La UE pide miles de profesionales para combatir el ébola en África
Las donaciones han superado en las últimas semanas los 1.000 millones de euros
La epidemia de ébola se ha cobrado ya más de 5.000 vidas en África y se necesitan con urgencia profesionales de la salud para combatirla. La Comisión Europea pidió ayer la colaboración de “médicos, especialmente epidemiólogos, pero también antropólogos, enfermeras y miles de especialistas en servicios paramédicos y voluntarios” para combatir el brote, en palabras del comisario de Salud, Vytenis Andriukaitis. El responsable europeo ha viajado en los últimos días a los tres países más afectados —Sierra Leona, Liberia y Guinea— junto con el enviado especial de la UE para el ébola, Christos Stylianides, que es también comisario de Ayuda Humanitaria.
Los dos miembros del Ejecutivo comunitario han comprobado sobre el terreno esas necesidades de personal, que se suman a las de laboratorios móviles. “Hay que hacerlo hoy, no mañana”, enfatizó Stylianides, que fue nombrado por los jefes de Estado y de Gobierno el pasado 24 de octubre para coordinar los esfuerzos europeos en la lucha contra la enfermedad.
Tras las críticas que recibieron muchos Estados comunitarios por el escaso compromiso mostrado para combatir una enfermedad que produjo el primer contagio en Europa con la auxiliar española Teresa Romero, los gobernantes han agilizado en las últimas semanas las donaciones, hasta superar los 1.000 millones de euros que se marcaron como objetivo a finales de octubre. El dinero se emplea en control de la epidemia, diagnósticos, tratamientos y dispositivos médicos. También contribuye al despliegue de personal médico, a la formación específica que reciben para tratar el ébola y a los programas de concienciación organizados para la población local, según explicó la Comisión Europea.
Pero esa aceleración mostrada al desembolsar fondos es muy inferior en lo que respecta al envío de personal. Los países miembros se congratularon el pasado lunes del creciente número de trabajadores europeos que se desplazan a la zona, sin concretar cifras. Los comisarios admitieron ayer que ni siquiera cuentan con un cálculo específico de cuántos son necesarios, algo que esperan lograr en los próximos días. Para incentivar los traslados, la UE garantiza la evacuación en 48 horas de cualquier trabajador internacional que pueda contraer la enfermedad.
Hemos constatado que hay una mejora en los controles de salida Christos Stylianides, enviado especial de la UE para el ébola
El enviado especial para el ébola se declaró conmocionado por lo observado en estos tres países durante el viaje realizado entre el 12 y el 16 de noviembre. “Hemos constatado que hay una mejora en los controles de salida”, explicó. Stylianides aludía a las tomas de temperatura y recogida de información que se hace a los viajeros que abandonan esos países para evitar que accedan al avión si presentan síntomas del virus. Ante la falta de acuerdo para introducir estos exámenes de manera coordinada en la UE, Bruselas optó por reforzarlos en los países de origen, donde resulta más eficaz. Aun así, las dos únicas capitales europeas que mantienen vuelos directos con los países más afectados por el ébola, París y Bruselas, decidieron por su cuenta en octubre realizar esas evaluaciones a los pasajeros que aterrizan desde la región africana.
Conscientes de que la atención europea sobre el brote de ébola desciende cuando no hay ciudadanos comunitarios infectados, los dos comisarios instaron a mantener los esfuerzos. “La recuperación de estos países es una cuestión de largo plazo. Ninguno de ellos puede afrontar la enfermedad en solitario”, concluyó el zar contra el ébola.
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