La NSA se prepara para la guerra mundial cibernética, según Der Spiegel
El semanario alemán detalla el funcionamiento del programa Politerain, que fue desvelado por Edward Snowden
Cuando el famoso escritor canadiense y teórico de las comunicaciones, Marshall McLuhan pronosticó en un lejano 1968, que la tercera guerra mundial sería una “guerra de guerrillas de información” que implicaría, sin distinciones a los militares y a la población civil, el mundo estaba inmerso en una guerra más caliente y vivía bajo el fantasma de una guerra atómica.
Pero 46 años después, la profecía de McLuhan ha adquirido una peligrosa actualidad a causa de un programa secreto que puso en marcha la famosa y polémica Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y que fue bautizada con el nombre de “Politerain”, que oculta un eficaz ejercito de francotiradores cibernéticos, un exclusivo grupo de guerrilleros que forman parte de la operación que lleva el nombre de TAO (Tailored Acces Operations).
La tropa de guerrilleros tiene como única misión, manipular y destruir ordenadores enemigos, acabar con sus discos duros y descubrir, en último término como piensa y qué herramientas utiliza el enemigo.
El programa que se puso en marcha hace ocho años hizo posible que el ejército de francotiradores cibernéticos lograra diseñar estrategias de combates en Internet destinados a infiltrar y paralizar las redes de ordenadores enemigas y, de esta forma, tener acceso al suministro de agua potable, electricidad, fábricas, aeropuertos y transacciones de pago y capitales. La existencia de Politerain fue descubierta por el exagente de la NSA, Edward Snowden, y varios documentos que resumen el trabajo del programa fueron examinados por la revista Der Spiegel, que publica este sábado un amplio reportaje bajo un título sugerente: “Escalada controlada”.
“Los servicios secretos ya no se ocupan solo del espionaje. Documentos de Edward Snowden muestran que desean dominar Internet y se preparan para una guerra digital”, señala el semanario que revela que los espías digitales trabajan en servicios secretos que forman la llamada “Alianza de los Cinco Ojos”, integrada por Estados Unido, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelandia y Australia.
Los documentos en poder de Snowden revelan que la NSA es consciente de que el próximo gran conflicto mundial se iniciará en Internet, una certeza que convenció a la agencia a solicitar un aumento sustancial en su presupuesto para reforzar el “potencial de ataque” en las operaciones en cubiertas destinadas a invadir redes de ordenadores enemigas.
Los documentos señalan que uno de los ataques más exitosos realizados por la NSA fue la utilización del virus Stuxnet para paralizar el programa atómico de Irán. Otra herramienta desarrollada por los guerreros cibernéticos de la NSA fue el virus Regin, con el que se intentó infiltrar la red de ordenadores de la cancillería alemana. El virus también fue utilizado para espiar a la Comisión Europea.
La NSA y sus aliados también han utilizado los ataques cibernéticos que han padecido en carne propia para utilizarlos en su provecho bajo un lema bélico apropiado: “¡Robad sus herramientas, su know-how, sus víctimas y sus resultados!”. Por ejemplo, la respuesta que dio la NSA, cuando una de sus unidades de espionaje cibernético detectó el robo de datos en el Pentágono. El equipo de expertos de la NSA logró detectar la dirección IP en Asia, una pista que finalmente les llevo a localizar el inicio del ataque en China. El contraataque fue fulminante y exitoso. Los espías lograron descubrir el resultado del ataque chino, pero también descubrieron que el gigante asiático era el responsable de un ataque que sufrió Naciones Unidas
El núcleo duro de los espías de la NSA trabaja, bajo el código S321, en el Remote Center Operation ubicado en Fort Meade, en el Estado de Maryland, ocupa la tercera planta de uno de los edificios principales del complejo y, en varios turnos, vigilan sus ordenadores las 24 horas del día.
“La prioridad de la NSA son los ataques y no la defensa”, admitió Snowden en una entrevista reciente, al referirse a la nueva estrategia de la agencia que vigila y, cuando puede, ataca junto con sus aliados del grupo Cinco Ojos, a todos los demás países que no pertenecen a ese exclusivo grupo de espionaje, incluidos Alemania y España.
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