“Llevará meses apagar todos los focos”
"La respuesta con toques de queda y cuarentenas no ha sido efectiva”
El epidemiólogo belga Michel Van Herp (Médicos sin Fronteras) dijo en marzo que estábamos ante “una epidemia sin precedentes” —no solo por ser la mayor de ébola desde que se descubrió el virus en 1976, sino por la letalidad de la infección— y muchos le acusaron de estar exagerando. Sin embargo, el tiempo le dio la razón. Acaba de regresar a Europa tras un viaje que le ha llevado, una vez más, a Guinea, Liberia y Sierra Leona, el epicentro de la enfermedad.
Pregunta. Tras un año de rápida expansión de la epidemia cunde una cierta sensación de optimismo ante los avances en Liberia y Guinea, ¿empieza a controlarse el ébola?
Respuesta. Aún no. Es cierto que en Guinea y Liberia hay una aparente estabilización del ritmo de contagios, que ya no crece como lo hacía antes. Pero en Sierra Leona es necesario hacer aún un gran esfuerzo para llegar a controlar la situación. Allí, la respuesta militar con toques de queda y cuarentenas no ha sido efectiva y persiste un fuerte problema de concienciación de la población y de las autoridades.
P. ¿Podemos poner fecha al fin del brote?
R. Es difícil decirlo. El foco de la epidemia, Guékédou-Kailahun-Foya, está prácticamente apagado, pero la epidemia se ha diseminado de una forma hasta ahora desconocida. Llevará varios meses apagar todos los focos de este incendio, sin olvidar que un solo puede caso puede volver a activarlo. En marzo, primer año de la declaración oficial del brote, seguirá activo. Eso es seguro.
Ahora lo que falta son recursos para ir a buscar a los enfermos”
P. Sin olvidar Malí, donde un nuevo frente que acaba de abrirse.
R. Confío en que allí van a tener éxito, como ocurrió en Senegal o Nigeria. De momento no hay muchos enfermos. Es esencial que la situación en Malí no degenere y para eso hay que seguir muy de cerca todos los contactos del foco de Bamako y estar muy vigilantes a las entradas desde Guinea, que es como ha llegado el virus ya dos veces al país.
P. Médicos sin Fronteras ha lamentado muchas veces la lenta reacción de la comunidad internacional, ¿ahora es ya la adecuada?
R. El problema de la ayuda es que una parte no está siendo efectiva. Está bien que se construyan centros de aislamiento, pero hubiera sido mejor que lo construyeran hace tres meses. Ahora lo que falta son recursos para ir a buscar a los enfermos, para estar en relación con la comunidad, para hacer el seguimiento de contactos.
P. ¿Le impresiona lo que el ébola ha sido capaz de provocar en estos tres países?
R. Hay un grave problema sobre el que la gente no presta demasiada atención y es cómo han quedado destrozados los sistemas de salud para atender a otras enfermedades. Está todo cerrado y no veo planes para reabrir los servicios de base.
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