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Los escándalos políticos calientan la carrera electoral de Brasil

El objetivo de los candidatos es convencer a los 20 millones de indecisos, según las encuestas

Carla Jiménez
Dilma Rousseff, el pasado día 31 en São Paulo.
Dilma Rousseff, el pasado día 31 en São Paulo.Sebastiao Moreira (EFE)

La campaña electoral de Brasil se prepara para su etapa mediática. Dentro de 15 días, la propaganda de los partidos invadirá la televisión brasileña en horario gratuito y obligatorio. Pero es a partir de este lunes cuando los informativos abren la campaña de facto, siguiendo las agendas de los candidatos que concurrirán a los comicios de octubre. Es ahora cuando los 20 millones de indecisos (de los 142.467.862 electores de este año) van a comenzar a flirtear con los candidatos a futuro presidente de Brasil, que ya están ensayando sus discursos para televisión.

Pero, mientras los programas no comienzan, la batalla electoral se concentra en la arena de los escándalos políticos, con noticias estallando como petardos en los comités de campaña. La primera víctima del plomo cruzado fue Aécio Neves, del PSDB, con la polémica en torno a un aeropuerto construido a seis kilómetros de una hacienda de su familia en la ciudad de Cláudio (Estado de Minas Gerais, sudeste de Brasil). La obra fue financiada con dinero público cuando Neves era gobernador. El candidato argumentó que la terminal respondía a las necesidades de la comunidad y después admitió haber usado la pista, que aún no tenía la autorización de la Agencia Nacional de Avición Civil para funcionar.

Este fin de semana, la munición la recibió la candidatura del PT con las denuncias hechas por la revista brasileña Veja sobre un supuesto blindaje en la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre la estatal Petrobras sobre la compraventa de la refinería americana Pasadena. La publicación tuvo acceso al vídeo de una conversación entre José Eduardo Barrocas (jefe de Petrobras en Brasilia), Bruno Ferreira (abogado de la compañía) y un hombre no identificado. Los tres hablan sobre una lista de preguntas que serían hechas a los ejecutivos de la petrolera por los integrantes de la CPI, interpretada como una forma de proteger a la presidenta Dilma Rousseff, que presidía el consejo de Administración de Petrobras en la época en la que el negocio se cerró, en 2006. La adquisición de la refinería sufrió fuertes pérdidas a la estatal. Según Veja, la conversación fue grabada el pasado 21 de mayo, un día antes de que el exdirector del área internacional, Nestor Cerveró, pieza clave del proceso, hablase ante la comisión.

Millones de indecisos y nulos

En este clima los presidenciables inician la carrera electoral de 2014 para saber quién ocupará el Palacio del Planalto en enero de 2015. El objetivo de los candidatos es conservar quienes ya han decidido su voto y convencer a los millones de indecisos, unos 20 millones ya han dicho que votarán nulo o en blanco, según encuestas de opinión recientes. Pero parte de ese grupo puede cambiar de idea. Y aún hay un cierto porcentaje de personas que tienen decidida su papeleta pero pueden intercambiar de siglas, a medida que la carrera electoral se acelera.

Para el politólogo Claudio Couto, de la Fundación Getúlio Vargas, ese plomo intercambiado de denuncias de escándalos entre el PT y el PSDB tiene, en realidad, un efecto prácticamente nulo en esta elección. “Las dos noticias tendrán repercusión parecida. Dudo que los electores de Aécio Neves dejen de votar por el aeropuerto, o a Dilma Rousseff no la elijan por una supuesta negociación de preguntas en la CPI”, dice Couto.

La socióloga Fátima Pacheco Jordão, directora de la consultora Fato, pesquisa y periodismo, opina que "a esta altura el elector ya está al tanto del embate electoral. Y busca, en medio de este humo (los escándalos), las propuestas. Estas van a ser más eficaces que las denuncias".

En el caso específico de las denuncias de negociación de las preguntas de la CPI, Claudio Couto cree que no hay nada nuevo, ya que la rutina de estas comisiones permiten anticipar lo que pasará. “No hay sorpresa, se hace en todas las CPIs”, dice. El politólogo cree que eso puede sorprender a quien no sigue la política, pero no los que ya entienden el mecanismo de los trabajos en el legislativo – las CPIs tienen en Brasil un papel importante y contribuyeron al descubrimiento de casos como el propio escándalo de corrupción del mensalão, del PT-.

Ello no facilitará a Rousseff la batalla por defender su actual posición en las encuestas: según el instituto Datafolha, hasta el día 17 de julio a la presidenta la prefería el 36% de los electores, mientras que a Neves lo elegía el 20% y Eduardo Campos, del PSB, el 8%. La tasa de rechazo de Rousseff, sin embargo, es del 35%, mientras que la de sus adversarios es del 17% y del 12%, respectivamente. Por eso, los analistas creen que la posibilidad de no llegar a un segundo turno, como sí ocurrió en las últimas tres elecciones presidenciales, es prácticamente nula.

Al contrario de sus oponentes, la presidenta tiene aún un pasivo a los ojos del elector, resumido en una inflación permanente y una economía estancada que mantienen al brasileño desconfiado sobre su futuro. Además del desgaste natural de los 12 años del PT en el poder. Neves y Campos, por otra parte, no han ampliado su ventaja sobre Rousseff en los últimos meses y aún no son conocidos en el ámbito nacional (sí en sus Estados de origen, Neves como exgobernador y senador por Minas Gerais, y Campos, como exgobernador de Pernambuco). Eso explicaría por qué ninguno de los dos han experimentado grandes cambios en cuanto a preferencias del elector, a pesar del alto rechazo a Rousseff. “Campos y Neves están distantes de una gran parcela del electorado, no estaban en la calle, algo que solo sucede ahora, con la televisión. Ahora sí que pueden comenzar las campañas en serio”, dice Couto.

Tendrán, en todo caso, poco tiempo para ganarse al elector, pues el pleito de este año está marcado por una campaña más corta debido al Mundial, explica el periodista especializado en pesquisas políticas José Roberto de Toledo. Este recuerda que el número de nulos e indecisos cae normalmente una vez que comienza la campaña en la radio y en la televisión, y que entonces quedarán más claras las oportunidades de cada candidato.

El especialista de la Fundación Getúlio Vargas cree que no solo los candidatos del PSDB y del PSB deben subir en las pesquisas, sino también el pastor evangélico Everaldo, del Partido Social Cristão (PSC), que atraerá a los electores de la religión pentecostal. Hoy cuenta con el 3% de la intención de voto de los lectores, según la última pesquisa Datafolha.

Con información de Raquel Seco.

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Sobre la firma

Carla Jiménez
Directora de EL PAÍS en Brasil desde 2018. Trabajó en O Estado de S. Paulo, Agência Estado, revista Época e IstoéDinheiro. Nació en Chile, creció en Brasil. Es formada en Periodismo por la Universidad Cásper Líbero, con especialización en Economía en la Fipe/USP. Forma parte de EL PAÍS desde 2013.

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