La UE quiere sancionar por primera vez a empresas por la crisis ucrania
Los ministros de Exteriores incluirán a varias compañías crimeas en su lista negra
Europa se dispone a dar un salto adelante en el castigo que inflige a Rusia por la intervención en el conflicto ucranio. Los representantes de los 28 Estados miembros tienen previsto incluir el próximo lunes a otras 14 personas en la lista negra de sancionados y, por primera vez, también a cinco empresas, según Reuters. Fuentes diplomáticas rebajan, sin embargo, el número de compañías a dos. Aunque las sanciones se enmarcan aún dentro de la fase moderada de castigo (la llamada fase dos, que solo permite medidas específicas contra personas o empresas y no represalias económicas generalizadas), la decisión representa un paso más en esta estrategia de intensidad creciente.
Esa quincena de nuevos sancionados se unirán a los 48 que ya figuran en la lista de la UE, ampliada ya en varias ocasiones. Se trata de ciudadanos rusos responsables de haber violado la integridad territorial de Ucrania —con la anexión de Crimea— a quienes se les congelan sus activos en la Unión Europea y se les impide la entrada en territorio comunitario. Además, habrá entre dos y cinco empresas radicadas en Crimea —que tras la anexión fueron expropiadas por Rusia— a las que también se extenderá el castigo por haber contribuido al cambio de estatus de la región, antes territorio ucranio y ahora vinculado de facto a Rusia.
El tercer nivel se reserva para el caso en que se pruebe sin ninguna duda una intervención rusa en Ucrania Janusz Lewandowski, comisario polaco
Los embajadores comunitarios consensuaron el jueves esta nueva medida, según ha avanzado la agencia Reuters y han confirmado fuentes europeas a EL PAÍS. Sin concretar detalles, el comisario polaco Janusz Lewandowski, lo ha dado hoy por cerrado. “En mi opinión, el lunes entrará en vigor el útimo endurecimiento de sanciones a individuos”, ha asegurado el responsable de Presupuesto en la Comisión Europea. Lewandowski, cuyo país encabeza el grupo de los que abogan por una mayor dureza contra Moscú, aclaró que esa ronda de castigos es aún moderada. “El tercer nivel se reserva para el caso en que se pruebe sin ninguna duda una intervención rusa en Ucrania”, aseguró el comisario en una entrevista realizada en Varsovia.
Otras fuentes diplomáticas precisan que la situación es muy cambiante y que, aunque los embajadores ya han adoptado este compromiso, la decisión la tomarán el lunes los ministros de Exteriores en función de los acontecimientos del fin de semana. Los jefes de las diplomacias europeas, que se reunirán el lunes en Bruselas, tendrán en cuenta lo que pueda ocurrir el domingo con el referéndum de independencia convocado en la región de Donetsk, de mayoría rusa.
Con esa ambigüedad, la Unión Europea trata de estar preparada para cualquier contingencia. Si Rusia acaba optando por rebajar la tensión —como sugerían las palabras de su presidente, Vladímir Putin, que el jueves apoyó por primera vez las elecciones presidenciales de Ucrania y pidió a los separatistas que aplazaran el referéndum—, las sanciones adicionales podrían congelarse. Si, por el contrario, la moderación de Putin se convierte en una falsa alarma, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, Bruselas seguiría adelante con sus planes.
Europa explora todas las opciones antes de llegar a la temida fase de sanciones económicas, de consecuencias imprevisibles para los Estados miembros. Los representantes europeos —Alemania incluida— asumen cada vez más que el castigo a Putin acabará en medidas de ese tipo (por ejemplo, restricciones comerciales, búsqueda de alternativas al suministro energético, mayor aislamiento diplomático…) si Moscú sigue interviniendo de cerca en los asuntos ucranios. Pese a todo, muchos Estados (España entre ellos) son aún reacios a optar por ese grado de dureza.
Los embajadores de la UE han pasado buena parte de la semana tratando de dilucidar cómo incluir a empresas en este tipo de sanciones previstas para individuos concretos. En el plan inicial, Europa solo podía sancionar a personas que hubiesen atentado contra la integridad territorial de Ucrania y a empresas ligadas estrictamente a esas personas. Ahora los diplomáticos han cambiado la base legal de ese mandato para poder penalizar también a empresas que consideren partícipes de esa estrategia, sin necesidad de ligarlas a ningún sancionado.
De esa forma, Bruselas acerca un poco más su estrategia a la de Washington, que ya ha incluido a casi 20 compañías en la lista de sancionados y ha prohibido la exportación a Rusia de tecnologías susceptibles de destinarse a objetivos militares. Estados Unidos está presionando fuertemente a Europa para que sea más contundente en la reprimenda a Putin.
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