantajeador ya que este no es identificado tampoco en los documentos judiciales a los que han tendio acceso algunos medios. No está claro cuando sucedieron los abusos pero Hastert fue profesor y entrenador de lucha libre en Yorkville entre 1965 y 1981. El auto del procesamiento dice que la persona que recibía los pagos era de Yorkville y conocía a Hastert desde hace décadas.
Hastert, de 73 años y 20 de ellos congresista, abandonó el cargo de presidente de la Cámara de Representantes en 2007, tras la victoria demócrata en las elecciones legislativas de 2006. Desde entonces trabajaba en Washington donde abrió su propia firma de grupo de presión. El expresidente enfrenta cargos por haber creado un esquema de retirada de efectivo para evitar la presentación de informes bancarios sobre estos movimientos, según informaciones del FBI.
El hombre poderoso que en su momento llegó a ser el segundo en la línea de sucesión de la presidencia retiraba de forma periódica cantidades de dinero de menos de 10.000 dólares de distintas cuentas para así evitar los requisitos de presentación de informes bancarios por dichas transaciones.
Las autoridades parece que por ahora solo persiguen judicialmente a Hastert y no al hombre que le extorsionaba, porque para que fuera así el antiguo político tendría que admitir que estaba siendo sometido a un chantaje, algo que ha negado hasta el momento.
A finales de 2014, el expresidente dijo a los agentes federales que no pagaba a nadie con ese dinero y justificó sus retiradas de efectivo en que no confiaba en la estabilidad del sistema bancario. La fiscalía considera que ese testimonio es falso.
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