Los yihadistas de Boko Haram provocan otra masacre en Nigeria
El Gobierno ofrece 223.000 euros por pistas sobre las jóvenes secuestradas
Boko Haram, el grupo terrorista nigeriano que secuestró a 276 adolescentes hace tres semanas y que amenaza con venderlas como esclavas, ha llevado a cabo una nueva masacre en el noreste del país, su principal zona de actuación. El ataque se produjo el pasado lunes en una localidad denominada Gamboru Ngala, muy cerca de la frontera con Camerún, y según los testimonios recogidos el martes podría haber entre 150 y 300 víctimas mortales.
“Hay unas 300 personas muertas, muchas más heridas y casi todas las casas han sido incendiadas. Mi hermano que estaba allí me ha contado que la cifra de muertos no baja de 300”, aseguró el senador Ahmed Zannah, quien añadió que los yihadistas estuvieron unas 12 horas saqueando, quemando viviendas y vehículos y asesinando a quienes intentaban huir sin que nadie les hiciera frente.
La intensificación de la actividad de Boko Haram coincide con el despertar de una fuerte campaña en todo el mundo por la liberación de las 223 estudiantes secuestradas la noche del 14 al 15 de abril en un instituto de Chibok que aún siguen en manos de Boko Haram (53 lograron escapar).
En este sentido, el Gobierno nigeriano, que trata de defenderse de la lluvia de críticas internas por su supuesta pasividad en la resolución del rapto masivo, ha hecho pública este miércoles su intención de pagar una recompensa de hasta 310.000 dólares (unos 223.000 euros) a quien pueda facilitar “información creíble” que conduzca a la liberación de las jóvenes.
Asimismo, EE UU ha anunciado el envío en un equipo de expertos a Nigeria para ayudar a las fuerzas de seguridad y el Ejército de este país a liberar a las niñas. Así lo ha confirmado el presidente estadounidense, Barack Obama, quien confirmó que el equipo estará formado por militares, policías, expertos en inteligencia y liberación de rehenes, así como personal especializado en la asistencia a víctimas.
En una entrevista concedida a la cadena ABC, Obama indicó que “este puede ser el evento que ayude a que se movilice la comunidad internacional entera para por fin hacer algo en contra de esta horrenda organización que ha perpetrado este crimen tan terrible”.
Además de EE UU otros países occidentales comienzan a reaccionar. El Gobierno británico también ha anunciado el envío de un equipo de expertos “lo antes posible” mientras que el presidente francés, François Hollande, ha anunciado que hará “todo lo posible” por ayudar a Nigeria.
El principal problema al que se enfrentan ahora los intentos de rescate de las niñas es que se desconoce su paradero. El pasado lunes, Aboubakar Shekau, líder de Boko Haram, difundió un vídeo en el que, además de reivindicar el secuestro, anunciaba su intención de vender a las jóvenes como esclavas. Y en los días anteriores a la aparición de este vídeo, distintas fuentes habían revelado que algunas de las adolescentes ya estaban siendo vendidas por 12 dólares (menos de nueve 10 euros) en países próximos al norte de Nigeria, como Camerún y Chad.
Por otra parte, algunas de las chicas que han logrado fugarse han revelado que un grupo podría continuar en el bosque de Sambisa, próximo a la frontera camerunesa, donde Boko Haram cuenta con varios refugios. Pero se trata de una extensión enorme de terreno y de difícil acceso.
No es la primera vez que Boko Haram (que significa literalmente “la educación occidental es pecado”) secuestra a niñas o jóvenes. Hace aproximadamente un año el propio Aboubakar Shekau anunció su intención de comenzar a raptar mujeres para venderlas en el mercado como respuesta a la persecución de que eran objeto por parte del Ejército las esposas de los miembros de este grupo terrorista. Y lo ha hecho, hasta ahora alejado de los focos mediáticos y la atención internacional.
Sólo en los dos primeros meses del año otras 25 mujeres fueron raptadas por esta banda criminal. Algunas de ellas fueron después rescatadas y habían sido obligadas a casarse y a mantener relaciones sexuales con sus captores. Otras no pudieron ser liberadas y su pista se ha perdido en las redes de trata de mujeres que existen en esta región del mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.